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Isaksson, el garganta profunda de Reficar

El exdirector jurídico de Reficar prendió el ventilador. Llegó a Colombia a pedir perdón y a terminar de entregar los detalles de cuatro nuevos hechos de corrupción alrededor de la refinería de Cartagena, por la que se pagó e doble de su valor inicial.

1 de noviembre de 2018

Dentro del complejo caso de la modernización de la Refinería de Cartagena (Reficar), uno de los mayores escándalos de corrupción de Colombia, este viernes se abrirá un nuevo capítulo que apunta a desvelar secretos que explicarían cómo una obra que empezó con un costo de 3.700 millones de dólares les terminó costando a todos los colombianos 7.400 millones de dólares.

En un hecho inédito, este viernes Nicolás Isaksson, quien fuera el jefe jurídico de Reficar entre 2013 y 2017, asistirá a la reunión de la junta directiva de Ecopetrol en la que contará en detalle todo lo que se hizo y deshizo durante la ejecución de este ambicioso proyecto. Además, pedirá perdón públicamente por lo ocurrido.

Este gesto hace parte del proceso de colaboración que Isaksson tiene con la Fiscalía General de la Nación por el que recibirá inmunidad penal. 

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Antes de que este escándalo se conociera, este abogado de Los Andes, nacido en Dinamarca, renunció a su cargo y se fue del país llevándose copia de toda la información que reposaba en la empresa sobre Reficar. Pero su nombre saltó en la primera etapa de la investigación como uno de los implicados en el escándalo, puntualmente por la forma irregular en que la modalidad del contrato pasó de ser llave en mano a gastos reembolsables; también por la forma en que a través de los acuerdos MOA y PIP (Memorandum of Agreement y Project Invoicing Procedure), se gestionaron millonarios pagos no autorizados. 

Todo ello fue confesado de manera detallada por Isaksson, quien estando en el exterior accedió a una colaboración con la Fiscalía. Hasta su escondite llegaron investigadores a entrevistarlo y a recoger documentos que soportan las irregularidades en las obras. 

La colaboración de Isaksson está enfocada en cuatro líneas de investigación: la primera tiene respondiendo al expresidente de Ecopetrol Javier Genaro Gutiérrez por dos delitos, al igual que a los ex miembros de junta Pedro Alfonso Rosales Navarro, Reyes Reinoso Yáñez y Diana Constanza Calixto Hernández. 

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En este primer episodio, Isaksson revela los detalles de una reunión realizada el 13 de marzo del 2013, en donde los miembros de la junta directiva -por iniciativa de su entonces presidente Javier Genaro Gutiérrez- ordenaron desaparecer de los informes financieros de Reficar el VPN (Valor Presente Neto). Este ítem resultaba molesto porque revelaba que para ese momento, el proyecto tenía un déficit de 1.700 millones de dólares. Este valor corresponde al capital de inversión adicional que se estaba tratando de gestionar.  

La orden le fue dada a la vicepresidenta encargada y directora de financiamiento de Reficar Ana Isabel Choucair Cárdenas, ahora también testigo de la Fiscalía. Ella asegura que se limitó a cumplir con las órdenes, pese a que manifestó su desacuerdo. Así queda constancia en correos electrónicos aportados por los testigos; uno de estos fue con la Vicepresidenta en propiedad Magda Manosalva, en donde coinciden en que entregar los reportes sin esta cifra es decir "una verdad a medias".

La Fiscalía tiene documentado paso a paso cómo se ejecutó la orden y fue eliminada esta cifra de las diapositivas y del balance general de la empresa; incluso, se hizo una nueva presentación a la junta directiva de Ecopetrol. 

El efecto de esta decisión habría sido ocultar información financiera sensible para evitar que se adoptaran decisiones informadas, tanto de los administradores como de los accionistas de la empresa. Además, que Ecopetrol autorizara el aumento de inversión o pagos indebidamente tramitados.

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Este capítulo es apenas la punta del iceberg en la colaboración de Isaksson con la justicia. Además de sus confesiones se comprometió a entregar información frente a otros tres episodios de corrupción: el primero, el relacionado con el doble pago de gasolina para los vehículos de todo el proyecto; también, el supuesto doble pago para el mantenimiento de las grúas, y finalmente los detalles de cómo la firma auditora Foster Wheeler entró al negocio.

Según el testigo, esta firma no pasó por ningún tipo de proceso de selección y su vinculación se hizo bajo unas condiciones que sobre la marcha los fueron poniendo en desventaja. Isaksson asegura que a Foster Wheeler le prometieron la gerencia del proyecto pero esta decisión al parecer habría tomado un nuevo giro por petición expresa de CB&I, con quien presuntamente existía una rivalidad desde antes y con relación a otros proyectos en el exterior.

"El testigo estaba por fuera del país y ha venido a Colombia a ponerle la cara a la justicia y a la junta directiva de Ecopetrol", anunció Andrés Jiménez Camargo, fiscal a cargo de la investigación, quien confirmó que este viernes, frente a la junta directiva de Ecopetrol, se llevará a cabo el pedido de perdón de Isaksson.