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Bryan Ruiz, de Costa Rica, uno de los motores de Costa Rica (izquierda). Argentina, hasta ahora, ha dependido en gran medida de Messi. En la foto, su gol de tiro libre ante Nigeria.

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El gran arranque de Latinoamérica en la Copa Mundo

Los equipos del continente han dejado una muy buena imagen, y no precisamente los más famosos. Costa Rica ha sido la gran revelación. Europa, en cambio, ya vio regresar a casa a varios candidatos al título.

28 de junio de 2014

Los resultados son más que evidentes. De los seis equipos de Suramérica que clasificaron al Mundial Brasil 2014, cinco alcanzaron la fase de octavos de final. De los cuatro representantes del Caribe, Centro y Norteamérica, tres hicieron lo mismo. Eso significa que nueve representantes de este lado del mundo (de los cuales ocho son de América Latina) se clasificaron entre los 16 mejores del torneo.

Europa, que cuenta con 13 cupos al campeonato Mundial (cinco más que toda América), apenas logró clasificar seis equipos a octavos de final. África, dos de cinco, y Asia, ninguno de cuatro. De este modo, hasta antes de que comenzaran los octavos de final, el Mundial había sido un éxito para los equipos de América Latina. Incluso Ecuador, eliminado por Francia y Suiza, también estuvo a punto de pasar a octavos, de no haber sido por una jugada fortuita ante Suiza cuando terminaba el partido. Ecuador desperdició una clarísima opción de gol que le hubiera significado ganar tres puntos y en la réplica Suiza logró marcar y dejar a los ecuatorianos con las manos vacías. El único equipo del continente que estuvo lejos de cualquier opción de pasar fue Honduras, que sin embargo dejó una buena imagen en su partido ante Ecuador a pesar de perder 2 a 1.

Pero lo más llamativo de esta primera fase es que Brasil y Argentina, las dos grandes vedettes de América Latina, no fueron precisamente los equipos más llamativos, así hayan clasificado. Brasil venció a Croacia con la ayuda del árbitro, que le regaló un penal cuando el partido estaba empatado a un gol. Pasó grandes trabajos ante México, en un juego que terminó sin goles en parte gracias a la gran actuación del arquero Guillermo Ochoa y que al final los mexicanos hubieran podido ganar. Cerraron su fase con un cómodo triunfo ante Camerún 4 a 1, pero en ese partido volvieron a mostrar graves desinteligencias defensivas.

Los argentinos, por su parte,  ganaron sus tres juegos sin convencer. Sus rivales, de pocos pergaminos, desnudaron las graves dificultades defensivas del equipo. El mediocampo muy rara vez generó juego asociado y al final 

argentina dependió de alguna individualidad de Messi para llegar al gol. Ante Irán esta llegó en tiempo de reposición, cuando el empate sin goles parecía más que cantado y los argentinos aún recordaban con pánico las dos milagrosas salvadas del arquero Sergio Romero en un par de ataques iraníes.

Sin duda la gran sensación del torneo en la primera fase fue Costa Rica. El equipo que dirige el estratega colombiano Jorge Luis Pinto despedazó las apuestas al vencer 3 a 1 a Uruguay en una brillante demostración, que hizo quedar en ridículo a la Celeste. Cuatro días más tarde venció a Italia por la mínima diferencia en otra actuación histórica. El equipo del pequeño país centroamericano se dio el lujo de despachar a dos equipos que, entre ambos, han ganado seis Copas del Mundo. Ya clasificado, empató sin goles con la ya eliminada Inglaterra en un juego muy llamativo y de alto nivel técnico.

Además de un muy buen juego de conjunto y de contar con jugadores de gran talento como Joel Campbell, Costa Rica mostró un gran estado físico y pudo jugar a muy buen ritmo los 90 minutos de cada partido, algo que no lograron los uruguayos ni los italianos, que terminaron sin piernas ante los ticos.

Se nota la mano del técnico Pinto, quien estudió a conciencia el funcionamiento de sus rivales y así encontró la manera de desconectar sus líneas y hacer que los partidos se jugaran de acuerdo con las necesidades de los costarricenses.

Colombia no se quedó atrás. Ganó sus tres partidos ante Grecia, Costa de Marfil y Japón, pero en algunos pasajes de los tres partidos perdió el control del balón y mostró ciertas debilidades, en particular en sus laterales.

México y Chile fueron dos equipos que mostraron una gran solidez táctica. México venció 1 a 0 a Camerún en su debut, luego logró el histórico empate ante Brasil y le ganó en un gran partido a la difícil selección de Croacia, con una lección magistral de cómo se debe jugar al fútbol. Chile, por su parte, tuvo un comienzo dubitativo ante Australia, a la que venció 3 a 1 sin merecerlo, pero luego derrotó con gran propiedad a España por 2 a 0. Ante los holandeses, a pesar de perder 2 a 0, mostraron mucha solidez en sus líneas.

Uruguay, por su parte, tras el lamentable debut ante Costa Rica, logró sobreponerse a la adversidad al vencer a Inglaterra y a Italia en dos juegos en los que impuso su temperamento. Una lástima que el absurdo mordisco que le propinó Luis Suárez al defensor italiano Giorgio Chiellini haya empañado de una manera tan absurda el desempeño de los charrúas.

Mención especial merece Estados Unidos, que ha mostrado un juego ordenado y con jugadores talentosos y con mucho criterio. Vencieron a Ghana en un formidable partido, ante Portugal (empate 2 a 2) protagonizaron uno de los mejores partidos del torneo y, aunque perdieron 1 a 0, le jugaron de igual a igual a los alemanes.

El balance europeo, en cambio, es más bien triste. La favorita España se fue eliminada tras perder ante Holanda 5 a 1 y 2 a 0 con Chile. Inglaterra tuvo la peor presentación mundialista de su historia (un solo punto ganado) a pesar de contar con un plantel de grandes jugadores. Rusia se fue por la puerta de atrás, con dos empates y una derrota. De nada le sirvió su flamante técnico Fabio Capello, el mejor pagado de los 32 que participaron o que aún siguen en competencia en Brasil 2014.

Los únicos equipos europeos que mostraron cierta solidez fueron Alemania, Holanda y Francia. Bélgica, aunque ganó sus tres partidos, lo hizo ante equipos desordenados y aún está por verse cuál es su verdadero potencial. Suiza clasificó a pesar de la goleada que le propinó Francia, y Grecia entró de milagro, gracias a un penal que le regalaron en el último instante en su juego ante Costa de Marfil.

África, una vez más, deja un pobre balance, en particular por la paupérrima actuación de Camerún y la pronta eliminación de Costa de Marfil y Ghana, sus principales equipos. El honor del continente quedó en manos de Argelia y Nigeria. Asia decepcionó también, pues se esperaba un poco más de Japón y Corea también salió por la puerta de atrás.

Hasta el momento, el balance de América Latina es muy positivo. Falta ver cómo termina de desarrollarse el torneo. Lo mismo se dijo en Sudáfrica 2010 al terminar la fase de grupos, pero a semifinales solo llegó Uruguay, y por la lotería de los penales.