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Uribe-Monsalve-Deyanira
La historia que se está escribiendo detrás de estos caminos cruzados tiene tintes de un novelón cuyo desenlace irá más allá del juicio contra el exmandatario. | Foto: Semana

Judicial

La relación del caso Uribe con los caminos cruzados de Deyanira Gómez y el coronel de inteligencia Juan Carlos Prado

La exesposa de Juan Guillermo Monsalve y el coronel retirado de inteligencia eran nombres casi desconocidos en la trama judicial, que gira alrededor del proceso contra el expresidente Uribe. Se conocen hace 15 años.

11 de abril de 2021

Mientras el país político y judicial está atento a la decisión que tome la jueza 28 de conocimiento de Bogotá frente a la solicitud de preclusión de la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe, el proceso sigue dando giros inesperados.

Los reflectores ahora apuntan a dos personajes: el primero, Deyanira Gómez, exesposa del testigo estrella Juan Guillermo Monsalve, quien, según información de contrainteligencia, sería cercana a las Farc. El segundo, el exdirector de inteligencia coronel (r) Juan Pablo Prado, quien habría participado en el montaje del hacker Andrés Sepúlveda en las elecciones presidenciales de 2014. Estos dos personajes se conocían desde hace 15 años.

En principio, el vínculo de Gómez y Prado sería la intención de afectar al expresidente Uribe, pero la historia que se está escribiendo detrás de estos caminos cruzados tiene tintes de un novelón cuyo desenlace irá más allá del juicio contra el exmandatario.

Deyanira Gómez apareció en la audiencia de preclusión de manera sorpresiva y Miguel Ángel del Río, abogado de su exesposo y ahora de ella, la postuló como víctima en el proceso. Argumentó que su vida corre riesgo y que, en una de las conversaciones interceptadas por la Corte Suprema al expresidente Uribe, se pregunta por el lugar de trabajo de ella y, pocos días después, le fue terminado el contrato que tenía con Coomeva.

Mientras las jueza 28 define la condición de víctima de Deyanira Gómez, información de contrainteligencia la señala como cercana a las Farc y que hace 15 años, aprovechando su condición de médica profesional, trató de ingresar a trabajar en una unidad del Ejército en el municipio de Fusagasugá. Su padrino para ese intento de infiltrar las Fuerzas Militares era justamente Juan Pablo Prado, quien en ese momento era capitán de inteligencia y se encontraba en Bogotá adelantando un curso en la escuela de armas.

Los documentos obtenidos de forma exclusiva por SEMANA señalan que desde ese momento las autoridades tienen reportes de la relación entre Deyanira Gómez y Juan Pablo Prado, incluso existe una orden del 23 de enero de 2007 para “adelantar actividades tales como vigilancias, seguimientos, fotografías, con el fin de establecer la relación entre el señor Oficial (Prado) y la mencionada particular (Gómez), y detectar posibles actividades ilícitas y vínculos con organizaciones al margen de la ley”.

En ese momento, la exesposa del testigo estrella ahora postulada como víctima era, según las indagaciones de contrainteligencia, pareja de un mando medio del frente 21 de las Farc, llamado Elver Penagos Tavera, capturado en el barrio Salazar Gómez de Bogotá, quien estaba recluido en la cárcel de Picaleña y era sobrino de unos de los jefes de ese frente, Abel Tavera Jaramillo alias ‘Pedro Nel’.

Los seguimientos dejaron al descubierto las visitas de Deyanira Gómez a su pareja en la cárcel Picaleña de Ibagué. Además de continuas llamadas por teléfono celular con el cabecilla Tavera Jaramillo, con quien supuestamente estaba coordinando la ejecución de un plan para que su hermano, Luis Hernando Gómez, se infiltrara en las filas de la Fuerza Aérea.

Al tiempo, contrainteligencia le hacía seguimiento al capitán Juan Pablo Prado, quien en mayo de 2007 visitó en un taller de mecánica a Hernando Gómez, papá de Deyanira, con una coincidencia que no pasó por alto para las autoridades: la ubicación del taller era el barrio Salazar Gómez. En ese lugar se había dado la captura de Elver Penagos Tavera.

