Home

Nación

Artículo

| Foto: Foto/Campaña: Daniel Muñoz

GOBIERNO DE SANTOS II

Los chicharrones más allá de La Habana

La firma de un acuerdo con las FARC por momentos parece más fácil de lograr que algunos de los retos que tiene el presidente Juan Manuel Santos.

21 de junio de 2014

Desde cuando Juan Manuel Santos fue elegido con la bandera de lograr un acuerdo de paz con las Farc en La Habana, ese se ha convertido en el desafío mayor de su gobierno. Y sin duda, a pesar de lo que se ha avanzado, no será nada fácil. También es cierto que hay temas como el minero-energético o como las consultas previas que siguen siendo desafíos de gran calado para el mandatario. Sin embargo, hay cuatro frentes en los cuales Colombia se puede estar jugando su futuro como país y en los que Santos II tiene retos concretos que le permitirán demostrar si --más allá de la firma de un acuerdo-- la paz puede ser posible.

1 ¿Constituyente para la Justicia?

Tan difícil como lograr la paz con las Farc se está convirtiendo el esfuerzo de hacer una reforma a la Justicia en Colombia. Álvaro Uribe lo intentó durante sus ocho años de gobierno y fracasó en seis intentos. Y Juan Manuel Santos, en sus primeros cuatro años, trató de hacer un proceso concertado de un año de diálogo con las cortes pero la reforma terminó convertida, en el Congreso, en un verdadero orangután.

¿Qué va a hacer ahora Santos II? Uno de los componentes más complicados de una eventual reforma son los vasos comunicantes entre los congresistas y los magistrados: el poder que tienen los políticos en la rama judicial así como la politización de los magistrados. Ninguno quiere perder ese poder. Por eso, en parte, la última reforma fracasó estruendosamente.

¿Si el Congreso no está dispuesto a aprobar una buena reforma tendría que convocarse una Constituyente?

Hasta hace poco estaban de alguna manera de acuerdo con la idea tanto las Farc, que han pedido una Constituyente general; como el uribismo, que se había mostrado partidario de una específica para la Justicia. Pero no el gobierno.

Si la Casa de Nariño no cambia esa posición eventualmente podría recurrir a fórmulas alternativas, como por ejemplo hacer pequeñas reformas que vayan resolviendo problemas puntuales o incluso buscar qué temas pueden ser resueltos sin necesidad de reformas constitucionales.

En cualquier caso, la experiencia de los 12 últimos años ha demostrado que se requiere un diseño mucho más estratégico para lograr transformar este sector.

2 Que operen las 4G

El programa de Concesiones de Cuarta Generación, más conocidas como 4G, es el más ambicioso de la historia del país en construcción de vías (3.500 kilómetros de modernas dobles vías), una materia en la cual Colombia tiene los peores índices del mundo para países con su mismo nivel de desarrollo. El costo total del programa, que se calcula en 44 billones de pesos es descomunal.

El programa tiene varios ingredientes para ser un éxito: una ministra y un director de la ANI comprometidos y competentes, y un diseño que busca evitar todo tipo de goles de parte de los corruptos. Sin embargo, al final de Santos I se ha visto que llevar el programa a buen puerto no es nada fácil por dos razones principales: lo financiero y las licencias ambientales.

Si bien ya se han adjudicado tres proyectos de cerca de 30 y se espera adjudicar otros tres en las próximas semanas, la mayor preocupación sigue siendo el cierre financiero. Los bancos, aunque han mostrado buena disposición, no están decididos a participar en todos los proyectos porque los plazos de financiación son muy largos y esto puede aumentar los riegos. Para los constructores por su parte los plazos largos aumentan los intereses y reducen la rentabilidad.

A eso se le suma que la consulta con comunidades y las licencias ambientales, que se han vuelto todo un karma en Colombia, le añaden cierto grado de incertidumbre a los proyectos. La Ley de Infraestructura aprobada a finales del año pasado avanzó en cuanto a expropiación de predios y le dio cierta agilidad a la expedición de las licencias ambientales pero no a las de las comunidades.

