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Archivo/SEMANA | Foto: El 2013 estuvo marcado por manifestaciones campesinas.

ENTREVISTA

“La movilización es la única salida que nos deja el Estado”

Líderes del movimiento agrario que se reúne en Bogotá explican por qué se oponen al Pacto Agrario que propone el gobierno.

Álvaro Sierra
14 de marzo de 2014

Semana.com habló con cuatro dirigentes de los sectores que estuvieron detrás de las grandes protestas en el campo que paralizaron el país y pusieron en jaque al gobierno el año pasado. José Santos, del Proceso de Comunidades Negras (PCN), que reúne comunidades afro del Pacífico, el Magdalena Medio y el Caribe; Robert Daza, de la Coordinadora Nacional Agraria y el Congreso de los Pueblos; Alberto Yace, de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), y Andrés Gil, de la Mesa de Interlocución y Acuerdos (MIA) y dirigente de la Marcha Patriótica, explicaron por qué están en desacuerdo con el Pacto Agrario que propone el gobierno y denunciaron que la mayoría de los compromisos que se hicieron al levantar los paros, no se han cumplido.

SEMANA.COM: ¿Cómo será el evento de este fin de semana en Bogotá?

Andrés Gil (Mesa de Interlocución y Acuerdo, Marcha Patriótica). La cumbre agraria es un proceso que surge en el marco del paro agrario. Es el propósito de las comunicadas afrodescendientes, campesinas indígenas lideradas por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), la Mesa de Interlocución y Acuerdos (MIA), el Congreso de los Pueblos y la Coordinadora Nacional Agraria (CNA) y el Proceso de Comunidades Negras, entre otras muchas  organizaciones regionales y departamentales, y que tiene como propósito generar un proceso de unidad para proponer políticas agrarias y rurales para todas estas comunidades que han sido históricamente excluidas.
Notificamos que no estamos en el pacto agrario [que propone el gobierno] porque es un pacto de corbatas y aquí en la cumbre estamos las ruanas, los ponchos, los de azadón, los de machete, los de bastones, los de las tradiciones ancestrales.

SEMANA.COM: ¿Cuánta gente va a reunir esta cumbre?


Andrés Gil.
Va a reunir 30.000 personas este lunes. Pero puede estar representando más de dos millones de campesinos,  afrodescendientes, indígenas en todo el país.   

SEMANA.COM: ¿Cómo se preparó?

Andrés Gil. Ha habido varios encuentros de líderes regionales y departamentales. Uno, donde notificamos que no vamos al pacto agrario, vamos a la cumbre. Hicimos 20 pre-cumbres departamentales donde se reunieron las comunidades, con el propósito de evaluar el avance de las mesas de interlocución con el gobierno y donde hemos llegado a la conclusión de que el gobierno, sencillamente, después del  paro agrario, ha incumplido la mayoría de acuerdos y no ha expresado voluntad política.

José Santos (Proceso de Comunidades Negras). El sábado 15 y el domingo 16 vamos a estar deliberando unas 4.000 o 5.000 personas que vienen de las regiones.
Hay un tema central, el tema territorial. ¿Cómo cada uno de los pueblos, de los sectores, entendemos el territorio y cómo podemos permanecer en este mismo territorio sin que se presenten contradicciones mayores? Eso es parte de lo que vamos a estar trabajando.

SEMANA.COM:  ¿Es decir que la reunión discutirá cómo poner fin a enfrentamientos entre campesinos e indígenas o entre comunidades negras e indígenas, que han tenido lugar?

José Santos. Sí. Cómo poder permanecer en el territorio sin que se presenten ese tipo de dificultades. Tenemos ejemplos claros, en Santander de Quilichao y Buenos Aires: comunidades indígenas y negras que tienen la finca Barrancón de manera conjunta, compartida, a pesar de que las formas de gobierno sean distintas a través del consejo comunitario y el resguardo indígena

¿Qué saldrá de esta cumbre en Bogotá?


Robert Daza (Coordinadora Nacional Agraria, Congreso de los Pueblos). Estamos proponiendo que de la cumbre salga un pliego unificado que enfrente la situación de crisis agraria. El pliego sería una herramienta en torno a la cual giraría la unidad de las siete organizaciones que venimos impulsando el proceso de cumbre agraria, étnica y popular.

También, de allí sale una ruta de movilización con la cual nosotros estamos haciendo un llamado al pueblo colombiano diciéndole que la crisis en el sector agrario en Colombia todavía se mantiene. Pero también demandando del gobierno nacional que no es con paños de agua tibia o con proyectos de inversión como se está proponiendo desde el Pacto Agrario, sino con políticas públicas que garanticen la permanencia en nuestros territorios y nuestros derechos como comunidades. Pero sobre todo que haya una protección de las economías campesinas frente a todas estas políticas de tratados de libre comercio y de despojo del territorio con los proyectos de mega-minería.

SEMANA.COM: ¿Están los indígenas de acuerdo?