Monsalve excl. 1
Monsalve excl. 1 | Foto: SEMANA

La información operacional de contrainteligencia señala que Hernando Gómez viajaba en un campero Trooper hasta campamentos de las Farc para llevar material logístico o recoger dinero para las actividades delictivas de la guerrilla en Bogotá. Lo mismo hacía Deyanira, quien por esa misma época viajó al municipio de La Macarena, entonces santuario de las Farc.

Los años pasaron y Prado, de forma extraña y pese a lo encontrado en los seguimientos, continuó como miembro de inteligencia y fue escalando en su carrera militar. De Deyanira tampoco se encuentran más rastreos de inteligencia.

Fue el caso Uribe el que los volvió a unir siete años después. Deyanira era la esposa de Juan Guillermo Monsalve, un exparamilitar acusado de varios delitos que lo llevaron a la cárcel. Su padre es Óscar Antonio Monsalve, mayordomo de la finca Guacharacas, que era propiedad de la familia Uribe. Juan Guillermo asegura que allá se reunían y promovían grupos paramilitares.

Era el año 2014 y en las elecciones a la presidencia había un empate virtual entre los candidatos Juan Manuel Santos y Oscar Iván Zuluaga, este último la carta de Uribe para destronar a Santos. Pero surgió un escándalo que inclinó la balanza: apareció el video del supuesto hacker Andrés Sepúlveda y la conclusión fue que la campaña del uribismo y el mismo exmandatario Álvaro Uribe estaban tratando de infiltrar la negociación de paz que se adelantaba con las Farc, en La Habana (Cuba).

Detrás de ese escándalo, que hoy tiene más visos de montaje, estaba Juan Pablo Prado, quien había ascendido y el expresidente Santos lo había nombrado director de la Dirección Administrativa de Inteligencia del Ejército. Al tiempo, el juicio contra el expresidente Uribe ya estaba en marcha.

El video fue filtrado en mayo de 2014 y casualmente, dos meses después, el coronel Prado le compró a la familia de Deyanira Gómez (incluida su participación) un apartamento por un monto de $ 400 millones.

Pero hay más de Prado. También estuvo tras los señalamientos contra el expresidente Uribe de estar detrás de las interceptaciones ilegales que realizaban las Fuerzas Militares desde la denominada sala Andrómeda.

Deyanira conoció en la cárcel a Juan Guillermo Monsalve, fue su esposa, pero se volvió relevante en el caso Uribe cuando en una declaración en la Corte Suprema le preguntaron por la mamá de Monsalve.

Ella contestó que vivía en una finca de su propiedad llamada La Veranera. Ahí se le enredó el asunto, porque sostuvo que la propiedad la había comprado en sociedad con la familia de su esposo por un valor de $ 54 millones. En realidad el avalúo del predio era de $ 560 millones, y ahora está en proceso de extinción de dominio.

Las escrituras hablan por sí solas. La finca La Veranera, de 20 hectáreas y 6.000 metros cuadrados ubicada en Apia, vereda Guarne (Risaralda), pertenece a la familia Monsalve. Incluso, se habla de que es propiedad en la sombra de Juan Guillermo Monsalve porque una de las partes fue adquirida en 2018, año en que el testimonio de Monsalve se convirtió en determinante en el proceso que llevaba contra el expresidente la Corte Suprema de Justicia.

Ahora el caso Uribe los vuelve a unir. Esta vez no tienen negocios en común, Deyanira está fuera del país en condición de asilada en Canadá. Por su parte, Prado fue retirado del Ejército, porque también estuvo involucrado en los perfilamientos realizados por militares a periodistas y que fue denunciado por SEMANA a mediados del año pasado.

Es el expresidente quien los une, y para él no hay hechos aislados; la relación de 15 años entre Gómez y Prado no es la excepción.