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Las cartas de Nigeria

Funcionarios africanos proponen un negocio muy bueno, pero muy raro.

2 de noviembre de 1992


UN DOCUMENTO MUY CUrioso le ha estado llegando en los últimos días a un amplio grupo de abogados y empresarios del país. Se trata de una carta procedente de Nigeria, en la cual a los destinatarios les proponen el que podría ser el mejor negocio de su vida: ganarse, en 14 días, una suma que podría llegar a los 18 millones de dólares, sin hacer mayor esfuerzo.
Las cartas vienen firmadas, casi siempre, por un funcionario público nigeriano, o por su representante. El objetivo de las mismas, según ellos, es encontrar en el exterior a una persona que les ayude a sacar de su país una determinada cantidad de dólares, para poder evadir los rígidos controles cambiarios que pesan sobre los empleados oficiales.
Lo curioso es que todos los firmantes reconocen que las divisas que pretenden sacar de su país fueron obtenidas mediante la sobrefacturación de contratos del gobierno. Porque si bien es conocido el altísimo nivel de corrupción oficial que hay en Nigeria, de ser cierto el contenido de las cartas ese país ostentaría el campeonato mundial en la materia.
En una de las cartas, por ejemplo, un tal Dr. Bojar Ene, alto funcionario de la Compañía Nacional de Petróleos de Nigeria según él, dice querer sacar de su país 45 millones de dólares obtenidos en la sobrefacturación en un contrato celebrado con una compañía israel. En otra, un tal Dr. Jaja Moni, quien dice representar a un alto funcionario del S Ministerio de Aviación, asegura que su cliente quiere sacar del país 22 millones de dólares obtenidos "al iniciar un contrato con una compañía internacional ".
En resumen, la propuesta es que les ayuden a sacar esa plata del país y a colocarla en una cuenta bancaria de Colombia, mientras ellos puedan disponer de ella. A cambio le ofrecen al destinatario de la carta una comisión del 40 por ciento. Otro 10 por ciento, según los remitentes, estaría destinado a cubrir los gastos que ocasione la operación. Y ellos estarían dispuestos a quedarse tan sólo con el 50 por ciento del dinero.
La condición es que el negocio tiene que hacerse dentro de la mayor "madurez y confidencialidad" dado que, al menos en ese caso del Dr. Bojar Ene, se trataría de "un func¿onario civil con 18 años de servicio meritorio". Por eso, y en eso coinciden todas las cartas, es preciso ser muy discretos en la operación, que al final traerá "beneficios a todas las partes ".
Las cartas le aseguran a los destinatarios que "se trata de una transacción 100 por ciento libre de riesgo y que puede tomar tan sólo 14 días bancarios para realizarse". Y con unas condiciones bastante simples: "1- Que estemos totalmente seguros de que nuestros fondos nos serán entregados después de la operación; 2-Que el dinero sea transferido a una cuenta que no sea muy afectada por impuestos, y 3- Que la transacción sea realizada con todo el secreto y la sinceridad que demanda".
Quienes decidan aceptar el negocio deben enviar al remitente de la carta dos o tres facturas proforma de su compañía y dos o tres hojas membreteadas, en ambos casos en blanco y debidamente firmadas y selladas. Dichos documentos, destinados según los firmantes de las cartas a encubrir la operación con un matiz comercial, deben ir acompañadas del número de la cuenta bancaria al cual irán los fondos, y de la dirección, el teléfono y el número de fax del empresario colombiano.
Debido, sin embargo, a tan ilegal y riesgoso requisito, casi todos los destinatarios de la curiosa misiva han pasado por encima de la propuesta sin considerarla siquiera. Pero no se sabe con certeza, si alguno se habrá visto tentado a ganarse tan jugosa comisión.
Es más, a estas alturas no se ha podido comprobar la veracidad de las cartas -aunque los sellos son efectivamente de Nigeria- ni su verdadera intención. No han faltado, incluso, quienes las quieran ligar con la ya famosa operación "hielo verde". O, por el contrario, con una operación internacional de lavado de dólares que busca evadir a las autoridades norteamericanas. Lo cierto del caso es que por muy corruptos que sean los funcionarios públicos en Nigeria, como dijo un empresario colombiano,"de eso tan bueno no dan tanto.-