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| Foto: Juan Carlos Sierra

ESPECIAL MEJORES LÍDERES

Llegó la hora de un liderazgo colectivo

En la sexta entrega del premio Los Mejores Líderes, llevada a cabo el martes, recibieron la distinción diez colombianos que por su trabajo promovieron el desarrollo social del país, la reconciliación, la paz y la democracia.

5 de noviembre de 2016

El 2 de octubre fue uno de los días más convulsionados de la historia política de Colombia. Luego de que los seguidores del Sí creían tener seguro su triunfo y que los acuerdos de paz firmados días atrás comenzarían a ser implementados, el No ganó en contra de todas las predicciones y por tan solo 50.000 votos. De inmediato comenzaron las celebraciones y los lamentos: ¡Viva por el pueblo colombiano que evitó que el país se le entregara a las Farc!, decían los seguidores del No. Por su parte, los partidarios del Sí, con tristeza acompañada a veces con lágrimas, decían que el país había perdido una excelente oportunidad de hacer la paz.

Como ni el gobierno, ni los opositores al referéndum tenían un plan a seguir si el No ganaba, el país entró en un limbo y la preocupación se apoderó de ambos sectores. ¿Qué seguiría ahora? ¿Volvería el país a la confrontación armada? ¿Otra vez se cerraría la oportunidad de llegar a una paz negociada?, se preguntaban unos y otros.

Sin embargo, después de la ‘tusa’ y de la celebración, y en medio de la incertidumbre, los colombianos comprendieron que no era posible tirar por la borda los acuerdos alcanzados con las Farc, y que esa guerrilla no podía volver al monte a reanudar la guerra a comenzar otra vez el espiral de violencia, de muertos y de desplazados. Que era necesario un liderazgo que en lugar de polarizar a la sociedad, la uniera en torno a la paz y a la reforma de los acuerdos suscritos con el grupo guerrillero.

Porque, como dijo Álvaro Forero Tascón, director de la Fundación Liderazgo y Democracia, en su discurso en la ceremonia de premiación a Los Mejores Líderes de 2016, más allá del triunfo del No y de la derrota del Sí, “el 2 de octubre se hizo evidente que los liderazgos individuales, aún el del presidente Santos que logró el consenso de que la paz es irreversible, es insuficiente para lograrla, y se requiere del trabajo conjunto, es decir, de liderazgo colectivo. Que por la naturaleza del problema –que la paz requiere de la confianza de todos los colombianos– la solución necesita del liderazgo colectivo” (ver discurso más adelante).

En ese mismo sentido se expresó Alfonso Gómez, presidente de Telefónica Movistar, en su discurso: “Nuestros líderes políticos se enfrentan al más complejo de sus desafíos, lograr que sus seguidores, que democráticamente se expresaron en las urnas el pasado 2 de octubre, sientan que sus representantes consoliden un anhelo de toda la sociedad: la paz”. Una tarea que solo se logra colectivamente y sin generar más polarización.

Esos líderes colectivos, no solo tienen la misión de llevar a feliz término el proceso de paz con las Farc y los recientes diálogos con el ELN, sino que deben reducir la polarización en la que se encuentra Colombia. Eso no significa que ellos acaben con las contradicciones y diferencias. Como explica María Emma Wills, investigadora del Centro Nacional de Memoria Histórica, en las sociedades siempre habrá antagonismos e intereses encontrados, y el papel de los líderes, en esta ocasión de los líderes colectivos, es dar la posibilidad de resolver esos antagonismos por la vía democrática, por la vía del debate y de ciertos mecanismos institucionales. Por lo tanto, proponen soluciones que permiten vivir en comunidad más allá de la diversidad y de la pluralidad “porque encarnan los mejores valores que tiene una sociedad para esa convivencia sin arrasar al otro, que acepta la pluralidad y que respeta la diversidad y las diferencias”.

