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General Alberto José Mejía Ferrero, Comandante del Ejército Nacional en el Segundo Ciclo de Diálogos Territoriales | Foto: Unimedios/Universidad Nacional

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¿Hacia dónde van las fuerzas armadas?

Para afrontar los retos del posconflicto la fuerza pública lleva a cabo una reorganización que cuenta con la participación de la academia y la sociedad civil. ¿Cómo se está formado el Ejército del futuro?

30 de junio de 2017

Con la certificación de la dejación de armas dada por la ONU a las Farc, en Mesetas (Meta), el país pasó la página de más de medio siglo de conflicto y puso fin a un periodo que sin duda marcó a toda la sociedad y del que se espera se hayan aprendido las lecciones de los errores cometidos.

Este hecho es solo el comienzo de nuevos desafíos que el gobierno y el Ejército Nacional deben afrontar y en el que ya llevan unos años trabajando. En el presente inmediato el Ejército será clave para el cumplimiento de los acuerdos y su trabajo debe ser preciso, tienen que adaptarse a las nuevas realidades del país y estar a la altura en esta transición.

“Estamos trabajando en un proceso sofisticado para la recuperación de cientos de caletas de aquí al primero de septiembre. En esta operación, que es el último de los sellos de éxito de este proceso, estamos recogiendo miles de fusiles, toneladas de explosivos, granadas, tatucos y artillería no convencional que tanto daño produjeron al pueblo colombiano”, manifestó el General Alberto José Mejía Ferrero, Comandante del Ejército Nacional.

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Eso no es todo, dentro de esta transformación, la Universidad Nacional, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ejército organizaron el ‘Segundo Ciclo de Diálogos Territoriales para la Transición en Materia de Seguridad Pública y la Construcción del Ejército del Futuro’. En los próximos meses, representantes de estas instituciones viajarán a Medellín, Tumaco, Valledupar y Cúcuta para reunirse con la comunidad y recibir sus sugerencias sobre qué esperan o qué quieren del Ejército en la etapa de posconflicto.

En el evento llevado a cabo en la Universidad Nacional, se mostraron las conclusiones del primer ciclo de diálogos con las diferentes comunidades de Boyacá, Meta y Tolima y se explicó cómo se preparan las Fuerzas Armadas para el futuro. En los encuentros, la gente de estos departamentos sugirió que el servicio militar debería ser más social y enfocarse en labores del campo y que la remuneración tenía que mejorar. De hecho, el Ejército no hizo oídos sordos a estas charlas, e incorporó parte de estas propuestas populares en la nueva reforma del sistema de reclutamiento.

Pero más allá de este tipo de acciones, el Ejército ya había creado el Comando de Transformación Ejército del Futuro (COTEF), en el que se trabaja en toda la arquitectura del nuevo modelo de las fuerzas armadas y que tiene dos líneas de trabajo.

La primera es la militar, en la que se estudian los nuevos retos de seguridad en las diferentes regiones del país, como el accionar de las bandas criminales, el Clan del Golfo o los nuevos grupos de narcotráfico, algunos de los cuales, pueden copar las zonas donde antes estaban las Farc y apoderarse de negocios ilícitos como la minería ilegal.

El segundo componente en el que trabaja el COTEF es la relación entre civiles y militares. Aquí se busca mejorar el trato y la comunicación con las comunidades indígenas y poblaciones vulnerables, y responder a sus necesidades. También buscan fortalecer lazos con otros estamentos de la sociedad civil como empresarios, académicos y otras instituciones.

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En esencia, el objetivo de ambas líneas de trabajo es que se reconozca al Ejército no solo como una fuerza de combate sino como una institución multimisión que tiene la capacidad para construir carreteras, atender tragedias ocasionadas por desastres naturales y cuidar el medio ambiente. Para ello, la Fuerzas Militares enfocan sus esfuerzos para capacitar personal especializado es todas las áreas, en el que la transparencia y la lucha contra la corrupción son fundamentales.

Al mostrar todo el trabajo que están haciendo y el que viene, el General Mejía afirma que “demostramos contra todas las apuestas y pronósticos de aquellos que creían que solo somos una máquina de guerra, que se nutre de seguir en la violencia, que estaban equivocados y que poco conocen la ética y la moral de los soldados de Colombia”.

A la transformación del Ejército se han sumado la Universidad Nacional y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que han sido garantes de unas conversaciones francas y transparentes donde su principal tarea es la imparcialidad.

Con el éxito del primer ciclo de conversaciones, el reto de las Fuerzas militares es continuar ahondando en las relaciones con la comunidad en el esta vez, en Medellín, Tumaco, Valledupar y Cúcuta. No está de más recordar la reflexión del rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla: “Incluso en el diccionario Educación está antes que Guerra y por lo tanto creo que debemos trabajar de la mano”.