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Fredy Valencia llevaba a sus víctimas al cambuche ubicado en los cerros orientales. | Foto: SEMANA

INVESTIGACIÓN

Sin ADN no se podrán identificar víctimas del ‘Monstruo de Monserrate’

Así lo afirmó el director de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, quien dijo que los restos óseos solo se mantendrán en custodia por un año.

11 de diciembre de 2015

La identificación de las 11 víctimas del Fredy Valencia, el confeso asesino en serie que cometió sus crímenes en el cerro de Monserrate, podría tardar más de lo que las autoridades esperaban.

Así lo reconoció el director de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdez, quien señaló que la entidad está a la espera de los familiares de las víctimas para poder cotejar el ADN y establecer las identidades de las mujeres asesinadas. “Este es un trabajo fuerte que no se sabe cuándo va terminar”.

La historia se empezó a reconstruir el pasado 28 de noviembre, cuando la Policía encontró el primer cuerpo, de una mujer. Este yacía bajo un enorme montón de basura que Valencia depositaba tras realizar su trabajo como reciclador.

Este martes 8 de diciembre, Medicina Legal anunció que ya había identificado a la primera víctima de Valencia. Se trataba de una joven mujer quien en vida respondía al nombre de María del Pilar Rincón y quien en el momento de su muerte tenía 26 años. Sus familiares pidieron justicia para que Valencia responda por estos hechos.

Esa primera identificación alentó a los médicos forenses de Medicina Legal, quienes pensaron que este sería un buen augurio y que pronto vendrían más personas con familiares desaparecidos para que le realizaran los cotejos, pero no ha sido así.

En el Instituto existe toda una compleja metodología de trabajo, con expertos de diferentes ramas médicos, odontólogos, psiquiatras, que trabajan al mismo tiempo y que una vez tengan listos los resultados de los análisis se darán a conocer, pero según Valdés, “sólo se hablará cuando se tengan los resultados”.

El Instituto tiene un año para identificar los cuerpos; a partir de ese momento, los cadáveres serán enterrados en fosas comunes de cementerios públicos en la capital y no se podrá conocer quiénes fueron las mujeres asesinadas.

Por ahora, está claro que los casos de los asesinos en serie como el de Valencia son el “resultado de una descomposición de los conflictos propios de una sociedad”.