Alberto Yace (Organización Nacional Indígena de Colombia). Así es. Por  dos características que tiene este proceso. Este proceso junta a los habitantes del sector rural. Cuando nos vemos afros, cuando nos vemos campesinos y cuando nos vemos indígenas ahí tenemos una mesa de mutuas reivindicaciones. Lo segundo es que también vemos reflejado ahí que somos el sector popular de ese habitable rural. Somos como lo han anotado mis otros compañeros los que necesitamos reivindicar, los que hemos sido históricamente excluidos y los que necesitan encontrar hacia futuro unas normatividades, unas garantías por parte del  Estado, que los blinde frente a una política estructural agraria que no está permitiendo tener esperanza.

SEMANA.COM: ¿Ese pliego unificado y el plan de movilización son en oposición al Pacto Agrario del gobierno?

Andrés Gil. El pliego unitario lo que nos ha mostrado es una serie de coincidencias. Coincidimos en la necesidad de los derechos de las comunidades agrarias, en los derechos políticos, en la no explotación irracional de los recursos, en cuidar el medio ambiente. Coincidimos en la necesidad del fortalecimiento de la comunidad campesina. Coincidimos en una serie de elementos y propuestas y en otras no coincidimos tanto. Ese pliego unitario es una coincidencia que queremos formular para posicionar una política rural y obligar a que el  gobierno reconozca estas propuestas.

Esta movilización es la única y la última salida que nos deja el Estado colombiano. El estado colombiano ha abierto mesas de conversación con la comunidad afro, con el mundo indígena y campesino, y en estas mesas, reiteramos, no hay voluntad política. Nosotros no somos como  la SAC (Sociedad de Agricultores de Colombia) que pide y al siguiente día la recibe el presidente Santos. Para que nos pare bolas el gobierno, toca movilizarnos y movilizarnos en masa. Es la única forma en que al mundo agrario y mundo rural se le reconoce.

SEMANA.COM: Durante los paros hubo señalamientos de presuntos nexos entre las FARC y la movilización. ¿Qué dirían de eventuales conexiones de ese tipo entre esta cumbre y la guerrilla?

Andrés Gil. Esto es un proceso que se ha venido construyendo entre todos, de cara a las comunidades. Este es un proceso que lo está impulsando la marginalización de la que el campo y el mundo rural es víctima. Lo mismo dijeron el paro pasado. Habría que preguntar si toda esa expresión multitudinaria, tendrían capacidad unas FARC de impulsarla. El movimiento campesino, afrodescendiente e indígena tiene la capacidad de liderar sus propias luchas.

Mal hace el gobierno colombiano en promover foros de participación de cara a La Habana para que después las propuestas que salen de ahí se vean como de la insurgencia. Por ejemplo, es el caso de las zonas de reservas campesinas, que está diciendo que es propuesta de las FARC, cuando múltiples comunidades manifestaron entre muchas otras esa propuesta.

Robert Daza.
El gobierno siempre ha estigmatizado la lucha social. Es una estrategia para justificar el tratamiento de guerra a la protesta social. Acordémonos que en el paro agrario hubo 12 muertos. Los medios los han olvidado y en las instancias de investigación y de justicia no se dice nada hasta ahora. Hubo 460 heridos. No hay procesos de judicialización.

La movilización hoy en día para nosotros es un riesgo bastante grande. Pero si no asumimos eso con seriedad vamos a ser desterrados de nuestros territorios.

SEMANA.COM:  ¿Cómo van las negociaciones sectoriales como la del Catatumbo?

José Santos.
Para poner el ejemplo sólo con comunidad negra. El gobierno nacional en cabeza del Presidente y el vicepresidente estuvieron en agosto en Quibdó en la conmemoración de los 20 años de la Ley 70. Ahí se comprometieron con el proceso de culminar la reglamentación de la ley 70. Al día de hoy, el gobierno ha desconocido una instancia que se constituyó ahí que fue la autoridad nacional afrocolombiana.

Andrés Gil.
La MIA presentó seis puntos de negociación con el gobierno nacional, en 22 MIAS departamentales se formularon. No ha habido acuerdo en un solo punto. Y la mayoría se solucionaría haciendo acopio a la ley 160 y la legislación actual.

Robert Daza.
Igualmente con la Coordinadora Nacional Agraria y el Congreso de los Pueblos. Una de las palabras que nosotros tenemos es un código de minas que no esté a favor de las multinacionales sino de las comunidades, un código de minas soberano. Eso el gobierno lo ha dilatado, no ha querido ni siquiera hablar,  por ende no se ha llegado a acuerdos. Igualmente, el tema de la territorialidad dice no está dispuesto a trabajarlo porque confronta el modelo, que es precisamente lo que a nosotros nos tiene en crisis como comunidades rurales. El avance en estas mesas regionales es prácticamente cero con el gobierno nacional.

Alberto Yace. En la minga de octubre del año pasado, en los acuerdos parciales,  hubo un tema en el que la ONIC no  tuvo negociación con el gobierno, y fue el tema agrario. Se anunció que los puntos los definía con estas mesas de compañeros campesinos y afrodescendientes. Entonces estamos en cumplimiento de lo que se anunció tiempo atrás. Esta mesa es el momento de mayor confluencia de los sectores del mundo rural colombiano.