Negociadores viajan a Cuba a evaluar el proceso de paz

Los sucesos recientes, que demuestran la fortaleza del proceso y la capacidad de superar obstáculos desde La Habana, nos deben llevar a dar un salto hacia adelante.

Sin duda  la liberación del general y sus acompañantes, así como también la de los dos soldados, que corresponde al deber de obrar conforme a la ley, son una buena noticia para el país, y en especial para sus familias. A ellas, va nuestro saludo de solidaridad.

Los mecanismos que pusimos en marcha funcionaron. Sea esta una ocasión para agradecer nuevamente a los países garantes, Cuba y Noruega, así como al Comité Internacional de la Cruz Roja, por su extraordinario papel. Sin ellos, las liberaciones no habrían sido posibles.  Muchas gracias de nuevo.

También contribuyó la presencia de los comandantes de las FARC al buen desarrollo de las liberaciones. Insistimos sin embargo, en que toda liberación debe ocurrir en un marco de respeto y dignidad; y rechazamos enérgicamente cualquier uso por parte de las FARC de imágenes de esas liberaciones. Eso está por fuera de lo acordado.

La dignidad es de doble vía. Si las Farc piden trato digno, también tiene que brindar trato digno. Y en todo caso no nos podemos contentar con la superación de un obstáculo, por difícil que sea. Este debe ser un momento que nos lleve de la reflexión a la acción.

En primer lugar, no da más espera la concreción de gestos que les demuestren a los colombianos en el terreno, que nos aproximamos al fin del conflicto. Hace meses que venimos discutiendo con las FARC medidas de des-escalamiento. De nuevo, es hora de pasar de la discusión a la acción.

Y en segundo lugar,  la superación de este obstáculo debe ser un motivo no solo para retomar las conversaciones sino para buscar su pronta terminación, en concordancia, nuevamente con el compromiso acordado en el 2012 que habla de “cumplir con las expectativas de la sociedad sobre un pronto acuerdo”.

Es cierto que los temas que enfrentamos ahora son difíciles, y los son aun más por estar entrelazados los unos con los otros.

Pero si hay voluntad y hay decisión, es posible avanzar con mayor rapidez hacia el final. Es la hora de las decisiones.