Una noche para rendir homenaje a los líderes

En este contexto tuvo lugar la sexta edición del premio Mejores Líderes de Colombia. Un momento en el que el país busca liderazgos colectivos que contribuyan a la paz mediante fórmulas incluyentes que unan a los colombianos. Y precisamente ese fue uno de los criterios que tuvo el jurado para escoger a los finalistas y ganadores. Pero además, y con el fin de resaltar la pluralidad y la diversidad de los líderes en el país, los homenajeados, en la noche del martes 1 de noviembre, provenían de todas las orillas ideológicas y de todos los orígenes sociales. Por el tapete rojo de los premios desfilaron defensores de los derechos de los afrodescendientes, de la comunidad LGBTI y de las víctimas del conflicto armado; empresarios que por sus obras buscan mejorar las condiciones económicas de los menos beneficiados; investigadores e intelectuales que concilian las diferencias entre los distintos sectores sociales; y hasta políticos que ejercen la oposición de manera constructiva en contra del gobierno.

La ceremonia comenzó con las palabras de Alejandro Santos, director de Revista SEMANA, en las que hizo una radiografía del estado actual de la sociedad colombiana y del papel que deben cumplir los líderes. Enfatizó en que el país “necesita menos grandes líderes y más líderes con grandeza”. Y que esa “grandeza no tiene que ver con la humildad y sus sacrificios y con la capacidad de aglutinar en torno a propósitos superiores, sino en saber interpretar a una sociedad con sus contradicciones internas”, y así, en medio de la polarización, encontrar un lenguaje en común que cohesione a los colombianos.

Luego de los discursos, la presentadora anunció los 10 ganadores de los 28 finalistas. Humberto de la Calle Lombana, Frank Pearl, María Ángela Holguín, Sergio Jaramillo Caro, Gonzalo Restrepo López, Roy Barreras y los generales (r) Jorge Enrique Mora y Óscar Naranjo recibieron en conjunto el reconocimiento al mejor líder de Colombia, por su labor en la delegación del gobierno en los diálogos de paz con las Farc en La Habana, a través de una negociación rigurosa e innovadora.

A su vez, el opositor y crítico del proceso de paz, el senador por el Centro Democrático Iván Duque también fue galardonado por ejercer una oposición argumentada en materia económica desde el Congreso.

Además, el galardón, una pieza original del escultor quindiano Hugo Zapata, tallada en piedra lupita y cristal, le fue entregado a Luz Marina Bernal, madre de Soacha, por buscar verdad y justicia para las víctimas de los falsos positivos en Colombia; a Natalia Ponce de León, directora de la Fundación Natalia Ponce de León, por proteger los derechos de las mujeres víctimas de ataques con ácido; y a Zulia Mena, viceministra de Cultura, por haber hecho una gestión transparente que generó la credibilidad en los ciudadanos, durante el periodo en el que ejerció la Alcaldía de Quibdó.

En las iniciativas que procuran mejorar reducir la brechas sociales y económicas, el premio correspondió a Diana Sierra, directora ejecutiva de la organización BeGirl, por crear un producto reutilizable para niñas y mujeres vulnerables que facilite el manejo adecuado del periodo menstrual; a Diana Palacio, directora de la Fundación Ayuda a la Infancia, por articular esfuerzos con los sectores privado, público, y la cooperación internacional para atender a la primera infancia vulnerable; a monseñor Jairo Uribe, director ejecutivo de la Corporación Diocesana, por promover programas de desarrollo social que dignifican la vida de comunidades vulnerables del Valle del Cauca, el Eje Cafetero y el Chocó.

En cuanto a líderes que han contribuido a cambios culturales, el concurso eligió a Claudia Triana, fundadora y directora del Fondo Mixto de Promoción Cinematográfica (Proimágenes), por promover una revolución en el cine colombiano; y a Manuel Ramiro Muñoz, fundador y director del Instituto de Estudios Interculturales de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, por facilitar el diálogo entre comunidades afro, indígenas y campesinas de Cauca y Nariño, para generar procesos de paz comunitaria y desarrollo social.

En la ceremonia también se hizo un reconocimiento especial a los medallistas olímpicos y paralímpicos, por protagonizar un liderazgo colectivo y transformador que enorgullece a Colombia y que representa una voz de aliento para los deportistas de todo el país. Para el jurado, los logros de estos equipos en los Juegos de Río 2016 animan a otros deportistas a perseguir sus sueños y a representar al país a nivel mundial.

Con esta sexta edición del premio, la Fundación Liderazgo y Democracia y revista SEMANA, con el apoyo de Telefónica Movistar, mantienen su compromiso con la sociedad colombiana de promover el liderazgo, una cualidad indispensable para el progreso del país.