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Alfonso Cano se puso gorrito navideño, tomó la bandera de la paz y liberó a todos los secuestrados. (Fotomontaje: Juan Alfonso Aguilera- SEMANA)

DIA DE INOCENTES

Las Farc liberan a todos los secuestrados y firman la paz*

“¡Fueron 50 años de equivocación!”, dijo ‘Alfonso Cano’, el hasta hoy líder guerrillero que prometió pagar en la cárcel los años que le ordene la justicia por los crímenes que cometió.

28 de diciembre de 2008

Las imágenes en los noticieros de televisión fueron impresionantes. Uno a uno, los secuestrados que tenían las Farc se iban encontrando con sus familias en diferentes zonas del país. Había liberados en el Guaviare, en el Meta, en el Chocó, en el Valle. El país entero era una sola fiesta que celebraba la libertad de policías, soldados, políticos y personas del común, que durante años permanecieron escondidos en diferentes lugares de las selvas colombianas. Algunos por más de una década.

Y si el país estaba eufórico con las liberaciones, se paralizó definitivamente con las palabras de ‘Alfonso Cano’, el ex jefe de las Farc que depuso las armas y se entregó a la justicia. En un discurso desde Plaza de Bolívar de Bogotá, a donde llegó tras una marcha de 20 días que inició desde la selva con 5 mil de sus hombres, se paró en una improvisada tarima, tomó un micrófono y gritó a los millones de colombianos que lo veían: “¡Espero que algún día me perdonen a mí y a las Farc los 50 años de equivocación que tuvimos!”, dijo Cano, afeitado y con una camisa blanca, quien le pidió perdón a las víctimas por los secuestros, las extorsiones, los homicidios y las tomas a los pueblos.

La multitudinaria manifestación que se agolpó en la plaza y que se confundía con la guerrillerada arrepentida, escuchó casi en completo silencio en el momento en el que Cano comenzó a reconocer uno a uno los errores que, según él, se habían cometido durante los últimos 50 años.

En un grupo aparte, una romería de niños acompañaba a Cano y sus hombres. Eran los niños reclutados que serían devueltos a sus familias y, en caso de que las hubieran perdido durante la guerra, serían entregados a Bienestar Familiar para que recibieran atención sicológica. Algunos llevaban aún fusiles sin proveedor al hombro.

“¡Nuestra revolución jamás ha debido recurrir al secuestro!, ¡La solidaridad, la igualdad y la justicia social jamás han debido buscarse con atentados a la infraestructura eléctrica y petrolera!, ¡Y el narcotráfico, nunca, nunca ha debido ser una vía para financiarnos!”, gritó Alfonso Cano antes de que la muchedumbre estallara en una estruendosa algarabía.

Junto a él se encontraban ‘Iván Márquez’, ‘Joaquín Gómez’, ‘Timochenko’ y el ‘Mono Jojoy’ (quien lucía más delgado y un poco enfermo) del Secretariado de las Farc. Durante una hora, cada uno de ellos tomó el micrófono, pidió perdón a las víctimas, y contó sus crímenes.

En un gesto inesperado, ‘Jojoy’ entregó a un delegado de la Comisión Nacional de Reparación un fólder con mapas detallados de los lugares donde durante años sembraron minas antipersona. “No se cuantos inocentes han quedado lisiados por nuestra culpa, pero si es necesario yo mismo quiero ayudar a sacar de la tierra esa infamia”, dijo.

Todos prometieron pagar sus delitos ante la justicia y juraron devolver todo el dinero que tenían para reparar en algo el daño que le causaron a miles de colombianos que tuvieron que padecer el látigo de la violencia de las Farc.
 
*Nota de Semana.com: La anterior historia no es real. En este Día de Inocentes les traemos historias que sin duda a muchos colombianos les gustaría que fueran verdad. Y ojalá, en cambio, muchos de los artículos de las tragedias, corrupción, politiquería, delincuencia, guerrilla y otros dramas de este año, esos sí, fueran una inocentada.