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El fiscal general , Mario Iguarán, contrató como asesor del despacho al síquico Armando Martí para “ayudarle a resolver problemas personales e institucionales”

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Misión Sensatez

Documentos en poder de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes reviven el caso del llamado 'brujo' de la Fiscalía.

13 de octubre de 2007

Desde cuando tomó posesión como Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán ha tenido momentos muy duros. Pero posiblemente ninguno ha sido tan complicado de enfrentar como el escándalo que estalló en septiembre del año pasado, cuando SEMANA destapó el episodio que fue conocido por la opinión pública como el "brujo de la Fiscalía". En ese momento se reveló que en la entidad más importante para la administración de justicia en el país, Iguarán había contratado como asesor de su despacho al síquico Armando Martí para "ayudarle a resolver problemas tanto personales como institucionales".

Martí se paseaba por el búnker como Pedro por su casa y tenía acceso ilimitado a lo más íntimo del poder judicial. Tenía carro blindado, arma, carné, escoltas y la tarjeta de acceso a todos los rincones del búnker. Como parte de sus 'funciones', el síquico preparaba y redactaba informes confidenciales para Iguarán que fueron bautizados "Misión Perseo de Zeus". La existencia y el contenido de dichos informes revelados por SEMANA desataron una crisis de dimensiones mayúsculas. No era para menos.

En ellos Martí dejó consignado, entre otras cosas, graves disputas internas entre miembros de la cúpula de la entidad, irregularidades por parte de algunos funcionarios y un cuestionable manejo de información confidencial. Como consecuencia del escándalo, a las pocas semanas altos funcionarios de la Fiscalía se vieron obligados a dejar sus cargos, entre ellos el vicefiscal general, Jorge Armando Otálora; la directora nacional de Fiscalías, Jenny Jalal, y la secretaria general, Zaidy Mora Quintero.

Sin embargo, hace menos de un mes el fantasma de ese episodio volvió a aparecer. La razón es muy sencilla. Hace tres semanas, Martí fue citado a declarar a la Comisión de Acusaciones, que investiga a Iguarán por ese tema. Durante la sesión, los investigadores del caso le hicieron preguntas sin relevancia o se limitaron a indagar sobre asuntos personales. Martí contestó lo que le preguntaron, pero al día siguiente radicó en la Comisión un documento que consideró importante.

Se trata de uno de los famosos informes confidenciales que preparaba para Iguarán, denominado "Misión Sensatez". El documento, de ocho páginas, está en papelería oficial de la Fiscalía, tiene un rótulo de confidencial, está fechado el 30 de enero de 2006 y en la parte superior derecha tiene la firma de recibido de Iguarán. "Por encargo especial del Fiscal General de la Nación, Dr. Mario Germán Iguarán, ejecuté la misión denominada Operación Sensatez…", dice en las primeras líneas del informe. "Inicio de la misión: lunes 16 de enero hasta lunes 30 de enero de 2006".

De acuerdo con lo consignado en el informe que Martí le entregó al Fiscal, el objetivo principal de la "Misión Sensatez" consistió en que el síquico debía ayudar a mediar y calmar al ex director del CTI Jaime López, quien "llamó telefónicamente a la residencia del señor Fiscal y amenazó con producir un escándalo nacional e internacional… También llamó a la Secretaria General Zaydi Mora y también la amenazó", dice uno de los apartes del resumen del caso consignado en el informe. En el mismo documento Martí le informó a Iguarán que tras reunirse con López, quien había sido despedido del CTI, logró calmarlo y "entre los arreglos pactados se proyectó una asesoría de seguridad con Fedegán y una revisión de su esquema de seguridad...". "El señor Fiscal General, ante su equipo de trabajo más cercano, se refirió a esta gestión como importante para la institución y me encargó del seguimiento y averiguación de lo revelado por el Dr. Jaime López", recuerda Martí en otro de los apartes.

A lo largo de varias páginas el informe de Martí también hace un detallado relato de las investigaciones que adelantó basado en denuncias que López le había hecho. La mayoría se refiere a los choques entre miembros de la cúpula. Sin embargo, en la página 7 del informe, Martí le cuenta a Iguarán algo supremamente grave. "Las salas de interceptación de líneas móviles (SIU-DEA oficina secreta que sirve de enlace con la embajada de Estados Unidos parece ser que intercepta los móviles de altos funcionarios que trabajan en la entidad…", afirma uno de los apartes del informe en el que Martí le cuenta a Iguarán que se está 'chuzando' a los miembros de la entidad.

"En las salas de interceptación (Oro: variables generales, narcotráfico, delincuencia, etc. Diamante: variables extorsión y secuestro. Gris: variable ejército e inteligencia militar, y Naranja: variable DEA) y especialmente en la plataforma Esperanza donde se interceptan todos los abonados de Comcel, Movistar y Ola, aparentemente se usan algunas informaciones para recibir dineros o informaciones de interesados que trabajan en la Fiscalía…", dice otro aparte del informe de la "Misión Sensatez".

La 'plataforma Esperanza' a la que se refiere Martí en su informe es, entre otras cosas, un avanzado sistema para la interceptación de cualquier tipo de comunicaciones, financiado principalmente por los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido.

Iguarán le dijo a SEMANA que no es inusual para alguien que trabaja en la Fiscalía conocer los nombres de las diferentes salas, ya que se comentan a diario en reuniones. Sobre el informe, el Fiscal dijo que no abrió una investigación de las denuncias de Martí por el uso indebido de las salas porque en la Fiscalía ya hay un sistema para controlar a los funcionarios de éstas, como el uso de polígrafos y otros métodos. Las salas, según el Fiscal, son monitoreadas a diario no sólo por la entidad, sino en cooperación con gobiernos extranjeros. Y los funcionarios que trabajan allí deben pasar exámenes de todo tipo y de forma permanente.

Iguarán hoy admite que a esos informes de Martí nunca les dio mayor trascendencia y por eso no fueron una prioridad. Ahora se verá en la penosa situación de explicarle a la Comisión de Acusaciones por qué se abstuvo de hacerlo.