Maestría en diplomacia

Cuando el presidente electo, Juan Manuel Santos, anunció que María Ángela Holguín sería su canciller, desató múltiples sorpresas. La primera fue para ella, que desempeñaba el cargo de representante de la CAF en Argentina y apenas contemplaba la idea de regresar a Colombia en el mediano plazo. La segunda, para la opinión pública, que no asociaba a Holguín con el nuevo mandatario, ya que solo tuvo contactos esporádicos, y no públicos, durante la campaña. Y la tercera, para presidentes como Hugo Chávez, quien tenía el temor de que la elección de Santos significara una prolongación de la relación conflictiva con el gobierno saliente de Álvaro Uribe. El nombramiento de María Ángela Holguín, ex embajadora en Caracas y conocida por su profesionalismo en el campo de la diplomacia, significaba un giro en la política exterior. Con el paso de los meses quedó claro que el cambio iba en serio: en cuestión de semanas, y con gran maestría, María Ángela normalizó las relaciones con Venezuela y Ecuador, logró la elección de Colombia para el Consejo de Seguridad de la ONU, se aproximó a Unasur y reiteró la cooperación con Estados Unidos. Un año, sin duda, de logros rápidos para la nueva Canciller.