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. | Foto: Archivo SEMANA

CAPTURA

Cayó presunto responsable de masacre en Boyacá

Marco Antonio Aguillón habría participado en los hechos que dejaron a 15 personas asesinadas en el 2001.

30 de octubre de 2013

A finales del 2001, en pleno apogeo de los paramilitares en el país, la noticia de una masacre de 15 personas en Boyacá -entre ellas varios menores de edad- daba cuenta de la barbarie con que esa organización al margen de la ley atacaba a la población civil.

Este miércoles, por orden de un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, la Dijin de la Policía capturó a Marco Antonio Aguillón Rivera, presunto miembro de las Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC). 

El papel de Aguillón en los hechos fue al parecer infiltrarse como un pasajero más del bus en el que iban las víctimas, para hacer que el vehículo se detuviera justo donde los esperaban los paramilitares que terminaron por acribillarlos. 

Aguillón Rivera fue capturado en la vereda La Parroquia del municipio de Mariquita, Tolima, después de varios años de investigación que han permitido ir identificando uno a uno a los presuntos responsables de las muertes de las 15 personas.

Actualmente son procesados como coautores de la masacre Alquimedez Herrera Parra, alias ‘Gavilán’, y Josué Darío Orjuela, ‘Solín’. Mientras los recordados jefe paramilitares Héctor José Buitrago Rodríguez, alias el ‘Patrón’, y Héctor Germán Buitrago, alias ‘Martín Llanos’, ya fueron condenados. En el caso de Luis Eberto Díaz Molano, alias el ‘Compadre’, también tiene medida de aseguramiento por el múltiple homicidio. 

La condena a los Buitrago 

Detrás de los hechos registrados el primero de diciembre del 2001 en la vía que conduce de Sogamoso (Boyacá) a Yopal están los entonces jefes paramilitares Héctor Germán Buitrago, alias ‘Martín Llanos’l y su padre, Héctor José Buitrago, alias el ‘Patrón’, además de otros paramilitares.

El múltiple crimen por el que el juzgado 56 Penal del Circuito de Bogotá condenó a los dos exparamilitares en el 2012 a 20 años de cárcel después que aceptaron los cargos y recibieron un rebaja de la mitad de la pena por los delitos de homicidio en persona protegida consumados y en el grado de tentativa, se presentó sobre las 7 de la mañana en el municipio de Aquitania, Boyacá.

Las víctimas se movilizaban en un bus de la empresa Cotracero cuando uno de los pasajeros (Marco Antonio Aguillón Rivera), quien hacía parte de los paramilitares, les hizo detener su paso. En el lugar los esperaban cinco hombres armados. Los hicieron descender del vehículo y acostarse en el piso boca abajo, luego les dispararon con sus pistolas, de manera indiscriminada. Al hecho sobrevivieron una anciana y dos niños. A todos los señalaron de ser colaboradores de las FARC.

Resalta el fallo de 51 páginas publicado en su momento por Semana.com que una de las víctimas era un anciano que era el padre de un policía que pertenecía a la Sijin y quien al parecer colaboraba con las autodefensas Campesinas del Casanare, de las cuales eran jefes los Buitrago.

Los hechos quedaron en evidencia por las declaraciones entregadas durante el proceso por el comandante urbano de las autodefensas alias ‘Solín’, quien dijo que la masacre fue con complicidad de algunos miembros de la fuerza pública.
 
“Hay un miembro de la Policía o Sijin y es otro de los que cumple con las reuniones donde decían qué tocaba hacer… el bombo era que había ocurrido una masacre en Boyacá… y él levantó la mano y dijo que iba a hacer el levantamiento, que no le tenía miedo a nadie y estando en el levantamiento vio que su papá estaba ahí (muerto)… tocaba colaborarle a ese muchacho económicamente porque estaba muy afectado y era una persona que nos estaba colaborando bastante en la organización…. Fue uno de los que entregaron el lugar preciso de lo del bus… que no hubiera tropa”, aseguró el entonces paramilitar.

El día de la masacre, pese a que los hechos ocurrieron en la mañana, sólo pasado el mediodía las autoridades hicieron presencia en el lugar. Los atacantes tuvieron tiempo de escapar, pero fueron capturados a las 5:30 de la tarde por movilizarse en un vehículo robado y con un arma, poco después fueron dejados en libertad y nunca se les vinculó con el hecho. Se cree que pagaron 15 millones de pesos para no ser detenidos.

Para la juez fue clara la abierta participación de militares y civiles en los hechos, además que las personas fueron asesinadas por simplemente vivir en una zona de influencia de las FARC. 

“Se cometió la barbarie de asesinar a sangre fría a 15 personas inocentes, desamparadas e indefensas, que se desplazaban por una carretera nacional a un municipio –Labranzagrande- que obtusas mentes estigmatizaron como municipio guerrillero”.

Por los mismos hechos, en sentencia del 2011 fue condenado también a la pena de 20 años José Darío Orjuela. En ese fallo se destaca que la juez envió copias para que se investigara a los mandos militares y de Policía que pudieron haber incurrido en alguna omisión o que de manera cómplice participaron de los hechos.  

Así mismo, se ordenó que se investigue al miembro de la Policía cuyo padre fue una de las víctimas, por supuestamente colaborar con las autodefensas y participar de los hechos en los que perdió la vida su progenitor. La juez también buscó en su fallo que se indague sobre el posible apoyo de los gobernantes de la época a las autodefensas de los Buitrago.