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Destrozos por valor de varios millones de pesos dejaron los actos vandálicos de este jueves en Bogotá. | Foto: Diana Sánchez

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Marcha Patriótica “No infiltramos paro, somos campesinos”

El vocero del movimiento, David Flórez, aseguró que el Gobierno busca estigmatizarlos.

30 de agosto de 2013

El paro nacional agrario no deja de dar noticias. El presidente Juan Manuel Santos, en un vehemente pronunciamiento, ordenó este viernes militarizar Bogotá con 50.000 efectivos, para garantizar la movilidad y seguridad en las vías.

El mandatario condenó los hechos vandálicos y desmanes provocados por el paro, que dejaron pérdidas millonarios a comercios de tres localidades y a la infraestructura pública. Y también acusó a la Marcha Patriótica de aprovechar la protesta para "imponer su propia agenda".

El vocero del movimiento, David Flórez, aseguró a Semana.com que “la Marcha Patriótica, en su gran mayoría, es un movimiento campesino, por lo cual no hemos infiltrado la protesta y mucho menos apoyamos a los vándalos” y señaló que ellos no ha instado a los desórdenes y hechos de violencia que vivió Bogotá este jueves.

Flórez acusó que esos actos vinieron “del Gobierno y la fuerza pública, lo cual con videos y pruebas se lo mostraremos a la opinión pública” y argumentó que señalarlos a ellos es “desconocer la problemática del sector agrario” y tender una cortina de humo

En declaraciones a La W, otro integrante del movimiento, Carlos Lozano, le dijo al presidente Santos que si tiene pruebas de que Marcha Patriótica son los agitadores de la protesta que las muestre al país.

“Si el presidente Santos cree que Piedad Córdoba y yo estamos detrás de esto, que lo diga para poder defendernos, pero quiero señalar que ayer (jueves), que la columna de la Marcha Patriótica fue víctima del tratamiento de la Policía” dijo el también director del semanario Voz.

Lozano expuso que nunca han sido un objetivo del movimiento político las revueltas y los desórdenes públicos: “Nosotros hemos convocado a las movilizaciones patriótica, pacíficas y democráticas y eso lo conoce el presidente Santos”.
 
Entre este tire y afloje, lo cierto es que con los hechos vandálicos de este jueves no ganó nadie más que quienes se aprovecharon de la situación. Pierde legitimidad lo que puede ser una justa causa de protesta y pierde el Estado que fue incapaz de impedir que una manifestación llegara hasta estos extremos. En medio, está una sociedad que todavía parece no aprender que la violencia no lleva a ninguna parte.