La buena noticia es que como todo el programa de vías 4G es nuevo se están haciendo todas las

reformas necesarias para que funcione y el país quedará con un mejor diseño institucional para este tipo de megaproyectos. La noticia no tan buena es que aún no es claro si será suficiente. Los inversionistas extranjeros, que se esperaban, siguen brillando por su ausencia. Y los nacionales parece que no encuentran la rentabilidad a la que están acostumbrados porque son pocos los que se quieren arriesgar.

De cualquier manera, lo logrado hasta ahora es ganancia.

3 Cómo pagar El 'mejor' sistema de salud del mundo

Hace un par de semanas la Corte Constitucional declaró exequible la Ley Estatutaria de Salud aprobada a finales del año pasado, que consagra la salud como un derecho fundamental y en la que hay nuevas reglas de juego. La primera es que se elimina el Plan Obligatorio de Salud, en el que había numerosos procedimientos, tratamientos y medicamentos que estaban por fuera y sobre los que había que recurrir a autorizaciones, tutelas o comités científicos para su aprobación.

Con la decisión de la Corte se entiende que todo lo que estaba por fuera del POS queda incorporado, y será el gobierno con la sociedad, los médicos y los pacientes, los que definirán qué tipo de cosas no puede ofrecer el sistema de salud, como por ejemplo, tratamientos experimentales o estéticos, drogas de última generación o procedimientos en el exterior. Si a esto se suma el hecho de que los médicos tendrán más autonomía a la hora de recetar, los colombianos pasarán a tener, al menos en el papel, una salud que pocos países en el mundo ofrecen a sus ciudadanos.

Pero eso que suena tan bien implica un desafío descomunal para el gobierno. Este, por un lado, tendrá que crear nuevas reglas de juego lo suficientemente claras y eficaces para que el nuevo esquema funcione, y por otro lado, deberá buscar entre 4 y 10 billones de pesos que puede costarles a todos los colombianos mantener un sistema de salud con tan pocas restricciones para los médicos, farmacéuticas, proveedores de tecnología, entre otros. Necesariamente se requiere orden y límites, y esa es la tarea que tiene Santos para que la salud sea la que se necesita, pero sin que el Estado se quiebre.

Ahora bien, como la otra reforma a la salud que estaba en el Congreso se hundió, otras cosas quedaron en claro: Que las EPS seguirán, que no se creará Salud Mía, ni habrá centralidad del manejo de los recursos y la información. Y en vista de que en el próximo Congreso, tan polarizado, será prácticamente imposible pasar una nueva reforma, el gobierno se la jugará por el Plan B, el mismo que viene aplicando desde hace meses y que no requiere el visto bueno del capitolio. Entre los cambios está, por ejemplo, crear un modelo de atención para departamentos con poblaciones dispersas, como Guanía, Guaviare, Vichada, Chocó o La Guajira, en el que el Estado garantiza la salud a las personas. O sacar nuevas normas para que solo queden las EPS más grandes y sólidas.

4 ¿una revolución para superar el coco de Pisa?

Así como en infraestructura, la otra materia en la que Colombia se raja con respecto al mundo es en la educación: por lo menos así lo dijeron los exámenes Pisa y Pirls. Pero la educación no se puede trasformar en un abrir y cerrar de ojos, el solo hecho de que son cerca de 300.000 maestros los que operan en todo el país hace titánica la tarea de transformarla.

El presidente Santos durante su campaña propuso un decálogo para hacer ese cambio, sin embargo no es claro cómo podrá financiar al menos uno de los puntos clave, la jornada única, un empeño en el que muchos han fracasado por falta de recursos.

El estudio de la fundación Compartir, liderado por el exministro Guillermo Perry, que comparó ejemplos exitosos en el mundo, concluyó que gran parte de los problemas de Colombia están en la pésima formación de los maestros, su baja remuneración y la pérdida de prestigio de este oficio en la sociedad. ¿Qué hará Santos II para ello?