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NARCO-MANSIONES

La Florida quiere incautar propiedades del "Cartel de Medellín" avaluadas en más de 500 millones de dólares.

4 de enero de 1988


Dos edificios de apartamentos, un condominio con vista al mar, una mansión de lujo en Miami Beach y una hacienda dedicada a la
crianza de caballos constituirían, en conjunto, una fortuna envidiable hasta para muchos millonarios de cualquier parte del mundo. Pero para los funcionarios del gobierno norteamericano que anunciaron la semana pasada su incautación de manos de miembros del "Cartel de Medellín", no son sino una mínima parte de las propiedades que persiguen en el territorio de los Estados Unidos.

Si bien la lucha contra el tráfico de cocaína está lejos de ganarse, el juicio a Carlos Lehder en Jacksonville, la captura de Jorge Luis Ochoa en Colombia y su posible extradición a Estados Unidos y la reciente incautación de millonarios bienes adquiridos presumiblemente con el producto del comercio ilícito, han renovado la publicidad negativa a la presencia de colombianos en La Florida.

A despecho de las campañas de los residentes de ese origen, que buscan limpiar la imagen de los miles de inmigrantes colombianos honrados que viven y trabajan en los Estados Unidos, los rumores sobre la enorme riqueza de los narcotraficantes y sus procedimientos criminales son muy difíciles de opacar. Se habla, por ejemplo, de que Pablo Escobar es el propietario del mayor número de unidades del exclusivo condominio Venetian, que es como si se dijera que una sola persona es dueña, por ejemplo, de medio Unicentro en Bogotá.

La circulación de esos rumores es producto de la misma arrogancia de muchos de los colaboradores de Ochoa. En Miami se menciona, por ejemplo, a un personaje llamado José León Villegas, y más conocido como "La Macua" . Famoso por sus escándalos nocturnos, se afirma que cada vez que se despide de un Night Club colombiano, grita a voz en cuello: "Me voy porque tengo que madrugar para comprar condominios para Pablo Escobar".

Según expertos en propiedad raíz, el "Cartel" tiene no menos de US$ 500 millones invertidos en el sur de La Florida, sin contar con las posibles adquisiciones de edificios muy conocidos en Nueva York, Manhattan y Chicago, todas a través de una telaraña de corporaciones panameñas y firmas de abogados que, cuando se desenrede, según los observadores "dejará a Ferdinand e Imelda Marcos como simples principiantes".

Los problemas que esa fama negra dejan a los colombianos no son poca cosa. Han comenzado a aparecer en las oficinas oficiales unas calcomanías con la leyenda "So many colombians... so little time" que significa "tantos colombianos y tan poco tiempo". Según el abogado Akhtar Hussain, que defiende a algunos colombianos en procesos en el área, la leyenda fue realizada con motivo de la operación Greenback, y constituye una clara discriminación para los nacionales de Colombia o al menos una especie de prejuicio oficial. "No resulta, en todo caso, fácil pensar en un juicio justo para un colombiano, por ejemplo, en un asunto de tránsito, cuando en la Corte aparece un letrero de esas características", aduce uno de los abogados consultados por SEMANA.

SEMANA presenta a sus lectores fotografías exclusivas de algunos de los bienes que entraron en proceso de incautación la semana pasada. Se trata de la casa adquirida por Pablo Escobar en marzo de 1980, avaluada en 1986 en US$ 438.910, el lujoso condiminio King's Harbour, que compró un año más tarde, cuyo valor en 1986 se estimó US$ 9.625.550 y por último del edificio de apartamentos adquirido por Gustavo de Jesús Gaviria Romero, primo del anterior, en Venetian Way, Miami Beach avaluada en US$ 1.972.991. Para la muestra, un botón.--