Para encontrar la máquina que mueve a Juanes no hay que abrirle el pecho: la lleva siempre a su lado. De fabricación payanesa, a la máquina se le conoce por un nombre que debería ser marca registrada: Fernán Martínez. Y a la horda de nacionalistas alborotados que han pretendido cargarle al concierto de Juanes en Cuba toneladas de peso político, les tiene el ojo encima. La máquina de guerra de Fernán está siempre aceitada para defender las ideas de paz de Juanes.
GUSTAVO GÓMEZ: ¿Se imaginó usted esta especie de revuelta cubanoamericana alrededor de algo tan simple como cantar para que la gente no se mate?
FERNÁN MARTÍNEZ: Vivimos en Miami hace muchos años, entre la comunidad cubana. Sabemos de su dolor y conocemos sus reacciones. El concierto es para pensar en el presente y en el futuro, porque la paz se hace entre enemigos. Como dice la canción de Juanes: "es tiempo de cambiar el odio por amor". Eso está sucediendo y seguirá creciendo.
G.G.: ¿Cómo hacer para que los cubanos de Miami entiendan que pensar en Cuba no necesariamente es apoyar a los Castro?
F.M.: Los artistas les cantan a los pueblos, no a los gobernantes. Si U2 va a Colombia, no le va a cantar a Álvaro Uribe sino a los colombianos. Si Madonna canta en Roma, no le canta al Papa. Si Vicente Fernández va a cantar a Caracas, no le va a cantar a Hugo Chávez.
G.G.: Parte del mercado de Miami se mueve al son de los cubanos anticastristas. ¿Teme que le vayan a pasar cuenta de cobro a Juanes?
F.M.: La música traspasa barreras y la buena música traspasa almas. El 21 de septiembre, después del concierto, Juanes habrá crecido en Miami y los cubanos de ambos lados sentirán mucho más el poder de las letras de sus canciones y la intención de este concierto.
G.G.: ¿El exilio cubano ha 'metido las patas' con todo este asunto?
F.M.: No, solamente ha metido su dolor y Juanes los entiende. Por eso quiere hacer este concierto con sus amigos, con Miguel Bosé, Olga Tañón y otros artistas. Juanes quiere que ese dolor no exista en el futuro.
G.G.: Hablando de Tañón, se especula que cantará música de Celia Cruz, lo cuál podría caerle como una patada al régimen. ¿Usted qué sabe?
F.M.: Cada artista va a cantar sus grandes éxitos y ni Cuba ni los organizadores les están preguntando los temas de su repertorio. El pacto es que ningún artista hable de política en el escenario.
G.G.: ¿Se arrepienten ustedes de haber elegido a Cuba?
F.M.: Para nada. Juanes y sus compañeros han estado firmes desde el principio.
G.G.: ¿Cómo van a asegurarse de que el gobierno cubano no aproveche este tremendo pantallazo para 'tirar línea'?
F.M.: Hasta ahora han cumplido con lo que han prometido. No han impuesto nada.
G.G.: ¿Hay compromiso de Raúl y Fidel Castro de aguantarse 'el gustico' de meterle revolución al concierto?
F.M.: El evento es una revolución musical y cultural.
G.G.: ¿Después del concierto habrá reunión a puerta cerrada con los Castro?
F.M.: No creemos que eso suceda.
G.G.: ¿Han extrañado la solidaridad de artistas como Shakira?
F.M.: No hablo de otros artistas. Los respeto a todos y más aun la forma en que piensan, pero Julio Iglesias, Plácido Domingo, Juan Gabriel y hasta la misma Gloria Estefan han tenido palabras de apoyo para Juanes y él está muy agradecido.
G.G.: La señal de televisión será gratuita. ¿Alguna cadena de Estados Unidos ha manifestado interés en transmitirlo?
F.M.: Este concierto es una noticia de interés general y seguramente se transmitirá en vivo en Estados Unidos. La televisión pasa lo que la gente quiere ver.
G.G.: ¿Juanes está recibiendo beneficio económico por el concierto?
F.M.: Nadie ha puesto un centavo, a no ser los mismos artistas, que están pagando sus viajes, hoteles, salarios de músicos y técnicos y toda la producción, que viaja de Miami y España.
G.G.: ¿El gobierno colombiano ha respaldado las gestiones del concierto?
F.M.: Juanes ha evitado politizar el concierto. Hemos hablado con los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba porque era absolutamente indispensable para llevar artistas y personal con pasaporte norteamericano. Debo decir, eso sí, que hemos recibido gran apoyo de Julio Londoño, el embajador de Colombia en La Habana, a quien respetan mucho en la isla por ser el decano del cuerpo diplomático.
G.G.: Paula Marcela Moreno, la ministra de Cultura, iba a ir pero finalmente parece que no se produjo el visto bueno de su jefe. ¿Ustedes prefirieron que fuera así?
F.M.: La Ministra de Cultura es una bacana. Cuando estuvo en Cuba para un evento cultural, les habló muy bien de Juanes y de su corazón a las autoridades cubanas. Juanes la ha invitado como se invita a una amiga.
G.G.: Juanes y su esposa Karen ha sentido duramente el mal clima que algunos le crearon al concierto. ¿Se sabe de dónde provinieron las amenazas?
F.M.: Son extremistas: ¡en su mayoría personas de más de 50 años!
G.G.: ¿En algún momento Karen le pidió a Juanes que se echara para atrás pensando en la seguridad de la familia?
F.M.: Karen ha sido muy solidaria con Juanes. Han reaccionado como pareja y como padres, pero con mucha valentía y convencimiento.
G.G.: ¿Qué diferencia hay entre este concierto y los otros 300 que ha hecho Juanes alrededor del mundo?
F.M.: La historia de este concierto da para un libro lleno de emoción, música, dificultades, sorpresas, derrotas, triunfos y sudor. Pero con un final feliz. Muy feliz, sorpresivo e histórico. Ya verán.
G.G.: ¿Hay algo que esté prohibido hacer en el concierto?
F.M.: ¡Mamarse!
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a la guillotina con gustavo gómez
"Los artistas les cantan a los pueblos, no a los gobernantes"
Fernán Martínez, el representante de Juanes, habla del concierto en La Habana y sostiene que será una oportunidad para pensar en un futuro de paz.
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