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Las guerreras

Cincuenta mujeres guerrilleras y paramilitares se han convertido en la obsesión de los organismos de inteligencia y las Fuerzas Militares.

16 de noviembre de 2002

El nombre de Nely Avila Moreno salió del anonimato hace seis semanas, y no precisamente por el Reinado Nacional de la Belleza. El sábado 21 de septiembre, durante un consejo comunitario celebrado en Manizales, el presidente Alvaro Uribe destinó una parte del discurso de instalación a pedir la colaboración de los habitantes del Viejo Caldas para capturar a esta mujer, que se desempeña como comandante del frente 47 de las Farc, donde es conocida con el alias de 'Karina'. El Presidente anunció una recompensa de 1.000 millones de pesos por la cabeza de la guerrillera que, según la Fiscalía, es la responsable de los secuestros masivos y las pescas milagrosas que han ocurrido durante el último año en la zona cafetera.

Para la mayoría de los colombianos que vieron la transmisión del consejo comunitario en directo por televisión se trataba de la primera vez que escuchaban hablar de una comandante guerrillera. Para Uribe, así como para las Fuerzas Militares y la Fiscalía, el nombre de 'Karina' se había convertido en un episodio bastante familiar. Durante su período en la Gobernación de Antioquia, a mediados de la década pasada, Uribe encomendó -sin éxito-a los mandos militares de Urabá la captura de esta guerrillera, sindicada por esa época de pertenecer a la cúpula del quinto frente de las Farc.

De acuerdo con los organismos de inteligencia 'Karina' lideró algunas acciones durante la guerra que las Farc libraron con las autodefensas en el Urabá antioqueño. Luego de que las Farc perdieran dominio territorial en el Eje Bananero la guerrillera desapareció de los radares de los organismos de inteligencia hasta que, a mediados de 2000, apareció en el suroriente de Antioquia como comandante del frente 47 y presentó el Movimiento Bolivariano de las Farc en la plaza del municipio de Nariño, el cual fue parcialmente destruido durante una toma guerrillera que ella misma dirigió.

Contra esta mujer, nacida en el corregimiento de Nueva Colonia, Turbo, hay cerca de una docena de procesos que cursan en la Unidad Nacional de Derechos Humanos de la Fiscalía. En uno de ellos está sindicada de comandar los tres frentes guerrilleros que el 12 de diciembre de 1999 se tomaron a sangre y fuego el Batallón de Fusileros de Infantería de Marina No 5 en Juradó, Chocó. Durante esa incursión los insurgentes asesinaron a 25 militares y secuestraron a otros 12. En otra investigación 'Karina' está sindicada de comandar la toma al corregimiento de Arboledas, jurisdicción del municipio de Pensilvania, departamento de Caldas, y Nariño, Antioquia, ocurridos a mediados de 2000.También tiene procesos por secuestro, homicidio agravado, lesiones personales, concierto para delinquir, hurto y terrorismo en los departamentos de Risaralda, Caldas, Antioquia y Chocó, en donde tienen su radio de acción los 250 miembros del frente que ella comanda.

Tras la denuncia pública que hizo el presidente Uribe durante ese consejo comunitario en Manizales 'Karina' no sólo se convirtió en la mujer por la que se ha ofrecido la más alta recompensa en la historia del país, sino que dejó sobre el tapete un tema del que poco se habla en Colombia: las mujeres que comandan la guerra.

