Home

Nación

Artículo

Alejandro Matamoros es un periodista que hizo prácticas académicas en uno de los medios más importantes del país.

DECISIÓN

Ordenan libertad del periodista acusado de pornografía infantil

La Fiscalía dejó vencer los términos para iniciar el juicio en contra de Alejandro Matamoros, señalado de actos sexuales con menor de 14 años.

12 de febrero de 2016

La justicia colombiana acaba de tomar una nueva decisión polémica. Cinco meses después de que la Policía logró la captura del periodista Alejandro Matamoros, sindicado de cometer los delitos de pornografía infantil y acto sexual con menor de 14 años, el juez 81 de conocimiento le otorgó la libertad provisional.

La razón: la Fiscalía dejó vencer los términos para poder iniciar el juicio en contra del comunicador.

Semana.com conoció que en la audiencia el juez adujo que los términos de vencimiento para este caso eran de 60 días, mientras que el fiscal del caso sostuvo que los términos fueron presentados a tiempo, es decir, 120 días. El togado respaldó su decisión en el artículo 317 del Código de Procedimiento, numeral cuarto, que establece la libertad para un sindicado si en un tiempo de 60 días no se presenta el escrito de acusación.

El fiscal del caso, por su parte, adujo el artículo 175 del mismo Código. Pero para el juez de la causa los argumentos del ente acusador no fueron suficientes.

La decisión no cayó muy bien en los familiares de las víctimas quienes reclamaron al juez, debido a que no impuso ningún tipo de medida en contra del acusado para que no pueda salir del país y usar las tecnologías de las que se habría valido para amedrentar a sus hijos.

Matamoros no se presentó a la diligencia judicial debido a que envió una carta en la que se acogía a su derecho de no presentarse a la diligencia judicial, por lo tanto, la notificación de su libertad la recibió en la cárcel La Modelo, en Bogotá, donde estaba retenido desde el mes de agosto del 2015.

Semana.com consultó con expertos sobre el tema. Los abogados indicaron que la Corte Suprema de Justicia había sentado un precedente para este tipo de casos. De acuerdo con el radicado 37668 del 30 de mayo de 2012, “no se puede decretar la libertad, ni siquiera provisional, a favor de un sindicado por crímenes contra menores de edad”.

La acusación

Alejandro Matamoros es un periodista que hizo prácticas académicas en uno de los medios más importantes del país y trabajó en un reconocido canal deportivo durante un año, en el área de producción. Allí pocos quieren referirse a él.

La historia es escabrosa. Desde el 2011 el hombre venía persiguiendo a niños en redes sociales y logró engañar a unos 150 menores. Desde marzo del 2015 habría quedado evidencia de que los contactó a través de Facebook, con dos perfiles falsos. Con ellos los convencía de compartir fotografías y videos donde los chicos aparecían desnudos.

Los padres de familia y las fuentes que hablaron con Semana.com en su momento contaron que, Matamoros utilizó el nombre de una mujer (Juliana Salazar) y logró ubicar en las redes a jóvenes en colegios de alto perfil como San Carlos, Gimnasio Campestre, Gimnasio Moderno, Clermont y el English School.

De acuerdo con la investigación adelantada por la Dijín, el engaño consistía en enviarles fotografías y videos desde su falso perfil (una joven desnuda) y pedir que, a cambio, los jóvenes les respondieran de igual forma. Muchos de los menores creyeron estar compartiendo su intimidad con una hermosa joven de 14 años.

Y con ese cruce de información caían en el engaño. Matamoros, después de que lograba su objetivo, cambiaba su fachada. Mediante otro perfil falso, con el nombre de Andrés Monsalve, volvía a contactar a los jóvenes para que accedieran a sus más oscuras pretensiones.

Ante la negativa de los menores, comenzó a extorsionarlos. La amenaza consistía en que hicieran lo que él les pedía o, de lo contrario, publicaba el material que ya tenía en su poder. Incluso llegó a amedrentarlos con la promesa de hacerles daño a sus familias.

De esta forma lograba que los menores accedieran a todo: enviar más fotografías y contactar a más jóvenes en su Facebook para tenderles la misma trampa. Matamoros creía estar realizando el crimen perfecto. Pero no contaba con que uno de ellos se armó de valor y lo denunció bajo la tutela de sus padres. El padre del menor presentó el caso ante las directivas de uno de los colegios que dejaron el repudiable caso en manos de las autoridades.

Mientras Alejandro Matamoros Vargas seguía con su plan de contactar víctimas, en otro costado estaban unos expertos investigadores de la Dijín de la Policía siguiéndole el rastro.

El proceso

El primer paso que siguieron los expertos digitales de la Dijín fue contactar en Estados Unidos al personal de Facebook para que suministraran datos de las cuentas falsas que utilizaba Matamoros para engañar a los jóvenes. Empleados de esa red social entregaron pistas clave que llevaron a los investigadores a dar con el perfil original del presunto abusador.

Después de contrastar los datos, los investigadores encontraron el sitio exacto desde el cual Matamoros se conectaba. “El domingo pasado se realizó el allanamiento en su vivienda en el norte de Bogotá. Al verificar su computador se encontraron fotos y videos de cada niño al que convenció de compartir su intimidad”, señaló una fuente del caso a Semana.com.

La fuente indicó, además, que también tenía una larga lista de otros menores a los que apenas estaba contactando para que entraran en su red. Con este arsenal de pruebas, Matamoros fue presentado ante un juez en una audiencia reservada. Cinco meses después, la justicia decidió, sorpresivamente, liberarlo de forma provisional.