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El coronel (r) José Joaquín Aldana, en el momento en que sentregó a la Fiscalía en Ibagué. (Foto: Juan Carlos Escobar)

CRÓNICA JUDICIAL

Los argumentos de la defensa del coronel Aldana

Los abogados del policía sindicado de la muerte de su esposa niegan que hubiera rastros de sangre en la casa de la pareja y dicen que Aldana tiene un impedimento físico para desmembrar a una persona.

16 de diciembre de 2009

No fueron convincentes los argumentos del abogado del coronel (r) de la Policía José Joaquín Aldana, principal sospechoso del asesinato de su esposa Érika Cecilia Yeneris Gutiérrez ocurrido el pasado septiembre. Por eso, en la madrugada de este miércoles, el juez Sexto Penal Municipal dictó medida de aseguramiento contra el ex comandante operativo de la Policía del Tolima, quien deberá permanecer en la cárcel de Facatativá.

La decisión no es una sorpresa. Desde hace varios días se ha conocido que la investigación de la Fiscalía apunta al coronel Aldana como autor del crimen, ocurrido a comienzos de septiembre. Al parecer, el hombre mató a su esposa por celos luego de haber descubierto una relación entre ella y un hombre que vive en Costa Rica.

El juez consideró que aunque la defensa trató de dar a conocer algunas falencias por parte de la Fiscalía, sus argumentos no fueron suficientes para salvar a Aldana de la cárcel.

Por ejemplo, el abogado Jorge Enrique Lozano dice que un dictamen médico determinó que al ex policía, debido a una limitación física, le queda imposible desmembrar a una persona con un bisturí. También que para borrar el rastro de un crimen no se necesita saber de criminalística, sino de ortopedia. Aseguró que no es cierto que la Fiscalía haya encontrado rastros de sangre en la casa de Ibagué en la que vivían lo pareja con sus dos hijas. Y además, según la defensa, no hay registro de defunción de Érika porque no se hicieron las pruebas suficientes para determinar que, en efecto, los restos hallados entre Ibagué y Alvarado pertenecen a la joven.

Aún así, como le dijo el juez al acusado luego de escuchar la defensa y los argumentos del fiscal 53, Álvaro José Galindo, “no hay prueba directa que diga que usted fue visto cometiendo el delito. Sin embargo, se han encontrado elementos materiales probatorios y evidencia física que lo comprometen”.

De hecho, en las más reciente edición de la revista Semana, el artículo A Sangre fría muestra cómo los investigadores de la Fiscalía, que tardaron varias semanas en identificar el cuerpo, reconstruyeron una a una la escena del crimen: “Hallaron el tórax bastante descompuesto, con los senos cercenados y sin las costillas tres y cuatro del costado izquierdo, dos piezas claves, pues los médicos forenses toman de ahí la muestra pura de ADN para identificar a la víctima. No había duda de que el asesino sabía lo que hacía y que trató de evitar a toda costa que se estableciera la identidad de su víctima”.

También la mamá de la víctima, Enith Gutiérrez, dijo esta mañana en La F.M. que no cree en la inocencia de su ex yerno, que tiene una reunión el 29 de diciembre con el Icbf para hablar sobre la custodia de sus nietas y que en sus manos está el acta de defunción de su hija.”Lo dejo a la justicia de Dios y a la del hombre la muerte de mi hija”, aseguró.

En su intervención en la audiencia, la Procuraduría solicitó que el ex oficial sea investigado por violación ilícita de comunicaciones y tortura, ya que no sólo formateó el computador que entregó voluntariamente a las autoridades (en el que se encontró un programa espía para seguir las comunicaciones de su esposa), sino que la Fiscalía estableció que esta fue descuartizada cuando aún estaba con vida.

Aldana deberá permanecer en la cárcel de Facatativá, un centro de reclusión especial para miembros y ex miembros de la Policía, ya que llevarlo a una cárcel regular implica un riesgo para su vida y su integridad, según el juez, quien le imputó cargos por homicidio agravado como presunto autor responsable de la muerte de Érika Cecilia Yeneris.