POLÍTICA
¿Le harán caso al ministro Cristo?
Mininterior pide a los representantes a la Cámara dar la cara a la reforma al equilibrio de poderes.
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Luego de la difícil semana que tuvo el ministro del Interior, Juan
Fernando Cristo, en el Senado, donde le archivaron el proyecto de la
reelección de actuales alcaldes y gobernadores con un 12-0,
reaparece en el Congreso para sacar adelante la reforma al equilibrio
de poderes.
Ese proyecto, cuyo objetivo principal es la eliminación de la reelección
presidencial, pero que se ha convertido en una reforma política y a la
justicia, es la prioridad del Gobierno y tiene dos semanas para que la
Cámara de Representantes lo apruebe en cuarto debate.
El principal enemigo del Gobierno es el tiempo. Apenas quedan dos
semanas de legislatura y el equilibrio de poderes bien podría tardar
ese tiempo.
Sobre todo porque los temas del proyecto modifican, por ejemplo, el
juzgamiento de funcionarios aforados como los magistrados de las altas
cortes, y los congresistas podrían incurrir en un conflicto de interés.
A oídos del Gobierno ha llegado la información de que al menos tres
cuartas partes de la Cámara, es decir, más de 100 representantes, tienen
investigaciones abiertas en las altas cortes y por eso se declararían
impedidos.
El asunto es que los impedimentos deben ser resueltos por la plenaria de
la Cámara, de forma individual, y para ello se podrían ocupar varias
sesiones, lo que atentaría contra el trámite del proyecto.
Ante esa situación, el ministro Cristo envió una comunicación a la
Cámara de Representantes en la que pide a los parlamentarios abstenerse
de declararse impedidos.
En el documento, conocido por Semana.com, Cristo recurre a una larga
jurisprudencia en la que, palabras más palabras menos, no habría
consecuencias disciplinarias a los congresistas que no se declaren
impedidos.
Señala Cristo en la comunicación que la obligación del congresista es
el voto, que es inviolable; que las reformas constitucionales no
aplican el impedimento, y que este sólo se puede declarar cuando hay un
interés directo que, según el ministro, no configura en este caso.
También advierte que no hay lugar para aceptar impedimentos a
congresistas cuya posición política se pueda ver afectada por la reforma,
congresistas con investigaciones preliminares en la Corte Suprema de
Justicia, congresistas con demandas de pérdida de investidura en el
Consejo de Estado.
Incluso, Cristo recurrió a la bancada de representantes a la Cámara del
Partido Liberal a quienes pidió ayudar a que la aprobación de este
proyecto tuviera buen suceso. Mencionó también que de no haber éxito en
este proyecto, probablemente habría “consecuencias políticas”.
La recomendación que les hizo Cristo a los liberales es que se
comportaran disciplinadamente, no se salieran del recinto, y no
se declarararane impedidos, para así dar ejemplo a las otras bancadas.
Aunque el Gobierno espera que no haya impedimentos para el debate, los
parlamentarios tienen la tesis de que si no lo hacen, les lloverán
demandas de pérdida de investidura. De hecho, se dice que abogados de
algunas organizaciones estarán pendientes del debate para saber a quién
le ponen demanda. Además, los congresistas saben que cualquier proceso
de Estado, por más simple que parezca, puede significarles más de 100
millones pesos en honorarios para su defensa.
Así las cosas, Cristo vuelve a ponerse a prueba, ahora en la Cámara, donde
necesita aprobar la reforma al equilibrio de poderes.