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Los 100 mayores infractores y deudores de multas del país están en Bogotá, donde algunos conductores son unas ‘mulas’ al volante

Tránsito

Mucho chambón

Cinco de los 10 mayores infractores de tránsito del país renovaron sus licencias el año pasado sin que nadie lo impidiera. Uno de ellos cometió 215 infracciones en tres años.

18 de marzo de 2006

Cada vez que un semáforo de Bogotá cambia de rojo a verde, el arranque de los carros se parece más a la partida de un gran premio de Fórmula 1 que a una simple intersección vial. Mientras la mayoría corre por llegar pronto al trabajo o a la casa, pareciera que unos pocos partieran por ocupar el podio del peor chofer del país.

Lo que está ocurriendo en las calles de la capital es dramático. Los 100 mayores infractores del país están en Bogotá. Estas personas tienen, según el Sistema Integrado de Información sobre las Multas y Sanciones por Infracciones de Tránsito (Simit), 11.279 comparendos entre 2003 y 2006. Estos conductores adeudan 3.260 millones de pesos, prácticamente lo que puede valer uno de los 38 nuevos colegios que está construyendo la administración Garzón.

El primer puesto del peor conductor de Colombia, en materia de infracciones, se lo están peleando, día a día, cruce a cruce, los choferes de buses Luis Delio Escobar, Carlos Arturo Moreno Cortés y Miguel Augusto Escobar Martínez.

Entre 2003 y lo que va corrido de 2006, Luis Delio ha recibido 216 comparendos, de los cuales 197 ya están plenamente ratificados. En multas le debe a la ciudad 60 millones de pesos. Si quisiera pagar lo que debe, tendría que movilizar más de 60.000 pasajeros en un solo día.

Por su parte, Moreno tiene 208 multas en ese mismo período, de las cuales 197 están en firme y 11 están en proceso. Sus deudas con el tránsito de la ciudad ascienden a 55 millones de pesos. Finalmente, Miguel Augusto Escobar tiene menos comparendos: 194 partes, pero sus deudas ascienden a 63 millones de pesos (ver listado). Incluso uno de los 10 mayores infractores, José Rojas Padilla, quien tiene 150 comparendos, no tiene licencia de conducción.

Estos y otros conductores recorren sin problemas las calles de Bogotá. No importan sus amplios menúes de infracciones, que van desde parquear en zonas prohibidas, bloquear vías o recoger pasajeros en el espacio público, ir a exceso de velocidad, poner en riesgo la integridad de los pasajeros, no respetar semáforos o hacer giros prohibidos,

Según el Código Nacional de Tránsito, si una persona reincide en dos faltas en un año, se le debe suspender la licencia de conducción. Pero como en las calles los policías no tienen cómo verificar esta información, que incluso cualquier persona puede ver en Internet (www.fcm-simit.org.co) o no tienen claridad sobre la forma como se debe suspender la licencia, no están sancionéndolas ejemplarmente. Y no es por falta de oportunidades, pues sólo en lo que va corrido de 2006, a Luis Delio Escobar le han puesto 16 comparendos, y a Carlos Arturo Moreno, 13.

Además de burlar a las autoridades de Bogotá, muchos de los grandes y medianos infractores también han encontrado la forma de saltarse el Ministerio de Transporte y las leyes, pues están refrendando sus licencias de conducción de manera ilegal.

El Código de Tránsito facultó en 2002 a la Federación Colombiana de Municipios para que creara una base de datos y un sistema de recaudos para recuperar los 791.000 millones de pesos que los colombianos deben en multas. En 2003 nació el Simit, que hoy tiene registrados casi 16 millones de licencias, con sus infracciones.

Para que una persona renueve su licencia o haga un trámite con un vehículo, es obligación tener el paz y salvo del Simit. Pero algunas autoridades, por razones desconocidas, violan este requisito. Seis de los 10 conductores con mayores infracciones, como Escobar, refrendaron sus licencias de conducción el año pasado, sin que las autoridades de tránsito exigieran el pago o advirtieran sobre la amenaza de renovar una licencia a estos conductores.

Gilberto Toro, presidente de la Federación de Municipios, anunció que impondrá las quejas antes los organismos de control y si es necesario, demandará a las oficinas de Tránsito de Cereté, Fusagasugá, Ricaurte y Aguadas, entre otras, por haber refrendado pases sin haber exigido el Simit.

Justo Pastor Bermúdez, secretario de Tránsito de Bogotá, dijo que frente a los 10 peores conductores "hemos agotado todas las instancias para cobrar los partes, algo que ha sido imposible porque no tienen bienes, pero ya informamos a las empresas para que eviten contratarlos por el riesgo que representan en las vías".

El Ministerio y las autoridades de Tránsito deben buscar la forma de poner en cintura a los grandes infractores. Este es un tema fundamental, más aun si se tiene en cuenta que cada año mueren más personas en Colombia en accidentes de tránsito que por el conflicto armado.

Por lo pronto, decenas de conductores peligrosos seguirán acumulando partes, no sólo por ser el peor conductor del país, sino por tener casi un cupo asegurado en el libro de los Record Guiness.