Home

Nación

Artículo

LAS MARIAS

A LAS "MARIAS" LES TOCO ENFRENTARSE EN TELEVISION A LOS DOS TITANES DE LA RADIO COLOMBIANA

18 de mayo de 1992

LAS MARIAS
La llave entre Maria Isabel Rueda y Maria Elvira Samper ha sido el secreto del éxito del Noticiero QAP.
HACE APENAS DOS MESES EL 90 POR CIENTO de los colombianos no sabían qué significaba la palabra QAP. Hoy todavia no lo saben, pero dado el éxito del noticiero que lleva ese nombre, esta sigla ha entrado a formar parte de la jerga nacional. Para los que no saben, QAP es un término de radio que corresponde a las palabras en inglés Quick Action Provided, que significa "quedar en línea". Pero para la mayoría de la gente es el nombre de un noticiero que en muy poco tiempo ha creado un revolcón en el mundo de los informativos de la televisión del país. El último rating de Nielsen sobre sintonía de informativos lo colocó en el primer lugar con un puntaje de 40.88. Esto significa más del doble sobre su enfrentado CMI que obtuvo 18.36. Como la mayor expectativa en la última licitación de televisión se centraba en la franja de las 9:30 de la noche, no es exagerado afirmar que en la primera pelea QAP ganó por nocaut.
QAP es el noticiero dirigido por María Elvira Samper y María Isabel Rueda, conocidas hoy en el medio como las "Marías". Aunque siempre habían contado con mucho respeto profesional, el contendor que el Gobierno les había colocado en frente consistía ni más ni menos que en el dúo de Yamid Amat y Juan Gossaín, que daban la impresión de ser la llave de mayor peso en el mundo del periodismo informativo. Se habían enfrentado el uno al otro, en los informativos radiales de la mañana en Caracol y RCN. Y la conclusión de esa guerra a muerte, que acabó siendo un empate, fue que cada uno de ellos era un titán. Yamid tenía el mérito de haber revolucionado la radio inventándose ese tipo de programas. Y Gossaín el de haber colocado a RCN por lo menos al nivel de Caracol cuando se volvió su competencia.
Ahora los dos grandes de la radio, rivales en el pasado, iban a convertirse en socios de su propia empresa de televisión para enfrentarse a las "Marías", consideradas su contraparte periodística en el sexo débil. Como el país es machista las apuestas estaban inclinadas del lado de "los muchachos". Por eso es que el nocaut en la primera pelea sorprendió aunque Juan Gossaín nunca llegó a subir al ring.
Porque en lo que no hay que equivocarse es que fue la primera pelea porque la contienda va para largo. Con la inminente salida de Yamid Amat en la presentación del noticiero y su reemplazo por la actriz María Cecilia Botero y el presentador colombo-filipino de Univisión, Manuel Teodoro, CMI aspira a demostrar, como decía José Fernando Gómez, que la pelea es peleando.
A pesar del pésimo lugar que hoy ocupa en sintonía, los conocedores del medio están de acuerdo en una cosa: que el contenido del Noticiero CMI es muy bueno. Su estancamiento es atribuido, casi exclusivamente, a la presentación de Yamid Amat, quien no calculó que su talento periodístico era inversamente proporcional a su sex appeal en la pantalla. Esto ha hecho que las características de su presentación hayan tenido más peso que la calidad periodística de su dirección. Hoy Amat ya ha aprendido que la fuerza de su voz en radio no se puede trasladar a su presencia en la pantalla.
Curiosamente esta lección ya la habían aprendido María Isabel Rueda y María Elvira Samper. Las dos ya habían sido directoras de televisión y esa experiencia las había llevado a la conclusión que dirección y presentación son dos ciencias diferentes. Más notorio fue el caso de María Isabel, quien paradójicamente debutó en el Noticiero 24 Horas como directora y presentadora de noticias junto con Yamid Amat. El fracaso de este experimento llevó al retiro de ambos de la pantalla y a su reemplazo por las dos lindas Arango -María Elvira y Adriana-, conocidas como las barbies.
Tan pronto aparecieron en el Noticiero 24 Horas el ratíng comenzó a subir hasta llegar al primer lugar.
