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El incendio comenzó el miércoles 3 de febrero en Arboledas (Norte de Santander) y avanzó rápidamente hasta llegar a Suratá (Sanatnder). Foto: Juan Jacobo Lozano (@jacobolozano)

Medio ambiente

Ministerio de Ambiente presentó informe sobre incendio en Santurbán

Después de recorrer la zona propusieron tres estrategias para la protección de la zona. No se logró esclarecer cómo inició la conflagración.

6 de marzo de 2021

Con un cálculo aproximado de 405,51 hectáreas afectadas por el incendio en el páramo de Santurbán, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible presentó un plan con tres acciones para evitar eventos similares a futuro y mitigar los efectos, luego de que las llamas afectaran parte de la vegetación y la fauna de este corredor estratégico ambiental.

Ya pasó un mes luego de que se presentara esta emergencia que puso en riesgo la biodiversidad de zona en los límites de los departamentos de Santander y Norte de Santander. El incendio que ocurrió en la vereda Playoncito (Arboledas, Norte de Santander) y avanzó hacia el Páramo, fue controlado por organismos de socorro de varias localidades que se unieron para evitar que las llamas afectaran un área mayor.

Nicolás Galarza, viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, explicó que “el plan consiste en la creación de una comisión con las comunidades, los gobiernos municipales y las corporaciones para generar acciones de educación y prevención de futuros incendios; formular un programa de Pagos por Servicios Ambientales que vincule a la comunidad en la conservación de la zona, y la implementación del plan de restauración con el cual garantizaremos la recuperación de nuestro páramo”.

La propuesta del ministerio se elaboró luego de una visita técnica al área del incendio y a partir de lo observado se tomaron decisiones en beneficio del entorno y de las comunidades. Es importante rescatar que la zona donde se presentó esta emergencia es de importancia vital, especialmente porque la reserva hídrica en la zona es amplia y por esto se ha dado la discusión desde diferentes sectores para evitar la explotación minera de grandes empresas.

Sobre las causas del del incendio aún no hay precisión, pero presumen que se dio por una quema fuera de control. Según lo detallaron, no fue posible confirmarlo porque no se encontró ningún registro o denuncia. Pero tan pronto se controlaron las llamas, profesionales de Corponor y de CDMB visitaron el páramo de Santurbán y empezaron a hacerle un seguimiento directo a las secuelas que dejó la conflagración.

Durante la visita se evidenció que varios de los servicios ecosistémicos fueron afectados al alterarse el ciclo hidrológico, especialmente por los cambios en la calidad del aire y del clima, al quedar algunas zonas expuestas a la erosión y al haber novedades en la fertilidad del suelo y el ciclo de nutrientes. Los expertos no observaron prácticas agropecuarias, áreas de cultivo o pastoreo recientes, ni avance de la frontera agrícola, tala y caza de fauna ilegal, y tampoco extracción de material vegetal sobre el área damnificada por el incendio; sin embargo, sí descubrieron estiércol de semovientes por posibles áreas de pastoreo no intensivo.

“Recordamos que no está permitida en el área ninguna quema controlada, ni quema a cielo abierto, como lo establece un acto administrativo proferido por nuestra corporación en atención a un principio de rigurosidad subsidiaria. Esto quiere decir que, como estamos en tiempos secos, es muy posible, con las ventiscas, que cualquier quema que se piense controlar pueda generar lo que nos ocurrió”, dijo Juan Carlos Reyes Nova, director general de la CDMB, quien agradeció el liderazgo y acompañamiento del MinAmbiente.

Ese 3 de febrero, luego de conocer la emergencia, diferentes autoridades enfrentaron la situación: la Defensa Civil de Cáchira, la comunidad, los cuerpos de bomberos de los municipios de Suratá, Bucaramanga, Vetas, California, Villanueva, Aratoca, Barichara, Lebrija y Rionegro.

En el análisis de la situación, Galarza sobrevoló el corregimiento de El Mohán (Suratá, Santander), acompañado por expertos de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, la Fuerza Aérea, el Ejército y la Dirección Nacional de Bomberos.