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Es una casualidad que cuando se revivió el caso por la muerte de Luis Carlos Galán todos los hijos estan de regreso y viven en el pais. Juan Manuel es senador y tiene 34 años, Claudio tiene 31 y empieza a trabajar como investigador y Carlos Fernando con 29 se dedica al periodismo. Gloria, la madre, vive para esperar a la justicia y junto con el recuerdo de LuisCarlos ve crecer a sus hijos y a su nieto

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La nueva campaña de Galán

Después de una espera, larga y silenciosa, de 17 años, la familia de Luis Carlos Galán siente que se está destapando la verdad sobre el magnicidio.

19 de agosto de 2006

Sólo hay un miembro de la familia Galán a quien el juicio a Alberto Santofimio Botero como coautor del asesinato de Luis Carlos Galán no le revolcó los sentimientos, los recuerdos, las frustraciones y los dolores: a Manuel, porque tiene 2 años. Él, que apenas identifica la imagen de su abuelo en cuadros, fotos, documentales, afiches y libros, se sabe protagonista de un momento de la historia.

Su existencia es la demostración de que la vida de esta familia continuó su curso natural. Después de irse del país, la esposa y sus hijos viajaron, estudiaron, se prepararon para este regreso que no podía tener una mejor coincidencia. Volver para saber la verdad.

Eso era lo que seguramente Galán habría querido. Las fuerzas no les hubieran alcanzado para dedicarse únicamente a luchar contra la impunidad. Hoy, después de un limbo que pareció eterno y sin solución, llegaron a donde querían llegar. A que la justicia y la opinión pública sepan lo que ellos han sabido siempre: que detrás de la muerte de su padre y esposo no estaba sólo la mano de la mafia.

Han pasado 42 días desde cuando el juicio terminó, y el juez aún tiene tiempo para dar el fallo. No tienen ansiedad. Por el contrario, los años les han dado la serenidad del que espera lo justo. Pero sí tienen una renovada mirada del país con el que se han encontrado ahora que el pasado se ha hecho presente. "Nuestro afán por la verdad ha sido alimentado porque vemos que las cosas que mi papá denunciaba se han cumplido y siguen vigentes. Que pase esto en medio de un proceso de verdad, justicia y reparación es circunstancial, pero ¿ y si no hay verdad, ni justicia ni reparación en un caso como éste, qué le espera a una familia víctima de la violencia en el campo? Además hoy uno ve una cantidad de políticos que hicieron parte de esa alianza siniestra de narcos y políticos que siguen ahí", dice Carlos Fernando, el menor de los tres hijos y hoy editor político de El Tiempo.

"Ni siquiera mi papá, con lo visionario que era, pudo imaginar lo que está pasando. No sólo se cumplió lo que él veía venir, sino que la situación es peor. Hoy existe una nueva cara del nexo paramilitarismo, la política y narcotráfico a nivel regional. Es lo mismo que estuvo detrás de su asesinato", concluye el hermano mayor, Juan Manuel, quien hoy se estrena en el Senado.

Los Galán no sabían que el 27 de junio, el día que comenzaba el juicio, podían estar en el juzgado primero de Cundinamarca. Pero entendieron pronto que su presencia era importante. Allí estuvieron hasta el 7 de julio. Diez días guardando silencio, pues en su calidad de parte civil no podían intervenir. Escuchando, palabra por palabra, al juez, al fiscal, a 'Popeye', el sicario de Pablo Escobar que relataba su acusación contra Santofimio, y al propio político que habló seis horas en su defensa. "Mantener el silencio fue una cosa difícil, pero no teníamos más opción", comenta Gloria Pachón, la viuda de Galán y la comandante de este equipo que trabaja unido para buscar esa verdad.

Santofimio los provocó con señalamientos personales y centró su defensa en el argumento de que existe un odio que la familia no ha podido superar. Sobre esas palabras y sobre los testimonios de los testigos prefieren continuar en silencio. Desde cuando todo esto comenzó, saben que este es en verdad un momento en el que la prudencia debe ser la protagonista. Y por eso, no hay especulaciones sobre el fallo. Sólo se atreven a decir que están optimistas.

Lo que sí dicen sin temor es que los ha cobijado una inmensa solidaridad. "Es como si Luis Carlos estuviera otra vez en campaña", sentencia Gloria, al recordar que sus salidas a la calle o al supermercado se han convertido en un permanente apoyo de la gente. Sin embargo, ese apoyo espontáneo de extraños ha contrastado con la ausencia de muchos amigos.

Del juicio recuerdan que a Santofimio lo acompañaba mucha gente que al final de las audiencias lo abrazaba y lo felicitaba. Ellos fueron solos. "Ni los compañeros de lucha de mi papá fueron a pedir justicia, sólo dos o tres personas nos acompañaron algunos días. Es que se percibe que hay preocupación en unas elites de poder porque no quieren que se hable de cosas del pasado", asegura Carlos.

Pero ¿por qué está pasando esto ahora? ¿Por qué habló 'Popeye', el sicario de Escobar? ¿Por qué apareció Virginia Vallejo? No lo saben realmente. Claudio, el de la mitad, el músico e investigador, quien es el retrato vivo de su padre, asegura que esa respuesta no es importante. "Lo que vale es el contenido, para que haya reconciliación, debe haber arrepentimiento y colaboración con la justicia, eso es lo que importa, si no se puede llegar a la verdad jurídica, sí se establezca la verdad histórica".

Manuel vuelve a la sala donde se desarrolla la entrevista. Interrumpe la conversación con esos gritos de niño que provocan una risotada general y llenan de alegría el ambiente. Es el primero de la segunda generación que empezará a vivir cuando ya esté tomada la decisión por la que su abuela, su papá y sus tíos esperaron 17 años seguidos, por la mirada de Luis Carlos Galán que los acompaña siempre.