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A LA GUILLOTINA CON GUSTAVO GÓMEZ

"Necesitamos una gran coalición pos-Uribe"

El ex presidente César Gaviria Trujillo, director del Partido Liberal, habla entre otras cosas del posible fracaso del referendo por la reelección, de las perspectivas electorales de su partido, del fracaso de la ley de víctimas y de su decisión de salir a recorrer al país a ondear el trapo rojo.

21 de junio de 2009

Terminó la legislatura y César Gaviria alista maletas para recorrer el país, confiado en que no habrá segunda reelección y en que uno de sus siete precandidatos será el próximo Presidente. Prevaricato es una de las palabras que más se le oye por estos días al jefe liberal, pues sigue pensando que la verdadera guillotina está muy cerca del cuello de ciertos congresistas.

GUSTAVO GÓMEZ: Se empantanó la conciliación del referendo reeleccionista. ¿Congresistas con principios o aterrados con la pérdida de investidura?

CÉSAR GAVIRIA: Se empantanó por buenas razones. Lo que les están pidiendo a los representantes de todos los partidos es que violen de manera abierta, flagrante, y de modo intencional, la ley y la Constitución. Eso conlleva riesgos enormes frente a la justicia: senadores y representantes pueden terminar con un referendo fracasado y defendiéndose de prevaricato. El concepto del Registrador demuestra que la averiguación que ha abierto la Corte tiene buen fundamento.

G.G.: ¿Es el principio del fin de un tercer mandato de Uribe?

C.G.: No tengo duda alguna de que es así. Es un referendo con tantos vicios de forma y de fondo, que ya los conciliadores y las bancadas de varios partidos piensan que estamos cerca del final.  

G.G.: El 20 de julio habrá nueva administración en el Congreso, con la tarea de recomponer la comisión de conciliación. ¿Le preocupa?

C.G.: Los problemas que tiene el referendo en la Cámara nada tienen que ver con su actual presidente. El problema está en que el camino al que quieren forzar a los representantes, a base de intimidación burocrática y de contratos gubernamentales, de cheques en los consejos comunales, es de enorme peligro para ellos y las instituciones 

G.G.: ¿Cuándo sale de correría por el país?

C.G.: El primer fin de semana después del 20 de julio, y vamos a trabajar con mucha intensidad. El liberalismo es de lejos el primer partido político, y la gran mayoría va a votar la consulta y a participar en la elección popular de directorios. 

G.G.: ¿Qué coequiperos tiene confirmados?

C.G.: Todos los precandidatos y la dirigencia liberal están comprometidos con las elecciones del 27 de septiembre. 

G.G.: Aníbal Gaviria dice que la gira es inconveniente. ¿O será una gira muy conveniente para usted?

C.G.: Hemos decidido ya que los eventos que se realizarán serán fundamentalmente para que los precandidatos puedan debatir en los medios de comunicación nacionales y regionales. Haré campaña aparte, como director del partido, respaldándolos a todos.

G.G.: ¿Este es un partido con director más fuerte que sus precandidatos?

C.G.: Puedo ser más conocido, pero todos tienen más condiciones políticas, están bien preparados y van a tener la oportunidad de brillar cuando la gente los conozca durante la campaña. En todo caso, no me siento caudillo y creo que cualquiera de ellos puede representar al partido.

G.G.: ¿Alfonso Gómez Méndez y Héctor Elí Rojas ya le sacaron personería jurídica al sindicato que le están montando?

C.G.: Espero que esos descontentos se puedan resolver en bien del partido, y no dejaré la neutralidad a la que estoy obligado.

G.G.: ¿Rafael Pardo es la manzana de la discordia?

C.G.: Pardo es uno de los precandidatos y nada más. No reconozco tener mayor cercanía con ninguno. Los dirigentes del partido están tomando decisiones con la más absoluta libertad.

G.G.: En la última encuesta de Napoleón Franco se dice que las preferencias electorales por el liberalismo son superiores al 20 por ciento. ¿Por qué entonces los candidatos liberales no suman el 8 por ciento?

C.G.: Porque la campaña apenas va a empezar y la gente irá tomando partido con el paso de las semanas. En otras encuestas marcamos un 80 por ciento de participación en la consulta de los precandidatos.

