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| Foto: Fiscalía General de la Nación, prensa

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La sanción por el capricho de Juan Carlos Martínez

Ratifican sanción a exdirector de La Picota por ampliar la celda del exsenador.

11 de abril de 2013

El escandaloso episodio en el que el exsenador Juan Carlos Martínez Sinisterra acondicionó su celda mientras estaba recluido en el pabellón de parapolíticos de la cárcel La Picota, de Bogotá, generó que la Procuraduría sancionara disciplinariamente este jueves, en segunda instancia, al exdirector del penal, Enrique Alfredo Arce Guzmán.
 
Los hechos ocurrieron en enero del 2010, cuando el polémico exsenador solicitó hacer reparaciones, adecuaciones y modificaciones a la celda número 11 del pabellón ERE Sur. En este hecho, el exlegislador terminó tumbando muros para ampliar su lugar de prisión, para lo que, incluso, empleó de forma irregular a dos internos de otro pabellón, según la investigación adelantada por el Ministerio Público.

Según el fallo, "no solamente se cumplieron labores de carácter locativo sino que se procedió a derrumbar un muro divisorio, con lo cual se buscaba incrementar significativamente el área de la celda".

Para la Procuraduría, el exdirector de la cárcel omitió el reglamento del centro penitenciario "haciéndose el de la vista gorda" con los requisitos y los procedimientos necesarios para autorizar la remodelación.

Según la entidad, con el objetivo de ingresar los materiales para su 'mega celda', Martínez se saltó los procesos exigidos cuando se trata de trabajos locativos.

Por estas razones, para la entidad de vigilancia, la omisión del director Arce fue considerada como “dolosa”.

En un enérgico pronunciamiento, contenido en la página 13 del fallo que deja en claro que el exsenador es 'amo y señor' de su celda y de las modificaciones que quiera hacerle, "a Martínez se le hizo fácil iniciar por su propia cuenta y riesgo, el trabajo, sirviéndose incluso de internos del patio para que trabajaran como obreros".

Luego de este episodio Martínez fue enviado a la cárcel El Bosque, en Barranquilla, donde cumplió su pena por parapolítica. Hoy se encuentra de nuevo recluido en el mismo pabellón, donde una vez fue ‘amo y señor’. Allí enfrenta dos procesos por enriquecimiento ilícito y fraude electoral. La diferencia de hoy frente a su pasado es que durante la actual permanencia no se sabe sobre mayores escándalos o excesos cometidos por este político del Valle.