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LOS CHEQUES DE OSORIO

SEMANA revela una de las pruebas que demostraría la estrecha relación del coronel Germán Osorio con Elizabeth Montoya de Sarria.

16 de septiembre de 1996

Alas 11:50 de la mañana del 23 de septiembre de 1994 un hombre se presentó en la sucursal del Banco del Estado situada en la calle 100 con avenida 19, al norte de Bogotá. En una de las ventanillas entregó el cheque sin cruzar número 7430015, por un millón de pesos, girado por la señora Elizabeth Montoya de Sarria a favor del señor Germán Osorio. El título valor pertenecía a la cuenta 085018620 radicada en esa sucursal bancaria. Al mismo tiempo el hombre entregó una cédula expedida en Neiva. Después de confirmar la existencia de fondos en la cuenta de la señora de Sarria, uno de los cajeros le entregó el dinero en efectivo al desconocido. Ahora, casi dos años después, ese título valor se convirtió en una de las pruebas más solidas que tiene la Fiscalía contra el coronel de la Policía Germán Osorio Sepúlveda, quien se encuentra detenido en los calabozos de la Dijin, el cuerpo secreto de la Policía, en el sur de la ciudad. El hallazgo de los cheques _uno de los cuales publica SEMANA_ tiene un doble valor: no sólo tiende a demostrar que el oficial se enriqueció ilícitamente con dineros provenientes del narcotráfico, sino que deja en claro que había una estrecha relación entre Osorio y la extinta Elizabeth Montoya de Sarria, quien giró de su puño y letra el cheque a favor de Osorio. En su declaración de noviembre de 1995 ante la Fiscalía, Osorio dijo que había conocido a los esposos Sarria _Elizabeth y Jesús_ en 1991 durante una correría política de Ernesto Samper por el Valle del Cauca y que no existían lazos de amistad entre ellos. Sin embargo los cheques descubiertos por los investigadores muestran lo contrario porque los giros de la 'Monita retrechera' ocurrieron cuatro semanas después de que el coronel Osorio asumiera el cargo como edecán del presidente Ernesto Samper. La aparición de los cheques colocó en una difícil situación jurídica al coronel Osorio, quien había logrado salir airoso en sus primeras diligencias ante los fiscales sin rostro que, en forma paralela, adelantan las investigaciones del proceso 8.000 y del asesinato de Elizabeth Montoya, ocurrido en febrero de este año en Bogotá. Además el ex edecán presidencial deberá responder por las acusaciones que en su contra formuló Luis Fernando Farfán, un ex piloto al servicio del cartel de Cali que está colaborando con la justicia y quien relató numerosos episodios en los que Osorio aparecería comprometido con los esposos Sarria