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Migrantes en Necoclí
Migrantes de África, Haití y Cuba se encuentran varados hace varias semanas en Necoclí. Foto: Juan Arturo Gómez. | Foto: Juan Arturo Gómez

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Más de 200 migrantes están varados en Necoclí

Se trata de un grupo de cubanos, africanos y haitianos que llegaron al país desde Brasil; su camino aún no termina y esperan tocar suelo estadounidense en los próximos meses.

22 de enero de 2021

Quizás uno de los pasos fronterizos más olvidados que tiene el país es el de Sapzurro, en Chocó, y que comunica a Colombia con Panamá. Por allí pasan cada año miles de migrantes de muchísimas partes del mundo, tratando de llegar a Centroamérica y luego a Estados Unidos. Sin embargo, en el último año, dadas las restricciones de movilidad y cuarentena acaecidas por la pandemia, el paso de personas ha disminuido; hasta que esta semana se volvieron a ver los viajeros en Necoclí, Antioquia, penúltimo paso antes de cruzar el golfo de Urabá y aventurarse en un camino de muerte por el Tapón del Darién.

Según el comandante de Policía de Necoclí, son unas doscientas personas que hasta el momento amanecen en carpas o en hoteles, dependiendo de sus posibilidades económicas. Aún no continúan con su viaje porque los lancheros locales no les han vendido tiquetes de viaje hasta Capurganá, donde empieza la ruta a pie hasta Panamá.

Migrantes en Necoclí
Migrantes en Necoclí esperan a que los servicios de transporte les vendan tiquetes para atravesar el golfo de Urabá. Foto: Juan Arturo Gómez | Foto: Juan Arturo Gómez

“No les están vendiendo tiquetes para ir a Capurganá. Ellos están esperando a que les den la oportunidad; ellos aprovechan la noche y la madrugada para arrancar. Hasta el momento hemos identificado haitianos, cubanos y africanos. Nuestra preocupación es que tomen las precauciones para evitar el contagio de coronavirus; muchos usan el tapabocas, pero otros no”, dijo el capitán Jonathan Alexis Cáceres Aguilera, comandante de la Policía en Necoclí.

Desde el año pasado, cuando trescientos migrantes pasaron la cuarentena en el coliseo del municipio, no se veía una cantidad así de personas esperando cruzar la frontera. En esa oportunidad, dadas las condiciones de encierro que atravesó el país, los ciudadanos extranjeros pudieron descansar y recibir alimentación diaria gracias a la Alcaldía, todo un evento, pues son sabidas las necesidades que pasan los viajeros en estos municipios, donde están a la merced de bandas dedicadas al tráfico de personas.

Entre los viajeros que hoy esperan en Necoclí, hay más de 50 mujeres en embarazo, decenas de niños y un grupo de cubanos que se reconocen como miembros de la comunidad LGBTI. SEMANA habló con Yosandi Valle Pérez, una mujer trans que salió de Cuba hace más de un año en un vuelo directo a Guyana huyendo de la homofobia que se vive en la isla por cuenta de la dictadura.

Migrantes en Necoclí
Los migrantes pasan la noche en la playa. Foto: Juan Arturo Gómez. | Foto: Juan Arturo Gómez

“Salí de Cuba porque no se puede vivir bien y ahora veo que acá es peor todavía. Es horrible, y donde quiera que voy hay homofobia, ni te digo lo que he pasado por acá, porque todo es malo. Mi viaje fue pésimo, siempre hay gente que te obliga a hacer cosas, me han ultrajado varias veces. Llegué a Guyana, estuve en Brasil, en esos dos países la pasé muy mal”, dijo Valle Pérez.

Hasta el momento, los más de doscientos migrantes están a la espera de que los empresarios del transporte les vendan tiquetes para viajar a Capurganá y continuar con su meta de llegar a Estados Unidos. Mientras tanto, los llamados coyotes que se encargan de pasar a los extranjeros por la selva, siguen sacando provecho de esta tragedia.