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| Foto: Archivo Particular

RUMBO A LA PAZ

"La paz es un paso hacia lo desconocido"

El ministro de relaciones exteriores de Noruega, Børge Brende, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, ayudaron a superar la reciente crisis de las conversaciones de paz de La Habana. SEMANA habló con ellos.

27 de febrero de 2016

SEMANA: ¿Cuál fue el rol de Noruega durante la reciente crisis del proceso de paz?

Børge Brende: Noruega y Cuba tuvimos discusiones con las partes sobre esta situación y sobre cómo devolver el proceso de paz a su curso. En mis reuniones con el Presidente Juan Manuel Santos y el comandante Timoleón Jiménez entendí que estaban muy positivos en cuanto a encontrar soluciones y avanzar. Los diplomáticos cubanos y noruegos estuvieron trabajando con las partes para ayudar con los detalles de un acuerdo. En este tipo de situaciones, las soluciones siempre dependen de la voluntad y flexibilidad de las partes. Felicito a ambas delegaciones por superar este momento difícil y enfocarse en el camino a seguir para el beneficio de la paz.

SEMANA: Usted se reunió tanto con el presidente Juan Manuel Santos, como con las Farc. ¿Qué tan cerca cree que estamos de lograr un acuerdo de paz en Colombia?

B.B.: Ambas partes están trabajando duro para alcanzar resultados tangibles lo más pronto posible. Realmente espero y creo que la paz está cerca. Esta oportunidad no puede perderse. La comunidad internacional está dispuesta a acompañar a las partes en este tramo final. Les recuerdo a ambas partes que ningún acuerdo de paz es perfecto, y que las concesiones y compromisos que parecen difíciles y dolorosos de asumir para los líderes hoy traen esperanza de un mejor mañana para todos los colombianos.

SEMANA: En Colombia existe una percepción general de que las negociaciones han tomado demasiado tiempo, ¿usted piensa lo mismo?

B.B.: Creo que siempre debemos estar impacientes en nuestro trabajo para terminar con los conflictos armados, y este conflicto se ha prologando por demasiado tiempo. Al mismo tiempo es importante recordar que las partes han hecho progresos y se han ocupado de las cuestiones a fondo. Nosotros vemos una voluntad claro de ambas partes para avanzar rápidamente. Si se espera una paz duradera, el acuerdo tiene que ser sólido y ese es el trabajo que se realiza en este momento. 

SEMANA: Noruega ha estado ampliamente involucrado en el proceso de desminado que se lleva a cabo en nuestro país. Sin embargo, teniendo en cuenta que Colombia es el segundo país con más minas en el mundo, ¿Qué expectativas tiene sobre la posibilidad de desminar el país en los próximos cinco años?

B.B.: Un acuerdo de paz proveería acceso a zonas afectadas, las autoridades colombianas y las FARC han demostrado a través del proyecto piloto de desminado voluntad política para que la remoción de minas antipersonal y municiones sin explotar sea una prioridad nacional. El apoyo internacional para la remoción de minas es también clave, varios países se hayan unido a la iniciativa contra las minas antipersonal en Colombia lanzada por Noruega y los EE.UU. a principios de este mes. Las condiciones para reducir en gran medida el problema de las minas antipersonal en Colombia durante los próximos cinco años, deben estar dadas para que así más desplazados puedan retornar a sus hogares, más tierra pueda ser restituida y el desarrollo pueden aumentar.

SEMANA: ¿Usted cree que es posible firmar el acuerdo final con las Farc en Oslo?

B.B.: Más allá del lugar donde el acuerdo se firme, lo realmente importante es obtener un resultado sólido que traiga paz para Colombia. Los deseos de las partes son fundamentales. Si ellos consideran que Oslo es el lugar para ello entonces nosotros entonces los recibiremos con beneplácito y total disposición

SEMANA: ¿Luego de que el acuerdo final sea firmado, las Farc saldrán de la lista de terroristas?  