G.G.: ¿Cuántos votos sacará el partido en la consulta?

C.G.: Más que el 1.270.000 que sacamos hace dos años en nuestra votación interna de directorios, y cerca de los 2.200.000 que tuvimos en las elecciones locales, donde refrendamos que somos, de lejos, el primer partido de Colombia, así no tengamos mayorías absolutas.

 G.G.: ¿Se dará una consulta interpartidista entre Cambio Radical y el liberalismo?

C.G.: En el partido hay bastante voluntad de consulta interpartidista. Somos conscientes de que se necesita una gran coalición que interprete a la mayoría de los colombianos, y eso no lo podemos lograr sólo los liberales. Esa coalición tiene que ser pos-Uribe y deben caber en ella personas que hayan acompañado al Presidente en estos años. Esa ha sido mi intención. La examinaré con el candidato único y llevaremos una propuesta conjunta al congreso de diciembre.

G.G.: ¿Una consulta de este tipo excluiría la posibilidad de una alianza o consulta con el Polo?

C.G.: Ellos han decidido que irán con candidato propio hasta la primera vuelta.

G.G.: Algo muy personal: ¿lo sigue inquietando la posible participación de agentes del Estado en el crimen de su hermana?

C.G.: Le he pedido al Fiscal que examine las denuncias de Daniel Coronell, que son muy inquietantes y que podrían llevar, bien a una conexión con los paras, o a que pueda haber habido complicidad de agentes del DAS o del Estado. En todo caso, la familia cree en la investigación que ha hecho la Policía, y estos pueden ser elementos adicionales. Nosotros también constatamos la preocupación del presidente Uribe por el crimen de mi hermana.

G.G.: Muy mencionado usted en el informe del CTI de la Fiscalía sobre seguimientos e interceptaciones…

C.G.: Sí, me duele que el gobierno use la inteligencia del Estado de una manera que sólo lo hacen los regímenes autoritarios y totalitarios. Eso no debería darse en un Estado de derecho. Me preocupa el silencio del Presidente y que ni siquiera haya condenado los seguimientos y las interceptaciones.

G.G.: ¿Cómo vio el entierro de segunda para la Ley de Víctimas?

C.G.: Terminamos con una legislatura en la que se aprobó que no se imputará a los paramilitares y en la que se le niega la reparación integral a las víctimas. Es absurdo el argumento del gobierno de reparar a las víctimas de paramilitares y guerrilleros, y no a las de agentes del Estado sino después de un largo proceso y con demandas que cuestan mucho más que lo que recibirían. La primera obligación del Estado es con las víctimas de sus agentes. Obligar a las madres de Soacha a demandar al Estado, y a esperar 10 años un fallo judicial, es condenarlas a la indiferencia de la sociedad.

G.G.: ¿Y el informe del relator de Naciones Unidas?

C.G.: Muestra la gravedad del problema de los asesinatos de jóvenes por miembros de la Fuerza Pública. La comunidad internacional está muy lejos de quedar satisfecha de lo que hasta ahora ha hecho el gobierno.

G.G.: ¿Usted es enemigo de la Seguridad Democrática?

C.G.: Nunca he hecho una afirmación como esa. Creo que los elementos centrales de esa política son correctos: el fortalecimiento de la Fuerza Pública y su presencia en todo el territorio, el monopolio del uso de la fuerza por el Estado y el ejercicio activo del comando de las Fuerzas Armadas por el Presidente. Me preocupan mucho los centenares de asesinatos de jóvenes y el uso de la inteligencia del Estado de manera criminal, ilegal, para intimidar al poder judicial, a la oposición, a los periodistas. Además, el resurgimiento de las bandas emergentes y el abandono de la seguridad en las ciudades.

G.G.: Si Uribe lo llama hoy por teléfono, ¿usted le pasa?

C.G.: Atiendo con respeto y consideración las llamadas del Presidente, y siempre he estado dispuesto a hablar con él sobre cualquier asunto.

G.G.: ¿Volverán algún día los uribistas al liberalismo?

C.G.: Los ciudadanos, sí. Los dirigentes llenos de burocracia sólo cuando el presidente Uribe no les ofrezca más puestos o contratos.

G.G.: Gaviria, ¿presidente?

C.G.: Del Partido Liberal… ¡y eso!