LA METAMORFOSIS

El pasado martes 3 de marzo el fiscal delegado de Rionegro (Antioquia), Carlos Augusto Escobar, definió al alemán Werner Mauss como poco menos que un demonio que se lucraba del secuestro de las personas, en especial del de su compatriota Brigitte Schöene, quien había sido plagiada en el sector de Llanogrande por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).Luego de estudiar todo el expediente de Mauss y de su esposa Michaela, quienes fueron detenidos por las autoridades en el aeropuerto de Rionegro cuando pretendían sacar del país a Brigitte Schöene, el funcionario judicial acusó al matrimonio alemán de favorecimiento y celebración indebida de contratos de seguro por su intermediación en el rescate de la señora Schöene.En otras palabras, el fiscal delegado consideró que Mauss, más que la víctima que pretendían mostrar sus apoderados, era el victimario, puesto que con su mediación en el secuestro el espía alemán lo que intentaba era lucrarse más que socorrer a la víctima. En su fallo el fiscal delegado sostuvo que "no hay duda que sobre el manejo de la investigación por el secuestro de cuatro personas en Llanogrande hubo participación de personajes que nada tenían que ver con el desarrollo de la misma". Pero el 20 de mayo pasado otro funcionario judicial, esta vez la fiscal primera delegada ante el Tribunal Superior de Antioquia, Hermilda Sierra Jaramillo, quien recibió la apelación de la decisión del fiscal delegado de Rionegro, consideró que Mauss, más que demonio, era un ángel cuya conducta había estado motivada por los más altos fines de solidaridad y altruismo. Y fue mucho más allá: definió a Mauss como uno de los mejores aliados del país en la búsqueda de la paz. "Los señores Mauss no son integrantes en manera alguna, dígase integrantes, auxiliadores, cómplices, enlaces o mediadores comerciales, en las actividades de secuestros llevados a cabo por el ELN", sostuvo la fiscal en uno de los apartes de su providencia.
¿Y quien es el?
Por esa razón revocó la resolución del fiscal de Rionegro, ordenó la preclusión de la investigación en favor de los esposos Mauss y levantó la prohibición de salir del país que había en su contra. En su providencia la fiscal definió a los esposos Mauss como unas personas bien intencionadas, ajenas a cualquier interés de lucro, que lograron el rescate de la señora Schöene sin que su familia tuviera que pagar un solo peso. La funcionaria consideró, inclusive, que la detención de Werner Mauss y su esposa atentó contra la presunta desmovilización del ELN. Después de conocer ambas providencias son más las preguntas que las respuestas en torno de la conducta y la personalidad de los esposos Mauss. No hay duda de que Werner Mauss es uno de los personajes más enigmáticos y polémicos de cuantos han sido detenidos por las autoridades colombianas en los últimos años. Su nombre ha sido relacionado con grandes escándalos, desde el frustrado contrato de modernización de la Registraduría Nacional por parte de la Siemens hasta la mediación en la liberación de Brigitte Schöene, pasando por la presunta desmovilización del ELN luego de un proceso de paz con el gobierno de Ernesto Samper. ¿Cuál es la conclusión de todo esto? Mauss fue víctima inicialmente de las malas interpretaciones generadas por su actividad. Ser amigo de la guerrilla no es muy bien visto. Ser intermediario en secuestros tampoco. Y mezclar la política con los negocios, menos.Sin embargo, todas estas actividades no constituyen automáticamente un delito. Hay matices en todo ese proceso. Y la ley no siempre puede interpretar los matices de un lado o de otro. El segundo fallo, el de la fiscal delegada, puede haber tenido la razón en estricto derecho al llegar a la conclusión de que los Mauss eran inocentes. Pero sin duda alguna se le fue la mano a la fiscal al agregarle a esta decisión jurídica toda clase de arandelas hiperbólicas enalteciendo a la pareja alemana. Una cosa es que sus actividades no sean delito y otra muy distinta es que los colombianos tengan que agradecérselas.