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LA VISTA GORDA

La Policía y los militares comprometidos por omisión en la matanza de Segovia.

9 de enero de 1989

Los paramilitares no sólo se han convertido en el terror de las poblaciones campesinas y de los militantes de izquierda. También han logrado aterrorizar a la Policía y al Ejército. Por lo menos eso es lo que se deduce de la investigación adelantada por Manuel Salvador Betancur procurador delegado para las fuerzas militares, quien formuló pliego de cargos contra los comandantes de las dos fuerzas por no haber salido en defensa de la ciudadanía el 11 de noviembre, día de la matanza de Segovia.
Según las averiguaciones adelantadas por el procurador delegado, el mayor Marco Hernando Báez Garzón, comandante encargado en ese momento del Batallón Bomboná, tenía a su cargo 13 suboficiales y 111 soldados y "no tomó ninguna medida para contrarrestar el ataque de que era víctima inerme el pueblo segoviano". Por su parte, el comandante de Policía de Segovia, capitan Jorge Eliécer Chacón, quien tenía a su disposición un suboficial y 15 agentes, tampoco "dio ninguna orden para que su personal enfrentara ni mucho menos persiguiera a los atacantes", que no eran más de 12 y que acabaron con la vida de por lo menos 42 personas y dejaron otras 53 heridas.
Las acusaciones del procurador Manuel Betancur, pusieron de presente una situación en la que parece haberse dado cierto grado de complicidad por parte de las dos instituciones. Y aunque los cargos hechos contra los dos oficiales son los de "negligencia y graves omisiones", los argumentos en que se apoyan son mucho más graves. Por un lado, dice el procurador, "en lugar de acudir a defender la población la policía se atrincheró, a pesar de que obligadamente los criminales se pasearon muy cerca del comando para cometer sus despropósitos".
De otro lado, afirma el oficio del procurador: "Es incomprensible que los vehículos de los criminales hayan pasado desapercibidos si la carretera que conduce al poblado y serpentea la base militar en un largo trecho, es visible desde el primer puesto de vigilancia".
Pero las acusaciones no se quedan exclusivamente en el comportamiento del día de la matanza. Las investigaciones comprobaron que el 26 de octubre, el Ejército y la Policía intimidaron sistemáticamente a la población al simular una toma guerrillera, en medio de la cual se repartieron panfletos paramilitares. Otro de los resultados de las indagaciones hechas por el procurador Betancur, da cuenta del comportamiento de los oficiales quienes, cuando se emborrachaban, salian a la calle a gritar consignas contra las FARC y la UP. Escenas que coincidían con la aparición de los letreros en las paredes que decían: "Segovia, te pacíficaremos", firmados por el MRN (movimiento Muerte a Revolucionarios del Nordeste Antioqueño).
Pero, como si fuera poco, el comandante de la Policía, el día de la masacre, asumió una actitud que para muchos resulta una especie de "blanco es, gallina lo pone y frito se come". Con sorprendente desfachatez decía ante los micrófonos de Caracol y RCN que estaban siendo objeto de un asalto guerrillero y que en ese momento estaban respondiendo el ataque que la guerrilla hacia con rockets (ver recuadro entrevista de Caracol).
Lo cierto es que mientras el procurador llamaba a cuentas a los dos oficiales, se producían por lo menos tres nuevas masacres.

PILAS HERMANO
¿Son muchos los atacantes?
Estamos siendo hostigados pero ya el plan de defensa está instalado y todo. Estamos atrincherados, estamos sin novedad especial. No se sabe si son muchos, porque están desde las cuatro esquinas. Incluso, ya dañaron la alcaldía, la iglesia y nos dañaron el cuartel. Lo dañaron a tiros pero estamos todos bien. El personal de la Policía está todo bien.

O sea, ¿el personal de la Policía y el Ejército está bien?
Si. El Ejército parece que estuvo hostigado en la base y no ha podido salir a tomarse la población. Estamos esperándolos porque ellos deben venir por travesía porque no pueden meterse por la carretera. No se sabe cuántos son ni quiénes son. Si son de las FARC o de los Elenos. No se sabe todavía.

¿Cuántos son ustedes para defender la población?
Nosotros tenemos buena gente, buen personal. No le digo cuánto porque no me sirve. Pero tengo buena gente y todos conscientes. Todos son conscientes de la situación. Estamos todos bien, y dispuestos a todo.

¿ Ustedes requieren alguna ayuda de Bogotá?
Ahora sería utópico pedir ayuda, porque aquí no hay helipuerto o con la oscuridad no serviría pedir ayuda aérea, porque es la única manera para llegar a Segovia. Nosotros aquí nos mantenemos. Estamos preparados sicológicamente y físicamente para repeler cualquier ataque. Todo mi personal está listo. Ellos son gente que tiene el curso de la contraguerrilla, son muy preparados...
... Allá, pilas, hermano, que se me escondan abajo. Ya. (Más disparos).Ojo allá. Búsqueme la trinchera de ese lado, hermano. Hágame el favor.
Bueno, todavía hay escaramucitas un poquitico, hermano. No le puedo hablar más.