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LOS ENREDOS DE SIBAJA

El costarricense Guido Sibaja vino a Colombia a buscar la paz con la guerrilla y terminó mediando en un secuestro.

14 de julio de 1997

El sábado pasado apareció publicada en los periódicos una información según la cual el día anterior había sido liberada en Cali Sonia Villamizar Angulo, prima del ministro de Minas, Rodrigo Villamizar, secuestrada el 16 de diciembre pasado por el grupo guerrillero 'Jaime Bateman Cayón', una disidencia del M-19. De acuerdo con la versión de sus familiares, la liberación se debió a la mediación de Guido Sibaja, ciudadano costarricense, delegado del presidente José María Figueres, quien tenía la misión de realizar contactos con la guerrilla para un eventual proceso de paz.
La noticia causó gran sorpresa, por dos razones. La primera, porque muy pocos colombianos, aparte de su familia y de algunos allegados, sabían de la retención de la prima del Ministro; y la segunda, porque llamó mucho la atención el hecho de que un extranjero mediara en la liberación de una secuestrada. Después del ingrato recuerdo que dejó la intervención del alemán Werner Mauss en casos parecidos el país se ha vuelto muy sensible a la participación de foráneos en liberaciones de colombianos.
Cuando la alegría de la liberación empezaba a dar paso al escándalo, el esposo de Sonia Villamizar, Hugo Espinosa, debió explicar las razones que tuvo el delegado del presidente Figueres para mediar ante la guerrilla. Según él, "Sibaja nunca participó en una cosa distinta a la entrega. Lo hizo por petición de la familia y en forma desinteresada".
La explicación terminó por enredar aún más los hechos. Para empezar, Sibaja reconoció que estuvo al frente de la negociación con el 'Bateman Cayón' y no sólo en el momento de la entrega. Además sostuvo que si bien es cierto que no existió, según él, ninguna razón económica, ni para el secuestro ni para su intervención, la verdad es que sí hubo un interés político detrás de su participación. En entrevista con SEMANA reconoció que la razón que tuvo el grupo guerrillero para liberar a Villamizar fue la posibilidad de realizar un encuentro de paz con delegados del gobierno colombiano en Costa Rica, "para buscar acercamientos que permitieran un nuevo proceso de paz con ese grupo".
El gobierno colombiano desmintió esa versión. El zar antisecuestro, Rodrigo Villamizar, dijo que ninguna autoridad tuvo conocimiento de las gestiones de Sibaja y el presidente Samper, por su parte, afirmó que en ningún momento, "ni directa, ni indirectamente, el Presidente de la República fue informado sobre las gestiones que adelantaba el ciudadano costarricense en torno a este episodio".
Las autoridades de su país también desmintieron a Sibaja, desde el presidente Figueres hasta el canciller Fernando Naranjo. El capítulo se cerró con la destitución de Sibaja por participar a título personal y sin previa autorización en la liberación de Villamizar. Sibaja considera que se está cometiendo una gran injusticia puesto que su gestión fue exclusivamente humanitaria, "motivada por mi deseo de ayudarle al pueblo de Colombia".
¿Por qué Guido Sibaja llega al país como delegado del presidente de Costa Rica para realizar contactos de paz con la guerrilla y termina mediando en la liberación de una secuestrada? Sibaja es un licenciado en ciencias políticas, especialista en procesos de paz en Centro América, quien vino al país a finales de 1994 para participar en el primer informe sobre el estado de la paz en Popayán (Cauca). Allí conoció al entonces consejero de Paz Carlos Holmes Trujillo y se interesó por saber todo lo relacionado con las causas de la confrontación armada.
De vuelta a San José se entrevistó con el presidente Figueres y le informó de las posibilidades de paz que existen en Colombia y lo convenció de lo bueno que sería para su país participar en un eventual proceso de negociación. Cuando en abril de 1995 el embajador de Colombia en Costa Rica, Jorge Michelsen Rueda, se entrevistó con Figueres y le solicitó en nombre del presidente Samper que enviara un delegado a este país para adelantar conversaciones con la guerrilla, a fin de explorar las posibilidades de un nuevo proceso de paz, Figueres pensó en Sibaja y lo nombró delegado especial. Sibaja llegó al país en junio de ese año. Inició los primeros contactos y se entrevistó con Francisco Galán y Felipe Torres, del ELN, y con Francisco Caraballo, del EPL.
Los primeros frutos de la gestión de Sibaja se dieron en abril del año pasado cuando se concretó una reunión de algunos comandantes de las Farc con miembros de la Comisión de Conciliación. A la reunión asistieron Raúl Reyes y el comandante 'Joaquín' de las Farc, el ex canciller Augusto Ramírez Ocampo y el padre Jorge Martínez por la Comisión, y el propio Sibaja. Posteriormente organizó otro encuentro de paz en San José, al que asistieron Raúl Reyes y los miembros de la Comisión de Conciliación. Pero el gran hit de Sibaja lo dio cuando llevó hasta Costa Rica a Augusto López, Luis Carlos Sarmiento y Carlos Ardila Lülle a entrevistarse con el presidente Figueres para hablar de la paz en Colombia.
Pero esa colaboración en favor de la paz se vio ensombrecida con su participación en las gestiones para liberar a Sonia Villamizar. El secuestro es un delito que viene flagelando a los colombianos desde hace mucho tiempo y una de las razones para que no se haya podido combatir con éxito, según muchos analistas, es la mediación de personas como Sibaja. Tanto que la ley colombiana sanciona severamente ese tipo de intervención. Por eso, y mientras no se aclare plenamente lo sucedido, es muy difícil que Sibaja pueda seguir intermediando en un proceso que, para muchos, es demasiado serio como para dejarlo en manos de personas sobre cuyos intereses pueda surgir la más mínima duda.