B.B.: Si. Con unas FARC que hayan que hayan hecho la transición hacia un actor político sin armas, estoy seguro que habrá expectativas sobre su eliminación de este tipo de listas.

SEMANA: ¿Cómo ve el papel de Noruega en el posconflicto?

B.B.: El compromiso de Noruega con Colombia es de largo plazo. Algunos de las áreas que hemos estado trabajo en las que hemos estado trabajando muy de cerca en nuestra cooperación son derechos de las mujeres, asuntos humanitarios incluyendo desminado, justicia transicional y protección de los derechos humanos. Evidentemente estamos dispuestos a apoyar la implementación de los acuerdos en una fase de pos conflicto, también en nuestra capacidad como país garante.

SEMANA: ¿Cuál sería el rol de Noruega si se concretan unas negociaciones con el ELN en el futuro?

B.B.: Nuestro rol en cualquier proceso de paz depende de lo que las partes desean y de lo que nosotros podemos aportar. En Colombia estamos comprometidos con el proceso de paz de todas las formas posibles y de acuerdo con lo que las partes nos solicitan. Espero sinceramente que muy pronto se inicien negociaciones en fase pública entre el Gobierno y el ELN. Sin el ELN la paz no estará completa, y la implementación de los acuerdos con las FARC sería más complicada.

SEMANA: Teniendo en cuenta experiencias internacionales del pasado, ¿qué tan difícil podría ser la refrendación del acuerdo?

B.B.: Un amplio apoyo público al proceso de paz es necesario e importante. Para obtener ese apoyo público es crucial proporcionar información sobre el proceso de paz y los resultados obtenidos, particularmente para aquellos que han sido más afectados por el conflicto armado. Los avances logrados en la mesa de negociación deben ser comunicados ampliamente.

Observando otras experiencias internacionales, el respaldo también dependerá de que los dividendos de la paz se sientan por las comunidades en los territorios. Muchos acuerdos de paz fracasan en los primeros cinco años de su implementación.  A medida que el acuerdo final se acerca, es de suma importancia tener claros planes para ser lanzados, en estrecha coordinación con las comunidades, que garanticen rápidos dividendos para la paz.

SEMANA: ¿Cuál fue el propósito de su visita a Cuba?

B.B.: El proceso de paz es el principal propósito de mi viaje. Me reuniré con los delegados de las FARC para obtener sus puntos de vista sobre los temas que se discuten y cómo se están preparando para su futuro político. También voy a discutir asuntos del proceso de paz con mi homólogo cubano y co-garante, Bruno Rodríguez.

SEMANA: ¿Por qué Noruega aceptó ser garante de este proceso de paz?

B.B.: Nuestro compromiso con la paz y la reconciliación viene de muy atrás. Sentimos que tenemos una responsabilidad de hacer una contribución.  Es un principio de solidaridad. Pero también vemos que está claramente en los intereses de Noruega, como parte de un mundo globalizado, ayudar a resolver y prevenir los conflictos violentos. Nuestro rol como facilitadores de procesos de paz en el Oriente Medio, Guatemala, Sri Lanka y ahora en Colombia es quizá más conocido. Sin embargo, con la misma frecuencia, trabajamos con grupos que no están aún en procesos formales y tratamos de llevarlos a una mesa de negociación. En Colombia, nos hemos comprometido por décadas en asuntos de paz y reconciliación. Estuvimos complacidos de ofrecer nuestra asistencia cuando el presiente Santos y las FARC nos la solicitaron.

SEMANA: ¿Cuál es el factor diferencial del proceso de paz colombiano?

B.B.: He quedado impresionado con lo bien definido y estructurado del marco de estas conversaciones. Las partes son las protagonistas y están a la vez detrás del volante. Creo que el proceso de paz en Colombia será una inspiración para otros. Este proceso proporciona muchas innovaciones, como la creación de una comisión de género y la participación directa e histórica de las víctimas en la mesa. El acuerdo sobre los derechos de las víctimas es pionero. Se trata de un acuerdo integral y equilibrado con un enfoque en los derechos de las víctimas a la justicia, la verdad, la reparación y las garantías de no repetición.

