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| Foto: SEMANA

POLÍTICA

La tremenda soledad de Andrés Pastrana

El expresidente rompe relaciones con Víctor G. Ricardo, uno de los pocos leales que le quedaban.

8 de octubre de 2014

"Lo dicho por Víctor G. Ricardo, además de mentiroso, es absurdo”, afirmó Andrés Pastrana Arango en respuesta a su excomisionado de paz durante las conversaciones de paz con las FARC, quien sorprendió al país con la revelación de que el expresidente siempre supo que Manuel Marulanda Vélez, ‘Tirofijo’, no iba a asistir a la instalación de la mesa en el Caguán, lo que produjo la imagen de la silla vacía que le dio la vuelta al mundo.

El efecto de estas versiones tan contrarias tiene varias aristas. De un lado, es natural que con semejante descalificación Pastrana crea una brecha enorme con Ricardo, uno de los pocos hombres que le han sido leales durante toda su vida pública; y de otro, se abre de nuevo la discusión de los errores cometidos por Pastrana en su intento por lograr una salida negociada con las FARC.

La soledad en la que ha  ido cayendo Pastrana en el terreno político es un comentario frecuente que se oye en el Congreso. Si bien es el último presidente de la República que ha tenido en propiedad el Partido Conservador, en teoría, y por su condición de expresidente, es considerado uno de sus ‘jefes naturales’.

Pero su influencia en él es bastante reducida. Cuando ha salido a cuestionar al gobierno del presidente Juan Manuel Santos, los parlamentarios incluso lo han desautorizado, en repetidas ocasiones.

Es un hecho que Pastrana desde hace mucho se alejó de las directivas del partido y de las instancias para tomar decisiones. Los parlamentarios que se forjaron en su gobierno, hoy no lo tienen como referente. Pastrana, aunque respetado, ha dejado de ser influyente. Su última aparición pública fue porque, según él, le iban a cambiar a su jefe de escoltas, un hecho que fue desmentido por la Policía. Entonces anunció que se iba del país por amenazas, aunque luego trascendió que en realidad había salido porque tenía un viaje ya previsto.

Y sobre su manejo de un tema tan sensible como fue el proceso de paz con las FARC, lo ponen en una situación incómoda. La revelación de Ricardo fue hecha en una entrevista dada la revista El Poli, de la Universidad Politécnico Grancolombiano. En esta cuenta que ‘Tirofijo’ no iba a acudir a la instalación de la mesa porque había un supuesto plan paramilitar para matarlo. Su testimonio fue ratificado en la mañana de este miércoles en diálogo con La W: “Yo y, por supuesto, Andrés Pastrana sabíamos que Marulanda no iba a asistir. Desde luego eso hizo daño al proceso, pero no podíamos como gobierno salir a justificar esa ausencia, por eso nunca se dijo y yo he sido muy parco, cuidadoso y reservado, hasta ahora que lo estoy contando”.

El excomisionado agregó que ocho días antes de la cita, entraron a la zona de distensión –un área de 42.000 kilómetros cuadrados despejados por Pastrana y bajo control de la guerrilla– tres supuestos paramilitares que, según él, tenían el objetivo de matarlo a él o a Marulanda. “Era para que la opinión pública y la comunidad internacional pensaran que había sido la misma guerrilla la ejecutora del crimen”.
Según su testimonio, la guerrilla capturó a uno de los hombres, quien confesó el plan. Entonces  “el hombre confesó que la intención era matarme a mí y que si no era posible eso, el plan era ejecutar a Marulanda el día de la silla vacía. Con cualquiera de los dos muertos se habría acabado cualquier intención de diálogo”.

“Con esa información, Marulanda me llamó y me dijo que no iba a ir porque él no era negociador, que la guerrilla había nombrado a unos hombres para negociar y allá estarían, pero que no iba a correr el riesgo de un posible asesinato”, indicó. Según Ricardo, él intentó convencer a ‘Tirofijo’ de asistir, pero “fue imposible”.

Ricardo acepta que esa imagen simbolizaría un mal arranque de los diálogos. “Empezar con él dejando plantado en la mesa al presidente Pastrana era un error y Marulanda me contestó: ‘Es que al presidente no lo van a matar, a quien van a matar es a mí o a usted’, fue su respuesta”.

El excomisionado de la administración Pastrana confesó que tanto él como el expresidente tenían la información pero siguieron adelante porque “no podían justificar su falta y continuaron con la cita”.

“Lo que no podíamos hacer era justificar la falta de Marulanda a esa cita, por eso la silla quedó vacía. Yo sabía que Marulanda no iba asistir. Desde luego, eso hizo daño al proceso, pero no podíamos como gobierno salir a justificar esa ausencia, por eso nunca se dijo y yo he sido muy parco, cuidadoso y reservado hasta hoy que lo estoy contando”, reveló Victor G. Ricardo. Ante todo esto, Pastrana salió a desautorizarlo en público a través de su cuenta de Twitter. Un hecho llamativo y especialmente duro para uno de los hombres que hasta hoy le ha guardado una enorme lealtad.