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A pesar de las severas críticas de la Contraloría a su gestión, Gloria Lucía Álvarez aspira a ser reelegida como directora de la Corporación Autónoma de Cundinamarca para los próximos tres años

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A pocos días de escoger su nuevo director, la CAR de Cundinamarca acaba de ser rajada por la Contraloría por el manejo de sus finanzas

2 de diciembre de 2006

Suena muy contradictorio, pero así es. Mientras el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) le va dar a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) 50 millones de dólares para recuperar el contaminado río Bogotá, la Contraloría, en una auditoría que le hizo en el último año, concluyó que fue ineficiente en el manejo de sus recursos y por eso tendrán que responder ante la Procuraduría y la Fiscalía.

Y como si esto fuera poco, los ciudadanos que integran el comité del Pacto de Transparencia del programa presidencial anticorrupción sostienen que después del seguimiento que le hicieron durante el último año a la CAR, fue "la única Corporación en el país que no pasó la evaluación de transparencia".

Dicho pacto es un instrumento que firmó el gobierno el año pasado con un grupo de ciudadanos que podían hacerle el control social a la gestión de los directores de las CAR en todo el país. En su informe, aseguran los ciudadanos que después de un trabajo intenso de seguimiento durante un año a la gestión de la directora de la CAR Cundinamarca, Gloria Lucía Álvarez Pinzón, no han podido lograr que los reciba. "Y hasta donde se pudo, recopilamos con entrevistas y documentos los resultados negativos de la gestión de la CAR". Según ellos, gracias a ese control que le hicieron a la Corporación, así fuera a distancia, lograron que la Contraloría General objetara un convenio que pretendía hacer la funcionaria con la Secretaría del Convenio Andrés Bello (Secab), por 10.250 millones de pesos, sin tener en cuenta los principios de la contratación administrativa.

La directora de la CAR le dijo a SEMANA que es un pacto voluntario y cada cual decide quién lo cumple y quién no. "No estimo correcto que quienes hacen parte de ese comité sean ex funcionarios de la institución a la cual están vigilando. Algunos de ellos están en la lista que aspira a la dirección general para la elección que será en 15 días", dijo la funcionaria.

Pero si bien es entendible que la directora de la CAR no le tenga confianza a la evaluación hecha por los ciudadanos, la Contraloría les halló la razón. En octubre pasado, finalizó una auditoría y la CAR perdió el año. Calificó la gestión de la CAR como desfavorable y le llamó la atención por las deficiencias en el control de los recursos del Estado. Dice en su informe que en repetidas oportunidades les han manifestado a los funcionarios del gobierno la obligación de abrir licitación pública en el momento de realizar contratos o convenios con los organismos de cooperación internacional. "No es justificable que amparándose en la cooperación internacional, la CAR tenga que sustituir su estructura administrativa y su facultad de contratación, para lo cual giró la totalidad de los recursos a la Secab, dineros que vienen siendo administrados por esta última, celebrando contratos de prestación de servicios, suministro, arrendamiento de vehículos y compra de equipos de cómputo, sin tener en cuenta los principios de contratación estatal", dice la Contraloría.

La preocupación del órgano de control no termina ahí. Encontró además deficiencia en el manejo de los contratos y asegura que los objetivos y las metas no se lograron de manera eficaz. Y sobre las inversiones de la Corporación a través de comisionistas de Bolsa, señala que "incurrió en serias irregularidades que se enmarcan en una gestión antieconómica en el manejo de los recursos públicos que constituyen un hallazgo administrativo con incidencia disciplinaria y penal", que deben investigar la Procuraduría y la Fiscalía.

"Yo encontré esta entidad con muchas dificultades y es difícil recuperarla en tres años que yo llevo -dijo Álvarez Pinzón-. Hoy, somos modelo a seguir frente a las otras corporaciones y en 2007 se verán los resultados. Además, la Contraloría está calificando es a la entidad y no a mí". Por eso, sometió de nuevo su nombre al consejo directivo de la corporación y quedó en la lista de elegibles como la favorita para ocupar de nuevo la dirección de la CAR Cundinamarca, por otros tres años.

Este lunes, dicho consejo comenzará a revisar la lista de aspirantes y se espera que escojan al nuevo director con lupa, tal y como lo pidió el presidente Uribe hace tres años.