Con esta lección aprendida, las dos "Marías" decidieron no aparecer en pantalla, pues como dice el refrán, "soldado avisado no muere en guerra". Después de un largo proceso de selección decidieron jugarse las cartas de Adriana Larrota y Paulo Laserna como presentadores. Ella era una reportera del Noticiero de las Siete y él era un aspirante a político seguidor de Andrés Pastrana.
Desde el primer momento la fórmula fue todo un éxito. Adriana Larrota, pelilarga y medio hippy en el pasado, cambió más que la Cenicienta cuando le cortaron el pelo, la maquillaron y le pusieron ropa de boutique. Hoy es unánimemente considerada una revelación como presentadora y buena parte del éxito del noticiero se le atribuye a su imagen. La aceptación a Laserna fue más gradual. Tuvo bastantes críticas inicialmente y parecía opacado por su pareja.
Con el transcurso del tiempo, sin embargo, o ha mejorado mucho o la gente se ha acostumbrado a él. Pero el hecho es que este binomio tiene al noticiero donde está.
Pero más innovación que los presentadores en QAP ha sido el set. Es el único noticiero que no transmite desde Inravisión. Las "Marías" fueron las primeras que se acogieron a la nueva política del Instituto de permitir transmitir desde estudios privados. Se pensó que iba a tomar mucho tiempo para que esto se convirtiera en realidad, pero ellas se adelantaron construyendo su propio estudio en un terreno que les cedió RCN- Televisión, la programadora con mayor infraestructura del país. Contrataron a la firma Sanín Asociados que está hoy a la vanguardia de la escenografía de télevisión con gran experiencia en la elaboración de sets espectaculares como los del reinado de Cartagena. El objetivo era construir un estudio que no solamente sirviera como escenario para la presentación de noticias, sin que al tiempo estuviera integrado a la sala de redacción. En cierta forma era una copia de los noticieros norteamericanos como CNN, donde los escritorios de los periodistas y los presentadores prácticamente se confunden. Felipe Sanín (el gerente de la firma Sanín Asociados) no sólo igualó sino que mejoró la propuesta con un espacio amplio, con grandes ventanales que dan la sensación de vista panorámica hacia la ciudad. Gran parte del éxito de QAP obedece a las innovaciones de presentación de noticias a través de un diálogo en vivo entre presentadores y periodistas y en todo este experimento ha desempeñado un papel clave el set.
Sin embargo, la verdadera fórmula ganadora en QAP son sus dos directoras.
Ellas se inventaron la modalidad de presentación que tanto ha gustado y son las responsables cada noche del contenido del noticiero. Como profesionales es sorprendente ver cómo se apoyan y se complementan. María Elvira es el equilibrio, María Isabel la audacia. María Elvira representa el culto a la objetividad y María Isabel el riesgo creativo. La combinación de estos factores se ha traducido en el primer lugar de sintonía entre los noticieros en la actualidad.
A primera vista no podían ser dos personas más diferentes. En su juventud la una fue ultragoda y la otra ultraliberal. La una del Rosario y la otra de Los Andes. Una está casada, la otra separada. Pero a pesar de todas esas diferencias, sus vidas profesionales han sido casi paralelas. Ambas han pasado por los tres medios: prensa, radio y televisión. Ambas trabajaron en SEMANA, la una (María Elvira) llegando del noticiero de Jaime Soto y la otra (María Isabel) de El Siglo. Ambas madrugaron a las cinco de la mañana para hacer radio en los programas matutinos. María Elvira en RCN al lado de Juan Gossaín y María Isabel en Caracol al lado de Yamid Amat. Las dos dirigieron noticieros de televisión (Noticiero de las Siete y 24 Horas). En todas estas actividades se destacaron y -tal vez más importante acabaron convirtiéndose en íntimas amigas.
Esta amistad fue la base de la sociedad que produce hoy el noticiero QAP, que puede ser considerado uno de los milagros no sólo periodísticos sino empresariales de los últimos tiempos.

