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David Murcia Guzmán, dueño de la marca DMG inspirada en su nombre, dice que sí buscaron a Cambios y Capitales para que la gente hiciera inversiones en Panamá, pero que el negocio nunca se llevó a cabo

Investigación

Negocios, negocios...

Nuevos hechos en torno a DMG, la empresa más importante de las que ofrecen exorbitantes beneficios a sus clientes: habría tenido millonarios negocios con una casa de cambio cuyos dueños están señalados de ser socios del narco alias 'Chupeta'.

23 de febrero de 2008

Hace pocos meses la empresa de servicios financieros Cambios y Capitales S. A. comenzó su liquidación luego de que sus tres socios principales, los hermanos Diego, Luis y Tulio Alzate Jiménez, fueron incluidos por autoridades estadounidenses en la llamada 'Lista Clinton', donde registran los señalados de tener vínculos con el narcotráfico y el terrorismo. En este caso, el hecho de compartir otras inversiones con el narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias 'Chupeta', fue lo que los puso en la mira de las autoridades. "Esta acción va dirigida contra Cambios y Capitales S. A. y contra varios de los importantes socios financieros de 'Chupeta'", dijo en su momento el vocero de la oficina del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Aunque luego contra la empresa de giros no hubo acusación alguna, no tenía presentación que una compañía que recibe y envía dinero al exterior funcionara teniendo sus socios enredados con un narcotraficante reconocido por los grandes volúmenes de dinero que manejaba y por sus ingeniosas formas de lavar capitales. Nada más el año pasado a 'Chupeta' se le encontraron seis caletas con más de 90 millones de dólares en Cali y se calcula que sus transacciones superaron los 2.000 millones de dólares.

El hecho cobra relevancia ahora, pues hay indicios de que los Alzate Jiménez buscaban vender su compañía a la empresa DMG, la más grande de las firmas que están causando conmoción por los impresionantes beneficios que les ofrecen a sus clientes. Además, la empresa cambista de manera irregular abrió sucursales en locales de DMG, en la que los clientes de este último entregaron más de un millón de dólares con destino a una empresa en Panamá.

Estos hechos, que David Murcia Guzmán, fundador de DMG, negó categóricamente a SEMANA, se conocieron en Cambios y Capitales hace un año. En una reunión extraordinaria de su junta directiva, los miembros pidieron explicaciones por lo que consideraron métodos "poco ortodoxos" de inversión de DMG. Ante la junta, conformada por personas de renombre como un ex superintendente bancario, un ex viceministro de turismo, una ex congresista, un reconocido académico y un grupo de empresarios de trayectoria, la administración de Cambios y Capitales trató de explicar los negocios que tuvieron con DMG por varios meses a finales de 2006 e inicios de 2007.

Según dijo en esa oportunidad el presidente ejecutivo de la casa de cambios, Álvaro Yepes López, ellos fueron contactados por una empresa panameña que les dijo que en Colombia era representada por DMG y que requerían sus servicios. Dijo que habían pedido el permiso de apertura de las oficinas a la Superfinanciera y que aún sin obtenerlo, comenzaron operaciones porque las comisiones que esperaban recibir les permitirían tener una mejor imagen en el proceso de venta en el que se encontraba la empresa. Explicó que uno de los principales interesados en comprar era el Grupo DMG S. A. El control que se tenía en ese momento para la apertura de sedes no eran algo menor. Era considerado por las autoridades un requisito clave para la prevención de lavado de activos.

Para la junta, el informe recibido fue un baldado de agua fría. No entendían cómo de un momento a otro sus nombres empezaban a aparecer al lado de unas transacciones que les generaban muchas dudas. "Fue de pésimo recibo", dijo a SEMANA Mauricio Pérez, quien estaba en la junta y hoy es decano de economía de la Universidad Externado. "Nos dijeron de la operación con la empresa de Panamá, pero no mencionaron a DMG, hasta que ya se habían abierto las oficinas. Luego nos enteramos de las conversaciones para venderles Cambios y Capitales. Después vino lo de la 'Lista Clinton' y 'Chupeta', y por último nos enteramos de que uno de los socios tenía líos judiciales en Miami, lo que dañó cualquier confianza".

El ex superintendente bancario Germán Tabares, también de la junta, confirmó que tan pronto supieron de esa situación, ordenaron cerrar las sucursales en DMG y suspender actividades con ellos. Luego denunciaron ante la Fiscalía y la Superintendencia Financiera la posibilidad de que se hubiera cometido algún delito. Dice no conocer qué pasó con las investigaciones.

Pese a que la situación fue ampliamente conocida en Cambios y Capitales y de que hay registros de más de 650 giros hacia la empresa panameña, el presidente de DMG, dice que no hubo negocio y que es imposible que existan tales transacciones con sus clientes. Dice que efectivamente se planeó un negocio con una empresa en Panamá donde la gente invertía en especulación inmobiliaria y en la que ellos ganaban una comisión . "De haberse hecho, la gente tendría que ir a las oficinas de la casa de cambios. No es cierto que ellos estuvieran en nuestros locales o que nosotros quisiéramos comprarlos. A quien diga eso lo demandaremos", dice enfático.

DMG ha estado en el centro del debate luego que se conoció la magnitud que estaban tomando las actividades de un puñado de firmas que parecían haber encontrado la fórmula mágica para multiplicar el dinero. En el caso de Murcia con DMG, este ha logrado el respaldo de la gente que participa de sus negocios, pues ha cumplido sus ofrecimientos. Pese a esto, sus operaciones han despertado gran inquietud en las autoridades, empezando por la Casa de Nariño y terminando en la Fiscalía.