Los nuevos Robin Hood

David Murcia Guzmán llegó en 2003 a La Hormiga, Putumayo, con una mano adelante y otra atrás. Además del bachillerato de forma empírica aprendió producción de televisión, pero se dedicó al comercio. Según él, inició con productos naturales. A los dos años ya tenía negocios por 150 millones de pesos por lo que buscó en Bogotá asesoría para hacer crecer su negocio. Dice que vio una conferencia sobre el valor de la marca Coca-Cola que le cambió la vida, pues fue decisiva para proyectar lo que él cree es la marca DMG. El año pasado las operaciones en sus 20 empresas en Colombia y sus 60 establecimientos de comercio, en 32 ciudades, hubo transacciones superiores a los 30.000 millones de pesos sin contar con los de sus empresas en Panamá y Ecuador. Hoy, con 27 años de edad, se mueve en una caravana de vehículos blindados, tiene un conglomerado con 800 empleados y planea abrir oficinas en México y Brasil. "Quiero abolir el hambre en Colombia", dice, sin ocultar su interés en la política. Defiende su empresa, pues para él no capta dinero sino que vende tarjetas prepago y asegura que el mayor activo de su empresa es la marca que está construyendo.