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Nicolás Gaviria prepara campaña por el Concejo de Bogotá. | Foto: SEMANA

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Nicolás Gaviria: ahora sí saben quién es él, ¿pero le alcanzará para llegar al concejo?

Con la promesa de trabajar por la capital, el polémico personaje Nicolás Gaviria anunció que participará en las elecciones locales que se avecinan. El Centro Democrático le dio el aval, pero su cuota de exposición no será suficiente para persuadir a la opinión pública.

11 de febrero de 2019

Después de casi cuatro años de haber protagonizado uno de los episodios más populares del país, Nicolás Gaviria apareció de nuevo en el escenario público. Esta vez con la intención de aterrizar en la arena política. El polémico personaje anunció que entrará en la contienda por el Concejo de Bogotá y que lo hará con el respaldo del Centro Democrático.

De inmediato, su aspiración llamó la atención. En el 2015 Nicolás Gaviria se volvió famoso en las redes sociales cuando se hizo viral un video en el que el joven de 29 años les gritaba a uniformados de la policía una frase por la que es reconocido hasta hoy: “¿Usted no sabe quién soy yo?”. El evento ocurrió en una noche bogotana en la que Gaviria le lanzó todo tipo de insultos a los policías que intentaban controlar su comportamiento.

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En su momento, Nicolás amenazó a los uniformados con enviarlos al Chocó e incluso llegó a afirmar que era sobrino del expresidente César Gaviria, luego el mandatario lo desmintió y negó todo vínculo familiar con él. "Gaviria dijo que no me conocía quizá por miedo al escándalo. Cuando uno la embarra nadie lo conoce", dijo en ese momento. 

Aunque trató de excusarse y alegó que el video no era fiel a lo que en realidad había sucedido, el joven terminó disculpándose con las autoridades. "Reitero mis más sinceras disculpas de nuevo; a la sociedad en general, en particular a los agentes de policía Óscar Anaconda, Víctor Pico, Jairo Díaz. Lo siento mucho. Que de mi error aprendan otros y yo mismo, y que una situación semejante no se vuelva a repetir ante nadie", dijo Gaviria hace casi cuatro años en la sede de la Fiscalía.

Después de cuatro años, Gaviria piensa convertir a “usted sí sabe quién soy yo” como su lema de campaña. Sin embargo, a pesar de su popularidad, una campaña al Concejo tiene retos que van más allá de que un candidato sea reconocido.

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“Cada estrategia tiene varios análisis. Una cosa es una campaña a la presidencia, pero las elecciones que tienen que ver con la legislatura son más complejas”, explicó el consultor político Germán Medina. Según él, los desafíos más grandes de este tipo de campaña es que el ciudadano no conoce plenamente las funciones de estos cargos.

“Las personas que están llamadas a votar, tiene una mala percepción de estas entidades. Eso implica que el candidato tiene que buscar la forma de gritar de alguna manera para alcanzar atención”, dijo.

Los expertos en marketing político aseguran que uno de los requisitos para campañas en las que participan al menos 500 personas, es el cómo se llama la atención. “Es muy difícil sobresalir, solo lo consiguen a nivel de voto de opinión los que de alguna manera han sido muy arriesgados en su comunicación, en su manejo de redes sociales o en su slogan”, agregó Medina.

Teniendo en cuenta que en el espectro político, las campañas al Concejo son difíciles de promocionar, figuras como las de Gaviria, tienen retos mucho mayores. Primero porque durante el periodo electoral local, en el caso específico de Bogotá, será la campaña a la Alcaldía sobre la que recaerá el mayor interés de los ciudadanos y segundo, porque aunque tiene la popularidad para lograr una campaña con impacto, la imagen que la opinión pública tiene de él no es positiva.

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“El desafío que él tiene, es que la gente se acuerda de él en forma negativa. Su reto va a ser contextualizar la información que en algún momento emitió para que sea persuasiva a alguien”, dijo el estratega político Camilo Rojas.

Para Rojas, los personajes como Nicolás Gaviria tienen que resignificar el concepto que las personas tienen de ellas. “Quien esté detrás de su campaña tiene que ser muy recursivo porque aunque él utilice el usted sí sabe quién soy yo de lema, en el tarjetón la gente solo ve números y partidos”, explicó Rojas.

Los analistas coinciden en que dentro del sector público hay actos no apropiados que la gente puede aprender a contextualizar, como los que ha hecho Antanas Mockus, pero si estos actos no persuaden, se quedan en simples acciones de visibilidad y difícilmente lograrán el impacto deseado.

“Si él sale y tiene un mensaje que a la gente le suene inteligente, puede obtener algunos votos, pero si a la gente de entrada le parece que ese tipo de personas no son referentes o que lo que hizo muestra un perfil que no es apropiado, simplemente se va a quedar con la visibilidad pero no con los votos. Es una campaña complicada y difícil”, dijo. Aunque Gaviria tuvo su cuota de exposición, esta no será suficiente para tener una campaña exitosa.