La palabra milagro no es exagerada si se tiene en cuenta que la adjudicación de un espacio de noticiero diario a las 9:30 de la noche es uno de los premios gordos en el juego del poder en Colombia. Detrás de este espacio siempre están partidos políticos, grupos económicos, amigos de los presidentes, para no mencionar sino unos pocos. María Elvira y María Isabel siempre han sido periodistas destacadas. Pero no representan a ningún grupo político ni económico ni son íntimas del Presidente. Como si fuera poco; ninguna disponía de capital diferente del de su sueldo en el momento de la licitacIón, y las inversiones para montar un noticiero se pueden acercar a los 500 millones de pesos. En esas condiciones, haber "coronado" requirió tanto de suerte como de estrategia.
¿Cómo lo hicieron? Un año antes de la licitación, durante un almuerzo, decidieron que había llegado el momento de salir de pobres. Años de reconocimiento profesional constituían una victoria moral, como las de los ciclistas colombianos, pero no más. Esta conversación, sin un centavo de respaldo, en ese momento parecía poco menos que una utopía. Comenzaron a buscar posibles socios capitalistas, que consideraran el prestigio periodístico de ellas un activo equiparable al de la solvencia económica. El primer contactado fue Carlos Mejía, el nuevo fenómeno de la comercialización masiva de medios en Colombia. Mejía agradeció la invitación, pero manifestó que como tenía vínculos comerciales con varias programadoras, consideraba que habría una incompatibilidad al ser socio de alguna. Les recomendó sin embargo, a Diego Fernando Londoño, quien por esos días también soñaba con programadora propia. Este manifestó interés pero no sabía si se iba a ir por el lado de las noticias o de la programación general. Finalmente nunca se concretó nada. Conversaron entonces con Luis Alberto Moreno, actual director del IFI, y amigo cercano de ambas. Su argumento fue que a pesar de no ser accionista del Noticiero TV Hoy, de la familia Pastrana, su relación con ellos y con el noticiero hacía impensable montarles una competencia.
Después vino el turno de Julio Andrés Camacho, entonces director de Cromos, quien aceptó sin reparos. A partir de ese momento el dúo se convirtió en trío. Se pusieron de acuerdo en que la tercera persona podría ser Marcela Monroy de Posada, esposa entonces de Roberto Posada, columnista de El Tiempo, cuya prestancia en el campo jurídico sería clave para algo tan importante y dispendioso como una licitación de televisión. Marcela aceptó y la esposa de D'Artagnan entró a acompañar a los tres mosqueteros.
En ese momento surgió algo inesperado. Enrique Santos Calderón se reunió con María Isabel Rueda y le manifestó que pensaba licitar un noticiero y que le gustaría que ella fuera directora y socia de ese grupo. Se le respondió que ese proyecto ya estaba andando por otro lado y que lo mejor sería unir fuerzas, pero únicamente con Enrique y no con sus hermanos para evitar que el poder de El Tiempo se convirtiera en un argumento en contra para la adjudicación. Así se acordó y quedó conformado el grupo de cinco personas.
Dentro de los requisitos de una licitación, sin embargo, las personas no son suficientes. Por tecnicismos de puntaje se requería una sociedad con una trayectoria en televisión frente al Estado, y de eso prácticamente no hay. Las que están vigentes no están en venta y las no vigentes han sido liquidadas. Pero dentro de esta cadena de milagros se presentó otro. La sociedad TV 13, de Benjamín Villegas y Rodrigo Castaño, había salido de la televisión en 1982. Sin embargo, no sólo estaba vigente sino que su hoja de vida era inmaculada, ya que sus dueños nunca habían incumplido con Inravisión. Después de unas breves negociaciones, la sociedad fue vendida y uno de sus socios, Benjamín Villegas, siguió en la nueva etapa.
