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MUERTO O DESAPARECIDO

A pesar de que las informaciones de inteligencia apuntan a confirmar la muerte de Fidel Castaño, aún subsisten algunas dudas.

5 de agosto de 1996

En condiciones normales una declaración tan contundente como la ofrecida por Carlos Castaño Gil a SEMANA sobre la muerte de su hermano Fidel Castaño no debería dejar campo libre a dudas e interpretaciones. Sin embargo el hecho de que el nuevo líder de las autodefensas no pueda decir con absoluta certeza las circunstancias en las que habría muerto su hermano permiten plantear algunas preguntas.La primera tiene que ver con la comprobación real de la muerte del jefe de las autodefensas. Hasta el momento no existe cadáver, ni de Fidel Castaño ni de sus cinco acompañantes. Esta es una sociedad a la que últimamente no han hecho otra cosa que meterle gato por liebre y que por ello mismo ha terminado por matricularse en la escuela de Santo Tomás, aquella que sostiene que hasta no ver no creer. Por eso, aún después de la declaración de su propio hermano, habría que decir que técnica y jurídicamente Fidel Castaño está más desaparecido que muerto.Un segundo elemento que obliga a otorgarle un margen de duda al fallecimiento de Castaño es que, en opinión de autoridades judiciales consultadas por SEMANA, el fundador y máximo líder de las autodefensas tendría suficientes motivos para promover la idea de su propia muerte. Entre otras cosas porque la situación jurídica de Fidel Castaño era insostenible, pues la Fiscalía lo había vinculado formalmente con varios delitos. Es decir, el líder de las autodefensas no podría recibir beneficios judiciales por cuanto ya tiene encima una condena debidamente ejecutoriada. A Fidel Castaño, dijeron las fuentes, sólo le servía un indulto, que en las actuales circunstancias del país era impensable. "A Fidel Castaño en estos momentos le sirve más estar muerto que vivo", dijo a SEMANA un miembro de un organismo de seguridad.Por el contrario, otro alto funcionario de seguridad del Estado sostiene que, aunque no se puede decir la última palabra ni en un sentido ni en otro, es muy probable que sea cierto lo que afirma Carlos Castaño. Los indicios recogidos, las informaciones y los análisis realizados por los organismos competentes y la notoria ausencia de Castaño del panorama parecen indicar que el jefe de las autodefensas habría muerto efectivamente.Dichas agencias del Estado, a pesar de aceptar la teoría de que, si está vivo, Fidel Castaño se beneficiaría si es dado por muerto, creen en todo caso que buena parte de las informaciones que han recogido hasta el momento de sus fuentes o de los análisis que han realizado de los hechos apuntan hacia la confirmación de la muerte del jefe de las autodefensas. Una fuente militar consultada por SEMANA, aunque admitió esa posibilidad, no quiso comprometer oficialmente a la institución con este concepto.Por su parte una alta fuente policial, al considerar la posibilidad de que Fidel Castaño hubiera muerto en un enfrentamiento con la guerrilla, como trascendió hace algunos meses, se preguntó: "Si Fidel Castaño murió en un enfrentamiento con las Farc, ¿por qué esa organización, que sería la gran ganadora porque trataba de su más grande enemigo, no se ha reivindicado públicamente esa acción?"Al respecto, durante una charla informal sostenida con Alfonso Cano, uno de los comandantes de las Farc, luego de una entrevista que concediera a SEMANA hace poco más de un mes, el jefe guerrillero sostuvo que si bien es cierto que tenían información en ese sentido dicha organización carecía de las evidencias que pudieran demostrarlo. Porque si la guerrilla hubiera dado de baja a Fidel Castaño era el mejor trofeo que podía exhibir en su lucha a muerte contra el paramilitarismo.Aunque en las actuales circunstancias en las que, entre otras cosas, pesa una condena de la Fiscalía en contra de Castaño de 20 años por el delito de concierto para delinquir, sería más beneficioso para el líder de las autodefensas darse por muerto que aparecer vivo, el hecho de que su hermano reconozca su muerte tendría un alto costo anímico y moral para la base de esa organización. Castaño, o 'Rambo', como se le conoce, encarna al mayor enemigo de la subversión en Colombia. Y su lucha contra la guerrilla llevó a muchos sectores productivos del país, entre ellos algunos ganaderos de Córdoba y el Urabá antioqueño, a respaldar económicamente esa lucha.De confirmarse su muerte, Fidel Castaño, quizá la única persona en Colombia que le declaró y le ganó una guerra a Pablo Escobar, habría cumplido con uno de los deseos que le había expresado a SEMANA en la única entrevista que concedió a un medio de comunicación, en la cual manifestó que bajo ninguna circunstancia y por ningún motivo se dejaría detener: "Yo creo que definitivamente intentaré mantenerme con vida en el campo y preferiré morir allí y no darle la oportunidad a mis enemigos de que consigan su objetivo. Siendo así las cosas me he hecho la promesa de que jamás permitiré que me lleven a una cárcel. Lo juro".Lo único cierto es que la verdad verdadera de esta historia terminará por saberse algún día: ya sea porque aparezcan las evidencias que demuestren que, efectivamente, Fidel Castaño murió cuando iba del Urabá chocoano hacia Panamá, como afirma su hermano Carlos, o porque en un país como Colombia tarde o temprano toda la verdad termina por conocerse. Y es que en Colombia, más que en ninguna parte del mundo, se aplica aquel aquel aforismo que dice que entre cielo y tierra no hay nada oculto