SEMANA: ¿Qué importancia tiene este proceso de paz para el mundo?

B.B.: 2015 fue un año de profundas crisis. Syria y Ucrania fueron dos de los que ocuparon titulares. En contraste, 2015 fue el año más pacífico en Colombia en más de 50 años. Este es un mensaje muy poderoso sobre los posibles efectos de la paz. El costo de la guerra es enorme. El sufrimiento humano impactante. Hace cuatro años, Siria era un país de ingresos medios. Ahora, su PIB se ha reducido a la mitad. Entonces es extremadamente importante que el mundo vea que los conflictos pueden resolverse mediante negociaciones políticas, como en Colombia.

SEMANA: ¿Qué papel cumplirá Noruega luego de que se firme el acuerdo? ¿Verificará su cumplimiento?

B.B.: Esto también depende de la voluntad de las partes. Si las partes consideran que Noruega puede contribuir estaremos dispuestos a apoyar esta importante fase.

SEMANA: ¿Noruega estará involucrado en la Jurisdicción Especial de Paz?

B.B.: El acuerdo sobre los derechos de las víctimas fue un logro histórico para el proceso y creo nuevas dinámicas en las conversaciones. Creemos que el acuerdo es sólido y representa un modelo único que será estudiado en todo el mundo. La justicia transicional es de gran importancia para Noruega, hemos apoyado diferentes iniciativas para ayudar a las partes durante las negociaciones sobre estos temas. Ahora, el reto radica en la implementación de la Jurisdicción Especial de Paz; a través de nuestra cooperación con Colombia continuaremos apoyando los asuntos relacionados con justicia transicional.

SEMANA: De acuerdo a la experiencia de Noruega como garante en diferentes conflictos, luego de firmado el acuerdo ¿Qué será lo más difícil?

B.B.: Permítame decir en primer lugar, que estamos agradecidos por la confianza que diferentes partes han depositado en Noruega como garante del proceso de paz.  En un papel de garante, la imparcialidad es crucial. Un desafío puede ser el estar conscientes de los tiempos, saber cuándo tomar una iniciativa para hacer que las cosas se muevan. Además, es importante tratar de comprender los antecedentes, la historia, los intereses de las partes y la complejidad de los asuntos.  Pero, es también importante ser conscientes que al no ser colombianos nunca podremos llegar a entender a plenitud todos los asuntos en juego. Diría entonces que un principio importante es también la humildad. La paz sostenible dependerá siempre de la voluntad propia de las partes de encontrar un terreno común. Como interlocutor, podemos asesorar, asistir, motivar hacia una solución que, como he dicho anteriormente, siempre dependerá de la voluntad propia de las partes.

SEMANA: ¿Por qué tantos procesos de paz fracasan durante su implementación?

B.B.: La paz es un paso hacia lo desconocido. Al entrar en una fase de post-conflicto es de vital importancia que los incentivos para que el conflicto continúe sean reemplazados por incentivos fuertes para la paz. Hay varias razones por las cuales los acuerdos de paz fracasan en su aplicación: la falta de apoyo de la población en los territorios, la llegada lenta de resultados tangibles, o que el acuerdo no se adapta a la realidad en la cual se van a implementar. También puede ser que no hay suficientes mecanismos solidos de monitoreo o para la resolución pacífica de disputas entre partes.  

SEMANA: ¿Qué lecciones deja este proceso en materia de negociación?

B.B.: Agregaría que el proceso Colombiano es una clara muestra de lo que se puede lograr si la voluntad de las partes es fuerte. Cuando hay voluntad política de las partes en confrontación para poner fin al conflicto, no importa si el este ha durado más de 50 años, es posible terminar con ese conflicto.

SEMANA: ¿Qué opciones tiene Colombia de ganar el Nobel de Paz?

B.B.: El comité del premio Nobel de la paz es totalmente independiente del Gobierno Noruego. Por lo tanto no podría comentar al respecto.