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LOS TOROS DESDE LA BARRERA

EL ABOGADO DEL PRESIDENTE LOGRO VOLVER DISCUTIBLE LA ENTRADA DEL ELEFANTE, PERO SU NOTICA A HEINE MOGOLLON Y OTRAS PATINADAS LE HAN SALIDO COSTOSAS.

8 de julio de 1996

El jueves en la noche los televidentes colombianos se sorprendieron al encontrar en los noticieros la imagen de Luis Guillermo Nieto, el defensor del presidente Ernesto Samper, sentado en las frías barras del Salón Elíptico del Capitolio, siguiendo las incidencias del proceso contra el primer mandatario como cualquier colado. Era el resultado de un fallo de tutela emanado del Tribunal de Bogotá, según el cual la presencia y participación de Nieto en las deliberaciones de la Cámara de Representantes violaba el debido proceso. Tal y como lo demostró la representante Alegría Fonseca, quien interpuso la tutela, la oportunidad del abogado para argumentar la inocencia de su cliente ya había sido aprovechada por él en la Comisión de Acusaciones, donde su alegato sirvió de base para la propuesta de archivo de los representantes investigadores Heine Mogollón y Eliécer Meneses. A pesar de que numerosos conceptos jurídicos habían advertido previamente sobre la improcedencia de la participación de Nieto en las discusiones finales de la Cámara, pues la investigación terminó ya y lo que hace la Cámara ahora es calificar el proceso, el abogado de Samper se las ingenió con habilidad para disfrazarse de víctima y argumentar que la decisión del Tribunal violaba el derecho de defensa de su cliente. Pero lo que en realidad le dolía a Nieto -y al propio Presidente- es que el defensor no hubiera podido presentarse ante las cámaras de televisión y los representantes con una larga exposición que estaba preparada desde hace varias semanas como cierre con broche de oro del proceso de absolución. "Más que una defensa jurídica del Presidente, Nieto tiene lista una acusación contra Botero y Medina para demostrar que se robaron el elefante" dijo a SEMANA un ministro del gabinete. Al final de la semana Nieto trataba de conseguir una presentación en televisión para exponer su alegato -algo que de seguro conseguirá-, pero lo cierto es que en las huestes del gobierno todos reconocían que con la decisión del Tribunal la defensa había perdido una gran oportunidad, pues un monólogo de Nieto en televisión nunca será igual a lo que estaba preparado para el clímax del proceso en la plenaria de la Cámara. Cuando la Cámara vote esta semana Nieto habrá cumplido más de cuatro meses al frente del caso en el que desde un principio ha tenido que espantar la sombra de su antecesor, el brillante penalista Antonio José Cancino. El mito de este hombre que consiguió el auto inhibitorio en favor de Samper en diciembre después de 12 semanas de impactante retórica y un atentado que casi le cuesta la vida, era casi imposible de vencer. Y aunque muchos analistas del proceso siguen pensando que Nieto está muy por debajo de Cancino, no se puede negar que ha logrado meter algunos goles, así también haya tenido que encajar otros cuantos. Apenas se apersonó del caso, este boyacense de 49 años se propuso dejar de negar lo innegable que el cartel de Cali había mandado cinco millones de dólares a la campaña para proceder a poner en duda que el dinero, recibido por Santiago Medina quien, según Nieto, "contaba para ello con un socio que era Fernando Botero", hubiera ingresado efectivamente a las arcas samperistas. Y aunque cuatro meses después el objetivo no se ha logrado del todo, lo cierto es que Nieto consiguió que muchos colombianos piensen que algo de la plata se quedó por el camino. En favor de esta tesis, Nieto trabajó para desbaratar el estudio contable de la Fiscalía sobre la campaña. Su propósito de dejar totalmente sin piso los desfases fracasó, pero en cambio logró demostrar que más de 1.000 millones de pesos de los 3.200 millones que se suponía tenían origen ilícito podían ser explicados. El éxito en este punto es que algo que había dejado de estar en duda hasta para los más radicales samperistas que la plata entró a la campaña se volvió un asunto cuando menos parcialmente discutible incluso en los círculos más antisamperistas. Sin embargo por el camino Nieto ha tenido más de una patinada. Para empezar, ha habido de su parte algunos excesos verbales, como las referencias de la semana pasada a que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, estaría siendo investigado por "abuso sexual" , una declaración que de nada le sirve a la defensa de Samper y en cambio lesiona aún más, y quizás de manera irreparable, la posición de Colombia frente al Tío Sam, con los costos que ya se prevén en materia política y económica, no sólo para el gobierno sino para el sector privado. Otra deslenguada fue la que cometió el jueves pasado, cuando acusó al Tribunal de Bogotá de actuar con "sospechosa celeridad" en la resolución de la tutela que lo dejó por fuera de las sesiones de la Cámara, y afirmó que "ya no hay duda de que detrás de esa decisión hay una conspiración, un montaje contra el Presidente". Hay otros pecados más directamente relacionados con el proceso. El que más impacto causó fue la notica que Nieto le escribió a Heine Mogollón durante una de las sesiones de la Cámara. "Heyne: Ernesto Samper dio poder a José Joaquín Bernal para tramitar ante los bancos a nombre del Partido Liberal los avales necesarios para los créditos que requería la Asociación Colombia Moderna. LGNR" , decía el documento captado en medio de una de las sesiones por un camarógrafo del noticiero AM-PM. El contenido de la misiva no parecía por sí solo muy grave. Nieto le estaba dando a Mogollón un dato -por demás equivocado, como lo aclaró luego José Joaquín Bernal-, pero desde el punto de vista legal el asunto puede resultar mucho más que una anécdota. En efecto, la grabación de AM-PM podría ser la prueba de que Nieto le soplaba información al investigador del Presidente, algo que en opinión de algunos juristas podría constituir una falta disciplinaria grave e incluso tener consecuencias penales. Otro episodio que le ha complicado la vida a Nieto es el de la ampliación de indagatoria del Presidente, que a pesar de no haber durado sino tres horas y 45 minutos, registró más de 59.000 caracteres, algo físicamente imposible si se tiene en cuenta que una secretaria de primer nivel apenas logra teclear 9.000 caracteres por hora, tal y como lo denunció la Comisión de Seguimiento Ciudadano del proceso. La conclusión del asunto parece obvia: la indagatoria no fue -como debe ser- espontánea sino prefabricada, y eso podría significar no sólo la nulidad del proceso sino investigaciones penales por fraude procesal contra quienes participaron en la diligencia, entre ellos Nieto y Mogollón. En la Fiscalía ya se abrió una indagación preliminar por estos hechos. Pero más allá de estos problemas y de los que quizá se le vendrán encima más adelante debido al constante aumento de la temperatura en este proceso, la verdad es que Luis Guillermo Nieto ha hecho un buen negocio. Si es verdad lo que dicen algunos de sus allegados en el sentido de que su verdadero sueño desde su paso por la Constituyente es meterse de lleno a la política, no hay duda de que en las próximas elecciones al Congreso conseguirá, entre las aún nutridas masas samperistas, los votos necesarios para hacerse a una curul que le garantice, entre otras, no tener que volver a observar un debate en el Capitolio desde las barras.