Una sociedad como TV 13 aumentaba enormemente el puntaje para calificar ante Inravisión. Pero, aún así, faltaba el dinero. Para capitalizar la sociedad se requería girar 150 millones de pesos en pocos días. Sin esto se perderían todos los beneficios que habían ganado al adquirir a TV 13. Con ahorros del orden de un millón de pesos por cabeza, era difícil que ese conglomerado pudiera reunir 150 millones de pesos en ocho días. El mecenas fue Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien les dio la mano en ese momento de vida o muerte.
En pocos meses, desde el utópico almuerzo de las dos "Marías", ya había socios, empresa y plata. En las especulaciones previas a la licitación, ya se mencionaba la posibilidad de un noticiero de fin de semana, espacio mucho menos cotizado que la franja diaria. A todas estas faltaba todavía la llegada del hada madrina: Gabriel García Márquez.
Cuando se estaba discutiendo la conformación de un consejo editorial, María Elvira Samper y Enrique Santos, dada su amistad con él, pensaron en ofrecerle la presidencia. García Márquez contestó que le interesaba pero no a nivel de símbolo sino de doliente. En otras palabras, quería ser socio. Y quería serlo en una proporción no inferior al 50 por ciento. Esto produjo sorpresa entre la gente de TV 13, pues pasarían a ser todos minoritarios frente a quien esperaban que fuera apenas el presidente del consejo editorial. Jocosamente le dijeron que sería un despropósito, pues él era el único de todo el grupo que ya era rico. De buen ánimo inmediatamente aceptó el argumento y en un gesto de realismo mágico dijo entonces que si no podía ser el más grande quería ser el más chiquito.
Dicho y hecho. Después del retiro de Marcela Monroy, quien renunció para hacerse elegible como miembro de la Corte Constitucional, la distribución de acciones de la sociedad quedó en la siguiente forma: Enrique Santos Calderón 30 por ciento; María Elvira Samper 17 por ciento; María Isabel Rueda 17 por ciento; Julio Andrés Camacho 17 por ciento; Gabriel García Márquez 13 por ciento y Benjamín Villegas, como socio heredado del TV 13 anterior, acabó quedando de minoritario con un seis por ciento .
Esta ecuación, con un Nobel, un Santos, dos Marías, un samperista (Julio Andrés Camacho) y un "colado" (B. Villegas) terminó siendo la fórmula perfecta para que el Gobierno adjudicara uno de los codiciados espacios de las 9:30 de la noche. El otro se lo otorgó a la sociedad CMI, compuesta en un 70 por ciento por el industrial José Deuver y en un 30 por ciento por Yamid Amat y Juan Gossaín por partes iguales.
¿Qué puede haber detrás de un noticiero que logra en escasos tres meses producir semejante nocaut? Hay dos áreas en las que sin duda alguna QAP es innovador: el espectáculo y el editorial. En el pasado los noticieros en Colombia se limitaban al sobrio registro de los acontecimientos del día, sin tomar posición y sin adomar las noticias. QAP lo hace. El noticiero, además de estético y ágil, es alegre y a veces ligero con ambiente y ritmo de magazin.
Pero a la vez no tiene-ninqún problema en analizar las noticias y sentar opiniones propias. Teóricamente los noticieros no deben editorializar y este principio se considera sagrado en las cartillas de comunicación contemporánea. QAP editorializa. No se limita a presentar la noticia sino que la interpreta. Califica o descalifica personajes. Genera polémica. Caza peleas. Esto se ha traducido en que se ha convertido en un noticiero con poder. Desde Juan Guillermo Rios, quien introdujo el populismo en la televisión, no se había concentrado tanta atención ni tanta influencia en un noticiero.
Todo esto no se ajusta a los cánones de la televisión contemporánea. Pero gusta como lo demuestran las encuestas de sintonía. Y esta audacia informativa, acompañada de toda la parafernalia tecnológica que exhibe el noticiero, han fijado un punto muy alto y se han convertido en el término de comparación de todos los noticieros del país.