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A LAS GRANDES LIGAS

La revista 'Forbes' incluye por primera vez en su lista de "billonarios" a los tres hombres más ricos de Colombia.

8 de agosto de 1994

FORBES Y FORTUNE, LAS principales revistas de economía y negocios de Estados Unidos, publican anualmente un listado y un ranking de las personas más ricas del mundo. En esas páginas se registran los miembros de lo que se podría llamar el exclusivo club de los billonarios. El pasaporte de entrada a ese selecto grupo radica en tener una fortuna comprobada de más de 1.000 millones de dólares, es decir, algo más de 800.000 millones de pesos, suma que es superior al presupuesto anual del Ministerio de Defensa de Colombia.

Hasta hace pocos años esa lista estaba compuesta principalmente por ciudadanos de países industrializados como Estados Unidos, el Japón y los de Europa. Con el crecimiento económico del mundo en desarrollo el número de billonarios del Tercer Mundo aumenta cada vez más. De hecho, el listado de Forbes de este año incluye un número total de 358 -48 más que el año pasado-, de los cuales 120 son americanos y 91 son europeos. O sea, casi el 60 por ciento. El resto está compuesto por 86 del Lejano Oriente -Japón, Hong Kong, Tailandia, Filipinas, Indonesia, Singapur, Malasia, Corea, India y Australia-,14 del Medio Oriente y el Africa, cinco del Canadá y 42 de América Latina. Estos dos últimos números son sorprendentes, pues, en términos relativos, es el grupo que más ha aumentado en los últimos años al pasar de 12 billonarios en 1987 a la nada despreciable cifra de 47 el año pasado. De esta forma, en siete años se ha multiplicado por cuatro. Y México, concretamente, da cuenta de buena parte de ese crecimiento, pues en sólo un año pasó de siete billonarios a 22.

Pero Colombia también aporta su grano de arena. Una de las señas inequívocas del crecimiento de la economía colombiana es la llegada de los tres hombres más ricos del país a ese exclusivo club. Los primeros colombianos que aparecieron en esas páginas fueron narcotraficantes como Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha y la familia Ochoa. Aunque nunca se tuvo un valor exacto de la dimensión de esas fortunas, se dio por hecho que superaban la barrera de entrada de los 1.000 millones de dólares. Hace dos años figuró por primera vez una fortuna institucional colombiana: la de Julio Mario Santo Domingo. Pero todavía en la poca honrosa compañía de Escobar y la familia Ochoa.

Este año aparecen registrados por primera vez Carlos Ardila Lulle y Luis Carlos Sarmiento, además de Santo Domingo, quien figura desde 1992 y cuyo valor neto para este año quedó estimado en 1.200 millones de dólares. Al primero lo registra como el "rey del azúcar de Colombia" y establece su valor neto en 1.000 millones de dólares. La revista también relata su intención de lanzarse al mercado de la cerveza este año para competir con su viejo rival Julio Mario Santo Domingo y su aspiración de conquistar el 20 por ciento del mercado cervecero de Bogotá en el primer año de operación.

A Luis Carlos Sarmiento lo registra como un hombre que ha estado "construyendo apartamentos desde que se graduó de la uníversidad a principios de los años 50. Hasta la fecha, su compañía de construcciones, la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, ha construido 26.000 viviendas en Bogotá; uno de cada 50 bogotanos vive en una casa construida por Sarmiento. También construye en Puerto Rico, donde ha desarrollado más de 500 unidades de vivienda en las afueras de San Juan ".

Posteriormente informa sobre la creación de Administraciones Bancarias, la nueva holding financiera de la organización. A esa sociedad se le piensa trasladar la propiedad de la participación de Sarmiento en los bancos de Bogotá y Occidente, en la Corporación de Ahorro y Vivienda Las Villas, la Corporación Financiera de los Andes y en Seguros Alfa. Y es precisamente a partir de esa sociedad -cuyo mayor activo es el 70 por ciento del Banco de Bogotá- que se determina el valor neto de Luis Carlos Sarmiento en 1.300 millones de dólares.

Este último dato es quizá la noticia más sorprendente de la publicación, pues colocaría a Sarmiento como el hombre más rico de Colombia. Y eso no necesariamente es exacto. Para comenzar, la misma revista se estaría contradiciendo, pues afirma en otro aparte que Julio Mario Santo Domingo es el hombre de negocios más rico del país. De otra parte, los cálculos pueden ser algo simplistas. Son, en esencia, el resultado de un periodista estadounidense que se pasa una semana en Bogotá pretendiendo establecer un valor que ni los mismos dueños pueden saber con absoluta exactitud.

Todos estos grupos están compuestos por una compleja telaraña de sociedades donde poco tiene que ver el valor que aparece en libros de muchas de ellas con la realidad económica y financiera. Hasta la fecha nadie ha realizado un avalúo completo y exacto de todas las filiales del Grupo Santo Domingo ni de la Organización Ardila Lulle. Ni siquiera la cotización en bolsa de una empresa como Bavaria refleja necesariamente su verdadero valor. De hecho, hay quienes consideran que analizada con criterios como el valor de reposición de sus activos o el de su capacidad de generación de caja, Bavaria vale mucho más de lo que refleja su capitalización de mercado.

Algo similar sucede con la Organización Ardila Lulle. Está estructurada con base en cinco sociedades matrices que son las dueñas de todo. Y como esas sociedades no cotizan en bolsa y a Ardila en términos generales no le gusta tener socios, es casi imposible determinar una valoración confiable.

Establecer con precisión el valor de activos como el número de hectáreas sembradas de caña de azúcar de su propiedad en el Cauca y el Valle del Cauca es bastante difícil.

El caso de Luis Carlos Sarmiento puede ser algo diferente en la coyuntura actual. La reciente creación de Administración Bancaria con el propósito de consolidar ahí toda su propiedad de entidades financieras tiene un fin muy concreto. Abrir esa área de la organización al público mediante su inscripción en bolsa y una oferta pública en los mercados internacionales. Sarmiento pretende flotar un porcentaje -aún indeterminado- de la propiedad de esa holding financiera. Para tal efecto se ha realizado una valoración precisa de la compañía y se ha establecido en una suma cercana a los 1.000 millones de dólares. Según la publicación estadounidense especializada Emerging Markets Week, la "sociedad está planeando colocar entre 80 y 150 millones de dólares en acciones mediante una emisión de American Depositary Receipts" o ADR's. Esa misma publicación agrega que el grupo ya invitó a cuatro o cinco bancos de inversión internacionales entre los que se encuentran Morgan Grenfell, Goldman Sachs y Merril Lyneh.

A los 1.000 millones de dólares de la valoración reciente de los activos financieros, Forbes le agrega el valor de las empresas constructoras de Sarmiento y de su participación en Cocelco, la operadora privada de telefonía celular en la región occidental de Colombia. La revista estima el valor de esas sociedades en 300 millones de dólares, con lo cual llega a la suma de 1.300 millones de dólares como valor neto de Luis Carlos Sarmiento.

En todo caso e independientemente de quién sea el más rico, no deja de ser sorprendente la cifra de tres billonarios. Un país tan poderoso como Australia apenas cuenta con uno. Venezuela y la India, con dos, y Canadá, con cinco. La gran pregunta de ahora es quién les seguirá en la lista a los tres grandes de Colombia.