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Álvaro Uribe e Iván Cepeda eran los protagonistas del debate. | Foto: Guillermo Torres

POLÍTICA

La U y conservadores salvan a Uribe

En votación pública, la plenaria del Senado le impide a Iván Cepeda hacer debate sobre paramilitarismo.

29 de julio de 2014

Nunca antes en la historia reciente del Congreso la plenaria del Senado le había impedido a la oposición adelantar un debate de control político. Jorge Robledo, el senador más veterano del Polo Democrático, dice que en sus 12 años como congresista no había ocurrido algo semejante.
 
Pero este martes la plenaria de la Corporación, tras una votación de 52 a 30, impidió al senador Iván Cepeda adelantar su debate por presuntos vínculos del senador Álvaro Uribe con personas relacionadas con el narcotráfico y el paramilitarismo. Por eso el Polo, el único partido de oposición, se declaró víctima de una censura “de las mayorías santistas”.
 
Cepeda había modificado su proposición del debate. Citó a los ministros del Interior y de Justicia, al director de la Aerocivil, para que respondieran sobre el estado de investigaciones derivadas de las confesiones del proceso de justicia y paz, y había invitado a la contralora Sandra Morelli, al procurador Alejandro Ordóñez y al fiscal Eduardo Montealegre. Todo con el propósito de que su debate no fuera citado contra el senador Uribe.
 
Sin embargo, el Centro Democrático rechazó el debate. Ernesto Macías dijo que Cepeda estaba tramitando odios personales en el Congreso y lo acusó de ofrecerle asilo en Argentina y dinero en efectivo a un desmovilizado de las Autodefensas para que testimoniara en contra de Uribe.
 
La estrategia de los uribistas era llevar la proposición a votación de la plenaria. Y aunque su bancada es de apenas 20 senadores, consiguió su primera victoria en el Congreso al atraer las mayorías que provinieron del partido del presidente Juan Manuel Santos, La U y el Partido Conservador.
 
Senadores de La U como Jimmy Chamorro y Manuel Enríquez Rosero, quienes hacen parte de los 25 senadores que en el pasado integraron la bancada uribista en el Congreso, defendieron a quien fue su jefe. Argumentaron que el reglamento del Congreso impide que se hagan debates contra senadores.
 
“Los debates no serán para estudiar conductas de los miembros del Congreso, eso le corresponde a la comisión de ética”, dijo Chamorro al calificar el debate de Cepeda como inviable. “Sería un funesto precedente en que este Congreso se convierta en un estrado judicial. Conozco al senador Uribe desde hace 20 años, no ha habido una persona más investigada”, dijo Enríquez Rosero.
 
Roy Barreras, otrora aliado de Uribe, propuso que en las comisiones de la verdad deben ser el lugar para este tipo de temas. Sin embargo, votó públicamente para que el debate se realizara.
 
Jorge Humberto Pedraza dejó entrever que los conservadores estarían del lado de Uribe. “No podemos violar el reglamento, no se permite el debate de senador contra senador. Este es el Congreso de la paz", y luego señaló que no sólo acaba quien dispara con las balas, también "con la lengua”.
 
Los liberales quedaron en libertad de voto. Pero senadores como Luis Fernando Velasco y Horacio Serpa insistieron en que los más sano sería dar el debate cuanto antes. “El senador Uribe estaría gustoso de responderlo”, dijo Serpa, quien no sólo votó a favor del debate sino que se declaró dispuesto a afrontar alguna discusión que le tramitaran para responder por sus 45 años de vida pública.
 
Claudia López, de Alianza Verde, quien respaldaba el debate contra Uribe, cuestionó a la bancada uribista por querer obstruirlo. “Para organizar prófugos, chuzar a la justicia, sí están, pero para dar la cara, ahí sí no”.

Incluso, señaló al presidente del Congreso, José David Name, de impedir el debate “Por usted votó el Centro Democrático, estamos empezando con una especie de mermelada nueva entre congresistas, ¿hay un acuerdo para que se negara a dar el debate? ¿Se apoyan designaciones para evadir debates?”, se preguntó.
 
Name respondió que ha dado plenas garantías en la plenaria. Sin embargo, votó en contra del debate.
 
Trece senadores se declararon impedidos para votar. Como el tema era el paramilitarismo, por diversas razones se declararon inhabilitados, argumentando conflicto de interés. Ellos fueron Alfredo Ramos Maya, cuyo padre, el exgobernador de Antioquia, está preso por presuntos vínculos con paramilitares; Daría Galvis, senadora de Cambio Radical y quien fue la abogada de Enilce López ‘La Gata’, por tener una investigación en la Corte Suprema de Justicia; Andrés García Zuccardi, de La U, hijo de Piedad Zuccardi, detenida por parapolítica, y sobrino de Álvaro García Romero, excongresista condenado por la masacre de Macayepo.
 
También lo hicieron Nora García Burgos (conservadora); Lidio García (liberal); Mario Fernández Alcocer; Olga Suárez Mira, hermana del excongresista Óscar Suárez Mira, condenado por parapolítica; Antonio Guerra de la Espriella, quienes tienen investigaciones en la Corte Suprema. Yamina Pestaña se decloaró impedidad porque su hermano, César Pestana, fue uno de los primeros políticos sindicados por parapolítica.
 
Frente a estos senadores, Claudia López los cuestionó por tratar de esconderse del debate. “¿Será que ahora sí va a funcionar la bancada de la parapolítica por cuenta de que ahora sí llegó el jefe?”, dijo la congresista. 
 
Algunos senadores votaron con señas. Como los 'Ñoños', Bernardo Elías y Musa Besaile quienes con su mano votaron en contra de que se hiciera el debate contra Uribe. Conservadores como Roberto Gerleín y Hernán Andrade, y Efraín Cepeda, antes uribistas, ahora santistas, también votaron en contra. Los hermanos Juan Manuel y Carlos Fernando votaron a favor.
 
Al final Uribe pescó en la Unidad Nacional 33 votos para que no prosperara la propuesta de Cepeda, quien le dijo al exmandatario que se preparara pues en algún momento se iba a dar el debate. “Se le abrió la posibilidad a que las mayorías censuren a las minorías”, dijo Robledo para quien la primera batalla ganada por Uribe en el Congreso fue gracias a la Unidad Nacional de Santos.