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El presidente venezolano Hugo Chávez, pidió respeto a Colombia el jueves pasado y reiteró su preocupación por el computador. La canciller ecuatoriana, María Isabel Salvado, expresó la misma inquietud el miércoles en una rueda de prensa en Quito

Política Exterior

Los archivos X

Los nuevos roces de Colombia con Ecuador y Venezuela sobre el computador de Raúl Reyes presagian una crisis de largo aliento. Geopolítica de un portátil.

5 de abril de 2008

La preocupación es evidente. En Caracas, el presidente Hugo Chávez supedita el mejoramiento de las relaciones con Colombia a que no se hable más del computador de Raúl Reyes. En Quito, la canciller, María Isabel Salvador, dice que los documentos encontrados "no son prueba de nada". Para ambos gobiernos, los archivos hallados son "presuntos", el portátil "supuestamente" es del jefe de las Farc. En sus declaraciones, pulula el condicional, tanto para referirse a los correos electrónicos que implican a funcionarios de esos países con la guerrilla colombiana como para aludir a la posibilidad de una normalización de las relaciones con el gobierno de Bogotá.

Es entendible la estrategia mediática: el contenido de los computadores no sólo es explosivo, sino que cada nueva revelación pone en aprietos a los gobernantes. Chávez quedó muy incómodo con las recientes publicaciones en El País de España y The New York Times, donde salieron a relucir los contactos venezolanos con las Farc. Y no cualquier contacto: según un correo electrónico entre los miembros del Secretariado Iván Márquez y Raúl Reyes, publicado por el diario norteamericano, el general Hugo Carvajal, el director de la Inteligencia Militar venezolana, se comprometió a ayudar a las Farc a reunirse con un vendedor de armas. Según denunció SEMANA en febrero, las relaciones de Carvajal y la guerrilla colombiana no son nuevas. Este correo se suma a los que ya se conocieron donde queda en evidencia una simpatía entre los guerrilleros y el ministro del Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín. En uno de esos mensajes, Iván Márquez resalta la buena amistad que tienen con el funcionario venezolano.

El presidente Rafael Correa tampoco duerme tan tranquilo desde cuando se empezaron a filtrar los correos electrónicos de Reyes. Y aunque el gobierno ecuatoriano le restó importancia al contenido de los mismos, de ser ciertos los hechos que se describen en ellos, podría afectar seriamente a Correa. Es que no todos los días se acusa a un gobernante de haber sido elegido con recursos de un grupo considerado terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos (ver recuadro). Tal vez por eso, según reportó la prensa local, el secretario Anticorrupción, Alfredo Vera, dijo que cualquier periodista ecuatoriano que indague o publique acusaciones sobre Correa y su presuntos vínculos con las Farc, será investigado.

A finales de este mes, se espera el informe de la Interpol sobre la autenticidad de las "computadoras 'antibombas"', como los describió la semana pasada la canciller ecuatoriana. Aunque en Ecuador parecen dispuestos a aceptar el dictamen de los expertos de la Interpol, en Venezuela ya le están echando arena. Según Rodríguez, "lo tuvieron (el computador) en sus manos durante varios días, con toda la tecnología de punta, de vanguardia. ¿Quién puede creer en esas pruebas?". Agregó: "Cualquier abogado sabe que no tendrá ninguna validez, ni ética ni aun moralmente".

Tanta efervescencia verbal, no es gratuita. Parece reflejar una realidad implícita: los dos gobiernos, en el fondo, saben que los computadores no son un invento de la inteligencia colombiana. En primer lugar, son conscientes de que sería una apuesta demasiado arriesgada de la administración del presidente Álvaro Uribe entregarle a un organismo internacional falsificaciones.

Y hay un hecho aun más contundente: la mayoría del contenido de los portátiles ha sido confirmada por terceros o por hechos. Desde los correos electrónicos de un académico gringo con Reyes, hasta las reuniones del ministro de Seguridad ecuatoriano, Gustavo Larrea, con Reyes, han demostrado ser ciertas. Paradójicamente, hasta la hoy infame foto de Larrea con Reyes sirve como prueba de la autenticidad del computador. Patricio Etchegaray, el dirigente comunista, quien fue confundido con Larrea, confirmó su encuentro con el miembro del Secretariado de las Farc.

Hay también coincidencias cronológicas entre lo que dicen los mensajes y las gestiones sobre el intercambio humanitario. Quizá por eso tanto Venezuela como Ecuador han buscado presionar a Colombia para que guarde en el cuarto de San Alejo los archivos de los portátiles. Para algunos observadores, esa fue una de las motivaciones para que el gobierno ecuatoriano optara por presentar finalmente la demanda contra Colombia ante la Corte Internacional de Justicia por el presunto impacto de las fumigaciones. Aunque Ecuador había amenazado hacerlo durante meses, que lo hiciera precisamente en esta coyuntura genera suspicacias.

El problema, sin embargo, es que ya no es posible esconder el contenido de los computadores y menos en la era de Internet. En otras palabras, está fuera de control de Colombia.

Dado lo anterior, el impacto de esa información dependerá del grado de credibilidad que le den las diferentes audiencias. Hasta ahora, en Quito y Caracas sólo la oposición ha reaccionada indignada. Según la última encuesta, la opinión pública ecuatoriana sigue del lado de Correa: tiene el apoyo de más del 65 por ciento. Y Chávez y compañía hábilmente está jugando su tradicional carta de culpar a Estados Unidos de todo.

Ha sido ayudado, curiosamente, por congresistas republicanos que están pidiendo declarar a Venezuela como país colaborador del terrorismo, debido a las pruebas halladas en los correos electrónicos. Aunque en Washington pocos creen que el gobierno tomaría una decisión tan drástica por el impacto negativo que tendría sobre las empresas norteamericanas y el envío de petróleo, esa retórica belicosa le cae de perlas al gobernante venezolano, a quien le encanta venderse como víctima del 'imperio'.

Es difícil prever cómo reaccionarán los europeos ante el cúmulo de evidencias. Aunque ellos son menos propensos a las sanciones, no es descartable que algunos países como España y el Reino Unido -víctimas en el pasado del terrorismo- tomen distancia de Venezuela.

Algunos analistas han especulado sobre la posibilidad de una demanda ante la Corte Penal Internacional contra Chávez o Correa o cualquiera de sus altos funcionarios. Sin embargo, no existen precedentes en la Corte de una acción de ese tipo: hasta ahora sólo ha intervenido en casos que tienen el consentimiento del Estado implicado o por orden del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Es más factible una demanda en Estados Unidos, en donde sí hay antecedentes de casos similares. Incluso la legislación norteamericana permite juzgar a personas que hayan cometido crímenes en otros países. Es la base de las demandas que enfrentan varias multinacionales por presuntas violaciones de derechos humanos. También hay otro precedente más conocido: el juzgamiento del ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega. Es esta experiencia en particular lo que trasnocha a Chávez, e incluso lo ha mencionado públicamente.

Quizá por todo lo anterior, tienen razón los ecuatorianos y los venezolanos cuando dudan de que las relaciones con Colombia se pueden recomponer en el corto plazo. Es que en 685 gigas hay mucha información por revelar.