Home

Nación

Artículo

La masacre de Mapiripán (Meta) se registró en el año 1997. | Foto: Archivo Semana.

JUSTICIA

Mapiripán: "¿Y ahora las víctimas les debemos al Estado y a los culpables de la masacre?"

Viviana Barrera creyó que jamás tendría que revivir el dolor que sintió cuando supo que su papá era uno de los muertos. Hoy, 14 años después, dice sentirse indignada. Le cuesta creer que alguien pudo hacerse pasar por víctima de este hecho.

Sally Palomino, periodista semana.com
23 de noviembre de 2011

“A mi papá lo mataron, le metieron piedras en el cuerpo y lo tiraron al río. Nunca encontraron su cadáver. Mi papá fue una de las víctimas de la masacre de Mapiripán”. El testimonio es de Viviana Barrera (43 años). Ella supo que había ocurrido una matazón en el pueblo en donde vivía Antonio María Barrera (su papá), por la radio. Y escuchó a los habitantes de Mapiripán contar cómo lo habían masacrado, pero se negó a oir, en audiencia de Justicia y Paz, el relato (mucho más crudo y duro) de los paramilitares, que dieron detalles de cómo le pusieron punto final a la vida de uno de los hombres más conocidos del pueblo, de hecho, uno de los fundadores de Mapiripán.

“Nadie se alcanza a imaginar lo que me duele”, dice. Y advierte que nunca pensó que 14 años después de la masacre tuviera que revivir la tragedia. Mucho menos a cuenta de unas presuntas falsas víctimas, dos de las cuales compartieron con ella la lucha por lograr que el Estado asumiera su responsabilidad en los hechos. Viviana recuerda cuando hace seis años en compañía de Mariela Contreras y de otras tres mujeres fue a San José de Costa Rica. Ellas, como víctimas, se presentaron ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos acompañadas por el colectivo de abogados José Alvear Restrepo. Y recibieron una millonaria indemnización por parte del Estado.

“No puedo decir cuál fue la suma exacta que recibimos, pero reconozco que fue alta”, sostiene. Viviana cuenta que su caso fue llevado a instancias internacionales, luego de que la contactó una abogada del colectivo, quien le preguntó si quería que en el caso de su papá se hiciera justicia. “Me dijeron que al final ellos se quedarían con un porcentaje del dinero que recibiéramos. Y así fue”.

Viviana buscaba -según cuenta- que se lograra recuperar el cuerpo de su padre, “quería darle cristiana sepultura”, que el Gobierno pusiera los ojos sobre el pueblo, “para que no todos, como me tocó a mí, tuvieran que salir corriendo a causa de la violencia”, y que los responsables pagaran, “por la muerte de mi papá alguien tenía que responder”, dice.

Después de que la Corte ordenó al Estado colombiano indemnizar a las víctimas -cuenta Viviana- perdió el contacto con Mariela Contreras y Luz Mery Pinzón, dos de ahora presuntas falsas víctimas.

“Mientras compartimos el proceso recuerdo que Mariela nunca nos contó mucho. Sé que ella no vivía en Mapiripán y que cada vez salíamos de las citas sicológicas, ella era la única que lo hacía tranquila. Yo creía que era cuestión de carácter; yo salía destrozada, pero ella no. Nunca me imaginé que la razón era la que hoy conocemos”, asegura Viviana.

Sobre la audiencia que este miércoles se cumple en Costa Rica, Viviana se declara de acuerdo con la petición del Gobierno de revisar el caso. “Estaría de acuerdo con que esculquen todo. No es justo que haya existido gente que reclamó por quién no debía, que se burló de nuestro dolor”, dice.

Viviana también ve en la audiencia de este miércoles una oportunidad para revisar los otros compromisos, aparte del de la indemnización, que exigió hace cinco años la Corte al Estado colombiano. “Nos cumplieron con el dinero, pero no con la ayuda en el pago del estudios de nuestros hijos, mucho menos con la afiliación a ARS. En lo que tiene que ver con nuestra seguridad, nos dieron un Avantel”, relata.

Y aunque la indignación por las presuntas falsas víctimas es evidente en quienes sí lo son, Viviana reitera que no por eso se debe desviar el tema e intentar generar la idea en la opinión pública de que no hubo masacre y que poner en duda a las víctimas. “¿Ahora las víctimas vamos a salir debiéndoles al Estado y a los culpables de la masacre que acabó con la vida de nuestras familias? se pregunta Viviana, quien sigue exigiendo que se haga justicia y reitera que el tema de las presuntas falsas víctimas se volvió en excusa para los principales responsables del crimen.