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El segundo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y líder de los delegados de la guerrilla Luciano Marín (i), alias "Iván Márquez" llega junto a su compañero Rodrigo Granda (d), alias Ricardo Téllez,este lunes 20 de mayo del 2013, al Palacio de Convenciones de La Habana (Cuba). | Foto: EFE

CONVERSACIONES

¿Las FARC desaceleran los diálogos?

La guerrilla niega que haya un acuerdo con el Gobierno sobre un “banco de tierras”.

20 de mayo de 2013

Las FARC dijeron este lunes que no existe un acuerdo con el gobierno colombiano sobre un “banco de tierras”, como afirmó la prensa, y defendieron que cualquier entendimiento en el tema agrario debe tener en cuenta las propuestas que han presentado en la mesa de diálogo instalada en La Habana.

La delegación del grupo rebelde en los diálogos por la paz aseguró que “no hay nada que lleve por nombre Banco de Tierras”, en un comunicado leído por 'Jesús Santrich', alias de Seuxis Paucias Hernández, previo a otra reunión con el equipo negociador del gobierno de Juan Manuel Santos en el Palacio de Convenciones habanero.

También negó que existan convenios en los cuales el asunto de Zonas de Reserva Campesina se vaya a “finiquitar” con “redacciones” que “están por debajo de las expectativas y los logros que los campesinos han materializado con sus propios esfuerzos”. Ante estos anuncios, algunos analistas se preguntan si las FARC decidieron desacelerar el ritmo de los diálogos en La Habana.

Y es que las FARC fueron enfáticas al rechazar afirmaciones de medios colombianos “presentadas como ‘exclusivas’ derivadas de fuentes gubernamentales" hablando de supuestos acuerdos concluidos con el Gobierno. Las informaciones fueron interpretadas como avances concretos en una negociación que para muchos va a un ritmo demasiados lento.

La agencia EFE recuerda que las negociaciones del proceso por la paz han cumplido seis meses y todavía no han superado el primer punto de la agenda pactada, el problema de la tierra en Colombia, asunto que se considera el origen del conflicto armado que vive ese país hace casi medio siglo.

La guerrilla insistió en que cualquier entendimiento con el gobierno de Santos sobre restitución, formalización y distribución de tierras deberá tener en cuenta las 100 propuestas mínimas para el Desarrollo rural y agrario para la democratización y la Paz de Colombia, que han presentado en la mesa de diálogos.

Así mismo culpó a “latifundistas respaldados por el Estado” de que “alrededor de ocho millones de hectáreas de tierras” les han sido arrebatadas a los pobladores del campo “generando más miseria, masacres, desapariciones, encarcelamientos y un desplazamiento forzado de más de cinco millones”.

“Se trata de tomar en cuenta a todo el escenario rural, tanto el impactado de manera más directa por la confrontación y la violencia institucional, como el que se encuentra sometido al abandono y a la miseria secular”, subrayó.

También recordaron, entre otras de sus aspiraciones, aquella de que el país “recupere su capacidad de autoabastecimiento” y que además de las Zonas de Reserva Campesina, se establezcan Zonas Campesinas de Producción de Alimentos.

Las FARC además acusaron a algunos de los grandes medios de comunicación del país de actuar como “entes dedicados a orquestar el desprestigio del opositor, o ya el beneficio de las elites en el poder”, mediante tácticas que calificaron de “manipuladores, filtraciones, maquillados ‘sondeos’ y estadísticas acomodadas”.

“El proceso de paz de La Habana no se ha salvado de este tipo de maniobras”, subrayaron.

Pero se manifestaron “optimistas” y dijeron que confían en que este noveno ciclo de conversaciones con los negociadores del Gobierno termine “con anuncios” que den “certeza de avance y fe en la posibilidad de la reconciliación” a Colombia.

Si este ciclo logra cerrar el tema de la tierra, entonces los diálogos podrían pasar al siguiente punto de la agenda, referido a la participación política de la guerrilla cuando se alcance un acuerdo de paz definitivo.

El fin de semana el diario El Tiempo publicó un artículo en el que adelantaba detalles de un plan que, afirmó, “sería anunciado esta semana” por el Gobierno y las FARC y que contemplaba la redistribución a campesinos de tres millones de hectáreas de un “banco de tierras”, al que irían a parar baldíos que habían sido despojados al Estado por grupos armados ilegales.