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Joverman Sánchez (alias Manteco durante la guerra) | Foto: SEMANA

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Manteco desmiente ser socio de Otoniel, el narco más buscado

Joverman Sánchez (alias Manteco durante la guerra), exjefe Farc, dice que conoció de niño al jefe del Clan del Golfo, pero que no tuvieron ninguna relación aparte de la confrontación entre ambos grupos. En entrevista con SEMANA desmiente la información divulgada en medios.

4 de marzo de 2020

Este martes circuló en medios nacionales un informe que señalaba a Joverman Sánchez, un exjefe de las Farc que se movió durante años en Urabá, como el nuevo aliado de Otoniel, el jefe del Clan del Golfo y el narco más buscado del país. Según el reporte, que citaba a la Policía como fuente, el exguerrillero era uno de los encargados de la seguridad de Otoniel.

Horas después, el Partido Farc le salió al paso a las publicaciones, diciendo que Sánchez (conocido en la guerra con el alias de Manteco) sigue cumpliéndole al proceso de paz. SEMANA habló con él, que está en Mutatá, Antioquia, junto a decenas de excombatientes en proceso de reincorporación.

SEMANA: ¿Cómo se enteró del informe de la Policía?

Joverman Sánchez (J.S.):  Yo me entero de este informe a través de mi abogado, que me pasa lo que está reportando El Tiempo. La Policía lo pasa a los medios. Yo acababa de salir de la diócesis de Apartadó, donde tenía una reunión con monseñor Hugo Alberto Torres. 

SEMANA: ¿Qué responde al señalamiento de que usted está aliado con Otoniel, jefe del Clan del Golfo?

J.S.: Es claro que es un montaje, un falso positivo judicial. Están atacando el proceso de paz. Hay intereses desde el alto gobierno. Los hechos dicen que son así. Maneja el discurso de paz pero sabemos que no están comprometidos con la paz. Desafortunadamente, hay personas dentro del Ejército y la Policía que se prestan para esto. Acá hay unos intereses de atacar la paz, de no permitir que sigamos dando la pelea política. Tampoco nos van a perdonar que fuimos guerrilleros. 

SEMANA: Entre todos los excomandantes de las Farc, ¿por qué el señalamiento es sobre usted?

J.S.: Porque saben lo que conozco. Soy una persona que estuve 32 años en armas, siempre en Urabá, soy de Urabá, conozco la historia de Urabá y hay muchas mentiras sobre Urabá. Y también porque les causé mucho dolor de cabeza, yo soy uno de los hombres que confrontó bastante a la fuerza del Estado colombiano. 

SEMANA: En 2014 usted fue señalado de aliarse con el Clan del Golfo para un plan pistola contra la fuerza pública. 

J.S.: La campaña contra mí viene de hace rato. Para esa fecha, nosotros seguíamos combatiendo a los paramilitares. No es mentira que hubo una propuesta de los paramilitares de querer apostarle a la paz. Las Farc ya tenían la mesa de diálogos y ellos nos buscaron. Dijeron: "Nosotros como autodefensa somos un actor armado, sin el desarme nuestro será difícil la paz". El Gobierno nunca los aceptó. Ellos (los paramilitares) buscaron un acuerdo de no confrontación con nosotros, de que paremos la guerra. ¿Qué se hizo? Hubo un pacto de no agredirnos entre nosotros, pero eso no quería decir que nos encontrábamos y operábamos en la misma zona. No, les respetábamos la zona donde ellos operaban y ellos nos respetaban la zona donde nosotros operábamos.

SEMANA: ¿En esa época usted trató con Otoniel?

J.S.: No, yo a Otoniel lo conocí de pelado, cuando éramos jóvenes porque él es de Nueva Antioquia y yo soy de Currulao (ambos corregimientos de Urabá). Yo conozco a Otoniel y a su familia. No es un secreto, no tengo por qué ocultarlo ni avergonzarme. 

 SEMANA: ¿Cómo ha sido la relación con Otoniel?

J.S.: Él toma su decisión de entrar a las autodefensas y no había ni hay relación. Lo que hubo fue confrontación. Y ahora no hay ni confrontación ni relación. Creo y agradezco que están respetando el proceso de paz, porque no tenemos nada que lamentar en esta región, y uno sabe que él tiene buen control acá. Y nosotros nos movemos en la región sin ningún problema. Eso uno lo agradece porque estamos comprometidos con la paz y la paz es con todos, con nuestros antiguos adversarios.

SEMANA: ¿Los excombatientes de las Farc que están en Urabá no han tenido problemas de seguridad con el Clan del Golfo?

J.S.: No tenemos nada que lamentar hasta ahora. No tenemos un muerto por este grupo acá. Se me olvidaba: sí hubo unos hechos en Peque, hace dos años mataron dos muchachos. Pero los que estamos en el propio Urabá no tenemos nada que lamentar. Acá nadie nos dice nada, a nadie han amenazado ni echado ni asesinado. Estamos trabajando libremente. 

SEMANA: Pero el Clan del Golfo ha reclutado excombatientes de las Farc en Urabá. ¿Qué sabe de eso?

J.S.: Que yo sepa, no ha reclutado. Los muchachos que llegaron conmigo, aquí están. Pero usted sabe que no todos se vinieron con nosotros. Hubo gente que por no tener un futuro claro, o por desconfianza con los cumplimientos del Gobierno, tomó su decisión. Y hubo un grupo que me siguió y otros quedaron dispersos. Entonces no le puedo decir si reclutaron algunos de esos muchachos.

SEMANA: ¿Cómo va su proceso ante la JEP?

J.S.: He acudido a todos los llamados y estoy respondiendo por los hechos de Farc y por mis hechos. He hablado de lo que me han preguntado, porque es por etapas. Ahorita vamos en la etapa de 1986 a 1993. 

SEMANA: ¿Va a emprender alguna acción legal por esa información que circuló, vinculándolo a Otoniel?

J.S.: Sí, una demanda. Porque aparte de enlodar el nombre de uno, esto es muy peligroso. Porque ponerme de la talla de Otoniel como narcotraficante es muy delicado para uno y para el partido. Además, ¿qué se está tejiendo? Se está tejiendo el espacio para que uno sea asesinado, o capturado o extraditado.