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ENTREVISTA

"Más fuerza pública y más plata no son suficientes para Cauca": Gobernador

En diálogo con Semana.com el gobernador de Cauca, Temístocles Ortega, hizo una radiografía del departamento que en los últimos días ha sido el epicentro del conflicto en Colombia.

16 de julio de 2012

Semana.com: ¿Cómo se explica el recrudecimiento de la guerra en Cauca?
 
Temístocles Ortega: Son varias las condiciones que explican la escalada de las FARC desde mediados de este año. Por un lado se dice que es parte de un plan que ellos tienen para mostrar fortaleza. A eso hay que agregarle que las zonas de los ataques son aisladas de los centros urbanos importantes y donde históricamente ha hecho falta presencia del Estado.

Semana.com: ¿Cree en esa hipótesis de que los ataques de las FARC son una muestra de poder para permitirles llegar fortalecidas a una posible mesa de negociación?
 
T.O.: Pues ojalá haya aproximaciones de esas que no conocemos, porque yo si he sido partidario por convicción de una salida política del conflicto y que se pueda avanzar de la manera más rápida. La escalada de la subversión es evidente y la afectación del departamento está a la vista.

Semana.com: Toribio, Jambaló, Silvia o Caloto son solo algunos de los municipios de Cauca que viven bajo la zozobra de la guerra, ¿la situación del departamento se arregla con plata y con más presencia militar?
 
T.O.: El tema es complejo y de mucho más fondo. Por supuesto que una mayor inversión social es prioritaria. Pero tampoco habrá condiciones mínimas para el desarrollo social si la Fuerza Pública no copa el territorio. Pero también hay otras situaciones. Existe una desconfianza de las comunidades indígenas con el Estado, lo que ha generado que en algunos sectores haya también raíces de las fuerzas subversivas entre las comunidades, consecuencia de las amenazas que reciben pero también de esa desconfianza.

Semana.com: ¿A qué atribuye usted que esa desconfianza que hoy parece irreconciliable
 
T.O.: Las comunidades indígenas tienen una posición digamos filosófica y política vinculada a sus conquistas de los últimos años, de los reconocimientos de sus normas y costumbres de su territorio y por hay que acercarse a ellas sobre las bases del respeto hacia esa concepción.

Eso no quiere decir que hay una nación adentro de otra. Eso sería absurdo. Pero sí se requiere un diálogo respetuoso con esas comunidades. Esa confianza se construye y debe estar sementada en que el Estado les reconozca esos derechos en la práctica. Este es el tema y hay que acabar con esa tensión que dificulta cualquier proceso de diálogo.

Semana.com: ¿Qué tanto sirve el viaje del presidente Santos al departamento?
 
T.O.: Yo creo que el Gobierno en esta ocasión fue a hacerle un acto de presencia en una zona donde han ocurrido hechos de violencia y fue a llevarles un mensaje de diálogo y lo importante es el anuncio de que el presidente está dispuesto a dialogar.

Semana.com: ¿Cómo mediar en la pretensión de los indígenas de que sean ellos quienes controlen la zona de Toribio?
 
T.O.: Lo que nos corresponde hacer es seguir dialogando y hacerlo de manera más horizontal y es el planteamiento que yo hice en el consejo de ministros. Se debe respetuoso con esas concepciones de los indígenas y que las fuerza indígenas entiendan que hay un Estado amigo, que los respeta, los reconoce y que en la práctica ejerce también con esas consecuencias.

Por otro lado, tampoco es fácil pensar que en territorio como el del nororiente caucano con una presencia masiva de las FARC, este accionar de la población civil soportada por la autoridad moral y ancestral, sea capaz de sacar a las FARC.

Semana.com: ¿Cuál es su sensación personal de lo que necesita urgentemente el departamento de Cauca?
 
T.O.: La sensación que tenemos es que requerimos más pragmatismo en cuanto a que la inversión del Estado llegue a las comunidades y esa sensación de ausencia del Gobierno, de que todo necesita mucho trámite, desaparezca. Eso es lo que esperamos que suceda hacia adelante y esto no sucede solo con la llegada de la fuerza pública.