Victimarias

A pesar de ser la más importante, 'Karina' no es la única mujer que desvela a las autoridades. Junto a su nombre los organismos de inteligencia, las Fuerzas Militares y la Fiscalía han elaborado una lista de 51 mujeres, 49 guerrilleras y dos paramilitares, a quienes consideran las más peligrosas del país debido a sus acciones dentro de la guerra. 'Juliet', 'La Paisa', 'La Pitufa', 'Nidia la Loca' o 'Colombia Escobar' son tan sólo algunos de los alias de estas mujeres que tienen procesos pendientes con la justicia por secuestro, concierto para delinquir, homicidio, terrorismo y rebelión

Como sucede con los hombres en la guerrilla o en las autodefensas, algunas de estas mujeres son más conocidas que otras. Es el caso de Lucía González, alias comandante 'Lucía', segunda al mando del frente 22, que opera en Cundinamarca, por quien hay una recompensa de 50 millones de pesos. Las autoridades la sindican de participar directamente en 12 secuestros en la región y el asesinato de tres personas. Por secuestro y por homicidio agravado también están en la mira Francy María Orrego, alias 'Erika Montero', segunda al mando del frente 49 de Nariño, y Madeleine Pertuz, alias 'María', tercera en el organigrama del frente 6. Según los registros de inteligencia militar Jeisy Janneth Restrepo, alias 'La Mona', es la subcomandante del frente 34 de las Farc y es buscada por planear y ejecutar emboscadas a patrullas policiales y militares en el noreste antioqueño.

Dentro del listado de las 49 guerrilleras más buscadas 48 son de las Farc y ocupan cargos que van desde comandante de frente, como 'Karina', hasta jefe de logística de red urbana, jefe de finanzas, comandantes de escuadra y subcomandantes como 'Erika' o 'Lucía'. Dentro de los registros de las autoridades sólo una mujer pertenece al ELN. Se trata de Gloria Inés Charry, quien es sindicada de ser la jefe de milicias del frente Domingo Laín, que opera en Norte de Santander. En el caso de las mujeres que hacen parte de las filas de los paramilitares las autoridades sólo han identificado a dos pero, a diferencia de las guerrilleras, no tienen ningún tipo de rango de mando dentro de la organización. Se trata de Ingrid Johanna Guerra Soler y Nidia Esther Velilla Pérez, alias 'La Doctora', a quienes un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos acusa de haber participado activamente en la masacre en que fueron asesinadas 30 personas en el corregimiento de Chengue, jurisdicción del municipio de Ovejas, departamento de Sucre, el 17 de enero de 2001.

El listado de las 52 mujeres no incluye a aquellas que están lejos de los frentes de guerra, como es el caso de, entre otras, 'Mariana Páez', ex integrante del comité temático durante las negociaciones; Olga Lucía Marín, integrante de la comisión internacional de las Farc, o 'Rocío Beltrán', quien participó por las Farc en la mesa de negociación como representante del Movimiento Bolivariano. El registro de nombres fue elaborado con un cruce de información de todos los organismos basados en acciones directamente relacionadas con actuaciones militares.

El segundo sexo

Aunque las 52 mujeres que son buscadas por el gobierno han alcanzado alguna relevancia dentro de las organizaciones, lo cierto del caso es que ese hecho constituye la excepción a la regla. Lejos de desempeñar un papel importante en la estructura de las organizaciones armadas por fuera de la ley la mujer es obligada a realizar trabajos menores que van desde cocinar los alimentos hasta la recolección de leña. A veces se le emplea en labores de inteligencia y en muchas ocasiones su importancia es medida por su capacidad de prestar favores sexuales a sus compañeros, según dijo a SEMANA una fuente que trabaja con los guerrilleros reinsertados.

De las 6.000 mujeres que en promedio integran las Farc y el ELN el 40 por ciento (es decir, unas 2.500) son niñas cuyas edades oscilan entre los 12 y los 17 años. Se estima, igualmente, que el núcleo mayoritario de mujeres guerrilleras adultas fluctúa entre los 18 y los 22 años de edad. Las estadísticas que apoyan esas cifras están contenidas en el libro Las mujeres y la guerra y hacen parte de un libro sobre la mujer en el conflicto publicado el año pasado por la investigadora Charlotte Lindsey.

Aunque estas temidas mujeres están en la mira de las autoridades y han logrado puestos de mando e importancia no son un reflejo de las condiciones y el trato que recibe la mujer en estas organizaciones criminales, en las que sigue primando el machismo y el maltrato hacia el mal llamado sexo débil.