La insólita forma como habrían robado un carro de valores en Santa Marta

Este miércoles 16 de febrero se registró un insólito robo en Santa Marta, Magdalena, cuando un carro de valores fue robado luego de que, al parecer, se quedó sin vigilancia y con las puertas abiertas en un centro comercial, en el barrio Bavaria Country. Por el momento, las autoridades adelantan la investigación y no han revelado detalles sobre cómo sucedieron los hechos.

Según recalcan medios locales, el vehículo perteneciente a la empresa Brinks habría sido robado mientras se encontraba estacionado en la parte trasera del centro comercial Ocean Mall, ubicado sobre la Avenida del Río con Avenida Ferrocarril, más específicamente en la dirección carrera 17 con calle 29D del sector mencionado en la capital del Magdalena.

De acuerdo con las primeras versiones, funcionarios de la empresa de valores fueron a abastecer un cajero y, cuando regresaron, encontraron el vehículo con las puertas abiertas. “Los funcionarios de esta empresa de valores informaron a las autoridades de Policía una hora después de conocidos los hechos. Manifestaron que la puerta trasera de la bodega de este se encontraba abierta y que se habría sacado un dinero, cuantía por establecer”, explicó la Policía Metropolitana de Santa Marta, recalcando la situación que vivieron los trabajadores de Brinks en el momento del asalto.

Sin embargo, y según recogen medios locales, existe la posibilidad de que los funcionarios hubiesen dejado las puertas abiertas, con o sin intención. Es decir, las autoridades investigan si el vehículo efectivamente se quedó con las puertas abiertas y, si fue así, si se trató de un error en los procedimientos de seguridad o si se trata de un robo en complicidad. En ese sentido, investigadores analizan videos obtenidos por cámaras de seguridad de la zona.

Delincuencia disparada

Por otro lado, la delincuencia en Santa Marta convirtió recientemente en víctima a una familia que viajaba desde el interior del país y hacía turismo en Santa Marta. Al parecer, esta fue atracada, secuestrada y amordazada por un taxista y un grupo de cómplices, quienes se aprovecharon de su buena fe y, mediante engaños, los recogieron en el aeropuerto Internacional Simón Bolívar.

De acuerdo con las primeras versiones, la familia llegó a la capital del Magdalena pasadas las 5 de la tarde y esperaban que los recogiera un transporte contratado previamente que los llevaría a Dibulla, La Guajira. Entre tanto, apareció el supuesto taxista y les indicó que era él quien los conduciría a su destino final. La familia, integrada por un adulto mayor, una mujer y un adolescente, abordaron el vehículo.

Metros más adelante, el taxista se desvío y los condujo hacia el sector de Playa Dormida, sur de Santa Marta. Allí, los despojaron de sus pertenencias: maletas, celulares, billeteras y dinero en efectivo. Luego del asalto, los dejaron amarrados en una zona lejana. Los turistas pasaron la noche en ese lugar, amarrados y a la intemperie. Ya en la mañana del día siguiente fueron encontrados por trabajadores de la playa y moradores del lugar, quienes los auxiliaron y dieron aviso a las autoridades.