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"No estamos lejos de tener que elegir entre quién va a UCI y quién no" | Foto: Esteban Vega

PANDEMIA

La ocupación total de las UCI: el difícil dilema que enfrentarán los médicos

Bogotá se acerca al límite de sus unidades de cuidados intensivos. Como ha ocurrido en otros lugares del mundo, los especialistas podrían enfrentar decisiones dolorosas. SEMANA consultó con expertos cuál es el panorama.

16 de julio de 2020

Esta semana Bogotá superó el 90 por ciento de ocupación de sus unidades de cuidados intensivos, aunque algunas clínicas y hospitales ya llegaron al 100 por ciento. Esto deja a la capital del país al borde de un inevitable y preocupante escenario: la ocupación total.

"No estamos lejos de tener que elegir entre quién va a UCI y quién no", asegura Roberto Baquero, presidente del Colegio Médico en Colombia. Aunque se mantienen esfuerzos conjuntos entre el Gobierno nacional y la Alcaldía de Bogotá para habilitar nuevas unidades, la realidad es que la velocidad de contagio es superior a la velocidad de instalación de los equipos. “Así como vamos instalando, se van llenando”, explicó la alcaldesa Claudia López

Lina Triana, presidenta de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, asegura que pronto “va a llegar un momento donde haya más pacientes que capacidad de atención”. Con el pico de la pandemia cada vez más cerca, Bogotá se acerca a un difícil momento que ya han tenido que enfrentar otras ciudades del mundo. 

A medida que avanzó el contagio a nivel global, la crítica situación en miles de hospitales demostró que los dilemas a la hora de tomar decisiones sobre salvar vidas son profundos. No se trata solamente de decidir qué paciente ingresa a una UCI, sino también quién permanece en ella. ¿Cómo se decide quién sobrevive?

“Es algo a lo que nosotros los médicos le tenemos miedo”, asegura Triana. “Uno quisiera pensar que no va a pasar, pero desafortunadamente vemos cada vez más cerca el momento en que tendremos que tomar decisiones difíciles”, agrega. 

Con información cambiante sobre el nuevo coronavirus, no hay forma de fijar parámetros definitivos en los protocolos de emergencia. La mayoría de países cuenta con una serie de recomendaciones de sus expertos para guiar a los médicos en la toma de decisiones. 

“Aquí el criterio es utilizar el recurso limitado de la mejor forma posible”, afirma Ramón Abel Castaño, líder del equipo que definió los lineamientos que la Academia Nacional de Medicina propone para Colombia. “Al final, es el médico en el ejercicio de su labor profesional el que decide el tratamiento”, explica. 

Las recomendaciones para Colombia no incluyen límite de edad para el ingreso, como se alcanzó a sugerir en Italia, pero sí presentan una serie de criterios para evaluar los pacientes que lleguen contagiados. Entre ellos están pronóstico de supervivencia a corto plazo, expectativa de vida, comorbilidades. Castaño explica que “ningún criterio se puede utilizar de manera aislada, todos los criterios hay que analizarlos de manera conjunta”. 

Inevitablemente las decisiones sobre a quién darle prioridad en el tratamiento, a quién internar en cuidados intensivos e incluso a quién desconectar del ventilador, deben ser tomadas por médicos bajo condiciones de extrema presión. Esta situación sin duda afecta a nivel psicológico. 

Según reportes de la BBC, algunos médicos en el Reino Unido han tenido que pedir incapacidad frente al difícil panorama. El agotamiento físico sumado al peso de tomar decisiones de vida o muerte, les ha pasado factura. 

En Colombia, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas trabaja en una línea de atención para el personal de salud. Médicos intensivistas contestarán dudas en tiempo real para que los profesionales de la salud no se sientan solos en la toma de decisiones. “La idea es tener la visión de alguien que no está al lado del paciente”, explica Triana. 

Los expertos reconocen que lo que se viene no es fácil. “Los médicos se enfrentan a la tragedia moral de decidir no darle tratamiento a un paciente y a la tragedia emocional de saber que ese paciente se va a morir”, afirma Castaño. 

Para él, es importante entender que “el hecho de que un paciente sea conectado a un ventilador o sea ingresado a una UCI no quiere decir necesariamente que se le va a salvar la vida”.

En las condiciones de la pandemia, “un paciente que lleve más de ocho días en la unidad se considera complicado” y en algunos casos eso significa comenzar a pensar en cuidados para el final de la vida. 

Por supuesto, no todos los casos son iguales. Las recomendaciones sugieren revisar el plan de manejo del paciente cada 24 horas y “si el paciente no logra las metas establecidas, se debe considerar la suspensión del soporte vital avanzado y el inicio de la adecuación de los esfuerzos terapéuticos”. 

 

“Si la gente viera cómo es que fallece una persona en UCI por la covid-19, se cuidarían más. Es algo espantoso”, señala Baquero, quien asegura que en Bogotá no se está tan lejos de un escenario crítico en cuidados intensivos.

Este miércoles, diferentes asociaciones médicas se reunieron con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, para exponerle sus razones para regresar a una cuarentena general. Por el momento acordaron monitorear la situación y volverse a reunir, esta vez también con el ministro de Salud, para analizar el panorama.