"Lo de 2010 no está definido"

La semana pasada, al senador uribista Armando Benedetti se le vio muy entusiasmado con la idea de que en el Senado van a cambiar definitivamente la pregunta del referendo para que le dé vía libre a una nueva elección del presidente Álvaro Uribe en 2010. Tras una reunión de bancada, Benedetti dijo que ya tenían los votos para cambiar la pregunta en la comisión primera del Senado, en donde el referendo debe cumplir el tercero de cuatro debates. Pero se le olvidó un pequeño detalle: Germán Varón, hoy presidente de la Cámara de Representantes y escudero fiel de Germán Vargas Lleras. Si en el Senado cambian la pregunta, el referendo debe ir a conciliación con la Cámara, y en ésta, Varón tiene la sartén por el mango.

En diálogo con SEMANA, Germán Varón confiesa que ni él ni la mayoría de sus colegas están dispuestos a aceptar ninguna modificación en el texto, que nombrará un grupo de conciliadores convencidos de ello y que no cederá ante las presiones para cambiar el escrito original que, según los expertos, no permitiría una nueva candidatura de Uribe en 2010.

La importancia de Varón en este momento es tal, que algunos devotos uribistas estuvieron haciendo consultas para ver cómo podían sacarlo de la presidencia de la Cámara. Sin embargo, no hubo mayor eco. La única posibilidad es que organismos como la Procuraduría o la Contraloría encuentren algún tipo de irregularidad en el desempeño de su cargo. Una comisión de más de 50 personas de la Contraloría estuvo revisando en los últimos dos meses todos los contratos firmados por Varón.

La otra opción que les queda a los defensores de la reelección, es dejar el texto del referendo tal y como viene del debate en la Cámara, para que sea la Corte Constitucional la que interprete la pregunta y diga si habilita a Uribe para hacerse reelegir en 2010 o en 2014.

SEMANA: ¿Cree que el Senado va a cambiar la pregunta del referendo?

Germán Varón: Sí. Va a modificar el texto aprobado en la Cámara para permitir la reelección del Presidente en 2010. Y yo sigo en desacuerdo con que así sea. En la Cámara, tanto en la plenaria como en la comisión, sostuvimos que se debía aprobar el texto original del referendo que plantea la posibilidad de reelegir al Presidente en 2014. El Senado no puede interpretar ni cambiar la norma que respaldaron cinco millones de colombianos.

SEMANA: El senador Andrade decía estos días que en el Senado aprobarán la modificación del referendo y lo enviarán derecho a la Corte Constitucional. ¿Eso es posible?

G.V.: No. Si se cambia así sea una coma del texto, tiene que volver a la Cámara y pasar por un proceso de conciliación. Siento que hay cierto temor entre los defensores del referendo, de que yo, dentro de la conciliación, asuma una posición diferente a la de ellos. Tanto es así que el mismo Hernán Andrade, presidente del Senado, me ha hecho saber que hay sectores que prefieren no cambiar el escrito y que se vaya directamente a la revisión de la Corte, pero también, en cabeza del senador Benedetti, hay un grupo insistiendo en cambiar el texto.

SEMANA: ¿Eso significa que usted mantendrá su posición negativa frente al cambio en el texto del referendo?

G.V.: Es mi posición personal, no comparto ninguna modificación del referendo.

SEMANA: ¿Y esa posición personal coincide con lo que decidió Cambio Radical en su reciente congreso en Cartagena? Es que ha habido un problema de interpretación, hay quienes dicen que su partido aprobaría la reelección para 2010...

G.V.: No. La bancada de Cambio se ha mostrado proclive a aprobar el texto del referendo tal y como venía en la pregunta respaldada por las firmas. Hasta el propio representante Roy Barreras, así lo ha pregonado: que no se cambie el contenido de la pregunta.

SEMANA: Es decir, que si se llega a cambiar el texto de la pregunta del referendo, la aprobación quedará en manos de los conciliadores que usted nombre...

G.V.: Como presidente de la Cámara soy autónomo para nombrar el grupo de conciliadores. Le puedo asegurar que voy a nombrar en él a representantes que defiendan el texto que se aprobó en la Cámara.

SEMANA: Entonces, ¿no podrán llegar a un acuerdo con los conciliadores del Senado y el referendo se caería?

G.V.: La respuesta es clara: o el Senado se acoge al texto aprobado en la plenaria de la Cámara, o no hay conciliación.

SEMANA: ¿Ha recibido presiones para facilitar la conciliación?

G.V.: No. El Presidente sabe que yo comparto la mayoría de iniciativas con él, menos la de modificar el texto del referendo y la de impulsar la reelección inmediata. El único episodio que interpreté como un acercamiento para facilitar el proceso fue un desayuno, hace un mes, en el que Fabio Valencia y Bernardo Moreno me preguntaron por mi posición frente al referendo. Me hablaron de la posibilidad de reincorporar a algunas personas cercanas a Cambio Radical que habían sido desvinculadas...

SEMANA: El recorte que trascendió a los medios, que les hicieron hace unos meses...

G.V.: Sí. Y yo dije que no me interesaba discutir ese tema.

SEMANA: ¿Se podría pensar que usted se opone al referendo por ayudarle a Germán Vargas?

G.V.: Mis convicciones frente al referendo nacen de dos circunstancias: mi confianza, como abogado, en el Estado de Derecho y la creencia en la capacidad de otros líderes de gobernar el país. Entre ellos, Germán Vargas.